Reseas : The Columbian Echange. Biological and Cultural consequences of 1492
Revista Peruana de Epidemologa – Vol.9 N 1 Enero 1996 |
CROSBY, Alfred W. Jr.: THE COLUMBIAN ECHANGE. BIOLOGICAL AND CULTURAL CONSEQUENCES OF 1492 Greenwood Press, Inc., Westport, Connecticut, 1972 pp.268 University of Toledo (Ohio), Departmnet of History
Rev. Per Epidemiol.1996; 9 (1): 78-9 |
Este libro representa un aporte significativo al entendi-miento del significado y alcances de los viajes de Cristbal Coln. De una manera elocuente, Alfred Crosby analiza los cambios que los ecosistemas europeo y americano ex-perimentaran como resultado del descubrimiento de Amrica.
- El descubrimiento de Amrica en el ao de 1492 inici un proceso migratorio no solamente de personas sino tambin de plantas, animales y enfermedades entre el Viejo y el Nuevo Mundo.
- Mucho sabemos hoy sobre las consecuencias socia-les, econmicas, culturales y polticas de la llegada de los espaoles a Amrica.
Poco se ha escrito sin embargo, sobre los cambios biolgicos que resultaran del contacto entre el Viejo y Nuevo Mundo. Este libro sobresale, en tanto incide precisamente en dichos cambios. Crosby ofrece una informacin riqusima sobre el significado y alcances que el intercambio de personas, animales, plantas, y enfer-medades tuvo a lo largo de los siglos para los pobladores de Europa y Amrica.
La llegada de Coln a Amrica puso frente a frente dos ecosistemas distintos los cuales con el transcurso del tiempo experimentaran substanciales cambios. Antes de la llegada de Coln, Amrica se encontraba biolgicamente aislada del resto del mundo. Es difcil imaginar que mucho de lo que hoy damos por nuestro no exista en Amrica antes de la llegada de los espaoles.
La inicial resistencia de los espaoles a consumir productos vegetales y animales originarios del territorio americano llev al traslado de plantas y animales del Viejo al Nuevo Mundo. De forma progresiva fueron llegando a Amrica barcos cargados no solamente de colonizadores, sino tam-bin de animales (caballo, buey, asno, vacas, puercos, ovejas, cabras, entre otros) y plantas (trigo, olivo, vid, caa de azcar, etc.).
- El flujo de las plantas y animales en ambos sentidos no slo transform la flora y la fauna de ambos mundos, sino que enriqueci notablemente la dieta ali-menticia de los pobladores europeos y americanos, sino tambin sus fuentes energticas.
- Uno de los aportes centrales de este libro es el cap-tulo que trata sobre las epidemias.
Durante mucho tiem-po la superioridad blica de los espaoles (armas de fuego versus arco y flecha), la falta de unidad entre indgenas, el efecto aterrorizador de los caballos (antes nunca vistos por los indgenas), las epidemias, as como profecas en la mitologa indgena acerca de la futura llegada de dioses blancos fueron considerados como los factores que en conjunto explicaban el porque unos pocos cientos de hombres europeos pudieron en corto tiempo aniquilar a millares de indgenas, y de esta forma, conquistar los im-perios Azteca e Inca.
- Este libro, nos ofrece una dimensin distinta del rol jugado por las epidemias en la conquista del territorio americano.
- Crosby adjudica a las epidemias que llegaron a Amrica con los espaoles, un rol prepon-derante en la conquista de los imperios Inca u Azteca.
- Segn el autor, las epidemias tradas por los espaoles facilitaron enormemente la conquista del continente ame-ricano.
El uso de la fuerza por los espaoles fue menos necesario de lo que se piensa para someter a los poderosos imperios Inca y Azteca. Antes de la llegada de los espao-les, la viruela, el sarampin, la malaria, el tifus y la varicela eran enfermedades totalmente desconocidas en Amrica.
- Al carecer de inmunidad contra dichas enfermedades, un gran nmero de indgenas falleci al primer contacto.
- Mucho fueron los indgenas que murieron a causa de las enfermedades tradas por los espaoles que a causa de enfrentamientos blicos.
- Sin poder ofrecer resistencia al-guna, miles de indgenas fueron muriendo conforme los espaoles se abran paso por territorio americano.
Como seala el autor, los mayores enemigos de los pobladores americanos no fueron el hombre blanco o su sirviente negro, sino los asesinos invisibles trados por aquellos hombres en la sangre y el aliento. (p.31) Cabe pensar que otra hubiera podido ser la historia de la conquista de Amricas, si los espaoles no hubiesen contado con sus aliados biolgicos.(p.52) Por mucho tiempo se interpret la alta tasa de mor-talidad indgena de principios de siglo XVI como resulta-do de la combinacin entre epidemias y el trato brutal que los espaoles daban a los indgenas.
Crosby insiste aqu tambin, en que los indgenas empezaron a morir en can-tidad desde el primer contacto con los espaoles. Las epidemias, opina el autor, ya haban exterminado poblaciones enteras, cuando el abuso de los espaoles an no haba tenido suficiente tiempo para daar la salud de los indge-nas. De todas las enfermedades tradas por los espaoles, la viruela fue la que ms dao caus.
Slo entre los aos de 1520 y 1600 aproximadamente catorce epidemias en Mxico y diecisiete en el Per arrasaron con un considera-ble nmero de la poblacin indgena (p.38). A la crueldad de los espaoles, por ejemplo, se le adjudic por mucho tiempo la responsabilidad de la destruccin de la poblacin Arawak en el Caribe.
Segn Oviedo, uno de los primeros historiadores de Amrica, aproximadamente, un milln de indgenas vivan en Santo Domingo a la llegada de los espaoles. De stos, slo aproximadamente qui-nientos quedaban en el ao de 1548. (p.45) La rpida cada demogrfica en el Caribe sirvi para que contempo-rneos suyos como Bartolom de las Casas construyeran una leyenda negra en torno a la conquista espaola.
Sin dudar por un momento que los espaoles explotaran bru-talmente a los indgenas, Crosby atribuye a las enfermedades tradas por los espaoles la responmsabilidad principal en la explicacin de la cada demogrfica ocurrida no slo en el Caribe, sino en toda Amrica a principios del siglo XVI.
Otra tambin hubiese sido la historia demoigrfica europea de principios del siglo XVI si la sfolis nop hubiese llegado a Europa a fines del siglo XV con Coln: Crosby dedica un captulo de su libro a discutir con aquellos autores que argumentan que la sfilis ya exista en el Viejo Mundo antes de los viajes de Coln.
Una exhaustiva revisin bibliogrfica de textos de la poca, lleva al autor a confir-mar la ausencia de referencias escritas sobre la existencia de la sfilis en Europa antes del descubrimiento de Am-rica. Este interesante libro termina con una nota pesimis-ta.
El intercambio de especies animales y vegetales entre el viejo y el Nuevo Mundo contina el da de hoy y est llevando a una uniformizacin que supone una prdida en la diversidad ecolgica. En el transcurso de los aos, muchas especies tuvieron que ser sacrificadas para que otras se desarrollaran. Preocupa al autor que en el largo plazo, la reduccin de la flora y fauna en ambos mundos tenga funestas consecuencias para el ecosistema global.
Para muchos no debe de resultar fcil aceptar la pro-puesta de Crosby de que los cambios ms importantes que resultaran de los viajes de Coln hayan sido biolgicos. Ser realmente posible considerar como menos importan-te los cambios econmicos, polticos y sociales que en el largo y corto plazo Europa y Amrica experimentaron como resultado del contacto de ambos mundos? Ser realmente posible considerar como menos importante el efecto que la plata producida en Potos tuvo en el desarrollo econ-mico del Viejo Mundo? Estemos o no con la propuesta central de autor, The Columbian Echange representa un li-bro interesante, basado en una slida investigacin que merece ser ledo.
Reseas : The Columbian Echange. Biological and Cultural consequences of 1492
Contents
¿Qué es lo que trajeron los españoles al Perú?
Los españoles trajeron plantas que no había en América, como el trigo; pero aquí conocieron otras que no existían en Europa, como el cacao, la jícama, el maíz y muchas más. El cacao y el maíz, por ejemplo, se llevaron a otras tierras y llegaron a tener mucha importancia en la alimentación de todo el mundo.
¿Qué cosas trajeron de España a América los españoles?
¿Que nos dejaron los españoles de comida? – En el marco del I Foro Gastronómico Dominicano 2015: Identificando la esencia y los matices de nuestros sabores – La cocina dominicana está conformada por varias tradiciones culinarias, una de las cuales viene de España.
Si queremos emprender el difícil camino de comprender la cultura dominicana, incluyendo su culinaria, debemos comenzar por aceptar la realidad de que somos un pueblo inicialmente mezclado de indígena, español y africano (Dobal 1997:63). El mestizaje fue un fenómeno generalizado en América, pero en la isla Española acusó rasgos más intensos.
Indios, blancos y negros no se mezclaron y fusionaron por gusto, sino por necesidad y azar histórico. Cuando las tres etnias o culturas se encontraron en un proceso de aculturación, intercambio cultural y sincretismo crearon una cocina que no era española, ni indígena, ni africana, sino un producto nuevo con múltiples ingredientes.
- El indígena y el negro se españolizaron y el español se indigenizó y se africanizó.
- Hablar de cocina española en Santo Domingo colonial es enfatizar una parte del todo.
- Con solo mencionar los limones, naranjas, alcachofas, berenjenas, arroz, caña de azúcar, nueces, pimienta, aceite de oliva, hierbabuena, azafrán, orégano, judías verdes, lentejas, almendras, fideos, garbanzos como legados de la cocina árabe a la española resulta suficiente para ilustrar su influjo.
Colón partió de España hacia el Nuevo Mundo en agosto de 1492 en tres naves con bizcocho o galleta de barco, vino, aceite, vinagre, legumbres (judías, garbanzos, lentejas y habas), chacinas, carnes y pescados en salazón, frutos secos, ajos, cebollas, queso y miel.
La mayor parte de los navíos se destinaba al transporte de provisiones y de gente con permiso oficial. Desde Sevilla o Cádiz se controlaba el tráfico y se monopolizaba el aceite de oliva, el vino, la sal y los pescados salados. Los animales iban en la cubierta, tal como se observa en un grabado de 1493.
Según una relación de 1497, cada colono debía recibir media libra de carne, de tocino y de pescado durante seis meses, y cada labrador y cada mujer trece y casi siete quintales al año respectivamente. El vino, víveres, legumbres, aceite y vinagre había que comprarlos.
- Los casi sesenta quintales de cebada y otras mercaderías adicionales los pagaron el obispo y el Almirante.
- Al llegar a las islas Lucayas, los españoles fueron recibidos como hombres del cielo y les trajeron “de comer y beber”.
- A un indio que llevaba pan, hojas secas y un pedazo de tierra bermeja amasada, Colón le dio a comer pan y miel.
El Almirante y sus hombres vieron verdolagas y bledos, ñames parecidos a zanahorias, leguminosas llamadas faxones y fabas, jutías o “conejos de la India”, cangrejos y comieron camarones y peces como albures, salmones, lisas, sardinas, lenguados y uno que parecía un puerco.
- Comieron pan de yuca con sabor a castaña y ajes muy sabrosos.
- Colón veía ahumadas donde quiera que iba y los españoles descubrieron en tierra que los indios cocinaban sus alimentos en barbacoas, de donde procede la técnica barbecue.
- Conservó algunas frutas para llevarlas a los Reyes.
- Los indios le llevaron pan, pescado y una especia llamada ají que bebían con agua.
Desayunó ajes, camarones, jutías, pan de casabe, verduras y otras viandas. Encontró hermosa la higiene de un cacique quien después de comer se lavó las manos con hierbas. Colón regresó a la isla Española en 1493 con 1,200 hombres hambrientos y fundó la primera villa llamada La Isabela en la costa norte, donde a partir 1494 los alimentos europeos se adaptaron y se intercambiaron con los de la población aborigen.
Un buen pescado del lugar suplió las carnes escasas y sirvió como alimento de enfermos. Se hicieron construcciones en piedra y en madera, y un canal del río regaba las hortalizas sembradas para ensaladas como melones, cocombros, calabazas y rábanos. Las cebollas, puerros y lechugas no crecieron mucho, excepto el perejil.
El intercambio de alimentos no se hizo esperar: “los indios nos traían víveres y nosotros les dábamos nuestras propias provisiones”. Como dijo Pedro Henríquez Ureña, los españoles aprendieron a comer la comida de los indios y a guisarla a su manera, a gustar sus bebidas y a utilizar sus cacharros, sus métodos de caza y de cultivo.
- Sin embargo, los españoles no pudieron comer su comida típica, porque no se estableció un puente regular de acopio desde España.
- La convivencia pacífica y el intercambio dietético entre indios y españoles cesó cuando se hicieron las primeras incursiones al interior de la isla (Guerrero y Veloz 1988).
Los españoles se enfermaban y morían de hambre, pero los indios no podían suplir la comida demandada. Según Las Casas, un español comía en un día más que toda una familia indígena en un mes. Para que los españoles se marcharan de la isla, los indios dejaron de sembrar y destruyeron los conucos plantados.
- Los españoles comieron asados o cocidos culebras, lagartos, arañas, jutías y perritos indígenas.
- La adaptación de los españoles a los productos antillanos alteró la dieta indígena.
- El hambre, las dolencias y los conflictos políticos crearon una atmósfera explosiva en La Isabela.
- Colón enfrentó motines, reprimió a la población y ahorcó a varios españoles.
Para mayo 1494, cinco personas se alimentaban con un huevo de gallina y una caldera de garbanzos. El Almirante no dejaba que se pescara y traía los peces salados de España porque eran un negocio del Rey. En 1495 arribaron cuatro naos de España con trigo, cebada, legumbres, habas, garbanzos, bizcocho, azúcar, vino, aceite, vinagre, higos secos, tocino, ganado, gallinas, conejos vi- vos, arroz y pescado salado “de todas suertes” (Sauer 1993:138).
La población fue repartida entre los pueblos de indios que tenían alimentos, pero Bartolomé Colón no pudo terminar el fuerte de San Cristóbal por falta de comida. Dejó casabe y un perro para cazar jutías a doce hombres y se fue a La Vega para recibir un tributo en víveres y a Xaraguá donde le dieron pan de yuca, maíz, pescado, iguanas y una vajilla de platos, calderos y escudillas de madera.
Entre 1496-1498, el alcalde Ximeno de Roldán y centenas de hombres incendiaron La Isabela y mataron las vacas del Rey. Casi trescientos roldanistas se convirtieron en “caciques blancos” y se amancebaron con indias que les servían de camareras, lavanderas y cocineras, y obligaron o persuadieron a los indios a hacerles casas y buscarles comida.
- A los españoles que llegaron en dos naves cargadas de alimentos de España, Roldán les ofreció en vez de hambre, abundancia, en vez de empuñar el azadón, tocar tetas de doncellas.
- Colón acordó con Roldán pagarle los trescientos cinquenta puercos grandes y pequeños que le habían quitado cuando se rebeló.
La ciudad de Santo Domingo se empezó a construir después que el cacique Agueybaná o Cayacoa sembró más ochenta mil montones de yuca entre Caucedo y Juan Dolio. Cristóbal Colón llegó a la villa a mediados de 1498 con el trigo, vino y carnes dañados, pero esta vez trajo agricultores asalariados para sembrar cereales y criar ganado.
Elogió el pan de los indios como más sano que el de trigo y la abundancia de jutías que un indio con un perro podía cazar hasta 20 al día, así como las gallinas y los infinitos puercos reproducidos de ochos puercas que trajo de Canarias y cuyo sabor se debía a la abundancia de frutos que comían. A Colón se le destituyó como gobernador y se le expropiaron sus bienes, aunque la reina ordenó en 1501 que se le devolvieran sus raíces, semillas, pan, vino, caballos, ganado y cien ovejas traídas de Canarias por Bartolomé.
Pudo realizar un último viaje en un navío con doscientos quintales de bizcocho y otros bastimentos, y estuvo un mes en la ciudad de Santo Domingo. El gobernador Nicolás de Ovando llegó en abril de 1502 con dos mil quinientos hombres y algunas mujeres.
En agosto de ese año, la ciudad de Santo Domingo fue destruida por un huracán por lo que el gobernador la trasladó al oeste del río Ozama. Los recién llegados tuvieron que cambiar con los roldanistas ropa por alimento. En septiembre de 1502, los reyes enviaron cinco naos con setenta toneles de vino, tres mil seiscientos quintales de trigo y harina, mil doscientos quintales de cebada, caballos, yeguas y los esclavos negros que quisieren, aunque debían ser cristianos (Marte 1981:41).
Estaba vedada la importación de pan y harina. Ovando estableció un nuevo esquema colonizador, incentivó la producción de alimentos agropecuarios, reconstruyó la ciudad de Santo Domingo, levantó quince pueblos y activó la minería y el comercio. Los indios encomendados labraban las tierras y criaban ganado.
- El juego, la bebida y la mala vida eran partes de la vida urbana.
- Tantos vagos y rufianes llegaron que Ovando ordenó detener su envío.
- En cada villa había mesones, ventas y tabernas.
- La taberna más famosa de la ciudad de Santo Domingo se llamaba Pie de Hierro y pertenecía a frei Alonso del Viso y a su esposa Cordobesa, quien vino con salario del Rey.
En 1526 se abrió una casa de prostitución para apartar a las familias decentes de la gente del mal vivir. Para explotar una mina en Puerto Plata, Ovando solicitó traer negros ladinos nacidos en España. No fueron los primeros negros que vinieron a la isla porque Colón había traído uno o dos en su Segundo Viaje y el propio Ovando vino con un cocinero negro y cuando llegó como gobernador muchos se habían fugado con los indios.
- La isla se autoabastecía de ganado, caballos y yeguas.
- La carne de puerco y de res era más abundante que en España y accesible a toda la población.
- Cada encomendero mataba un puerco a la semana y el día en que se encontró el grano de oro más grande de la isla, el cual tenía la forma de una hogaza de pan, se hizo una fiesta y se asó un lechón o cochino y lo comieron en un plato de oro fino.
La situación en España era opuesta a la de la isla Española. Los precios de los cereales en Castilla y León eran altísimos, sobre todo en el mercado negro. Las familias iban de una villa en otra “muertas de hambre” (Arranz 1979:17). En 1511 había un encargado de la comida de indios y negros que ganaba doce mil maravedíes, se permitió que los colonos pagaran sus diezmos en productos y el obispo de La Concepción solicitó al Rey importar semillas y hacer experimentos con ellas en la isla.
- El Rey felicitó al Virrey por no permitir que se comiera carne en cuaresma y días prohibidos y se le ordenó dar a los indios de las minas carne y pescado dos veces al día y los días permitidos.
- La isla abastecía la comida a los conquistadores que iban a las islas y Tierra Firme.
- Como la población indígena desaparecía por trabajo excesivo y, según denunció Antonio Montesino, porque no les daban de comer, se ordenó en 1512 que los indios se alimentaran diariamente con casabe, ñame, ají y sardina y, los días de fiesta y cada domingo, con carne guisada, y los que trabajaban en las minas debían criar sus propios puercos.
En 1514 la élite colonial recibió la mayor cantidad de indios repartidos y aunque un pastelero y un pescador recibieron algunos, se produjo un levantamiento popular entre labradores, hortelanos y panaderos. El repartidor fue acusado de recibir como soborno terneras, gallinas, capones y vinos en posadas y alguien se quejó que sus criados no pagaron lo que comieron en su venta (Arranz 1991:493).
A partir de 1515 comenzó la construcción de ingenios de azúcar y la siembra de cañafístola, planta usada como purgante en Europa. El oro y los indios se agotaban y los españoles emigraban a Tierra Firme. Se usaba la concha del carey para hacer escudos y la carne de ganado mantenía precios bajos por lo que una vaca valía dos pesos y una oveja medio peso (Moya 1977:178).
El padre Las Casas aprovechó la regencia del cardenal Cisneros en España para exigir la evangelización pacífica y la libertad de los indios. En cada pueblo debía haber una carnicería, cincuenta vacas y seiscientos cerdos criados entre todos. Se concedieron privilegios a los labradores que pasasen a la isla para disfrutar la abundancia de frutos y ganados.
- Para proteger a los indios del trabajo duro, se propuso introducir negros bozales de África.
- Los encomenderos se opusieron a la libertad de los indios porque supuestamente eran vagos dedicados al vino y a las cohobas y preferían comer en los montes arañas, raíces y pescados antes que los mantenimientos de los españoles.
Los indios que sobrevivieron se hispanizaron, se hicieron trabajadores domésticos y se dedicaron a sembrar y a criar ganado. Los negros esclavos procedían de culturas que tenían mayor dominio de la agricultura y la ganadería que ellos. Los ingenios de azúcar trabajaban con esclavos y con técnicos canarios y portugueses.
Colón había traído las primeras cañas de Canarias, pero se importaba azúcar hasta que en 1514 se produjo para consumo interno. Cada villa colonial tenía sus hortelanos, venduteros, carniceros, pescadores, aguateros y pocilgueros (Moya 2008:103). En Santiago se comía queso, pasteles de harina, frutas de sartén y postres dulces fritos, como los buñuelos.
En 1529 se propuso un plan para la repoblación de la isla en el que se importarían cien negros libres de impuestos y los vecinos recibirían un pedazo de tierra, diez vacas, cincuenta ovejas, cuatro puercas, una yegua, dos novillos y seis gallinas. En 1530, el cacique Enriquillo y otros indios “gandules” al servicio de un ciguayo que atacaban villas y minas fueron perseguidos por cuadrillas de españoles, negros e indios pagadas con un impuesto a la carne y a otras granjerías.
- En 1540 había en la isla más de cuarenta ingenios azucareros atendidos por doscientos portugueses y canarios, mientras la Audiencia solicitaba que se importaran negros y harina libres de impuestos.
- El Rey había dado licencia para traer pan, vino y otros mantenimientos desde Canarias.
- Los barcos sacaban harina de Andalucía escondida en cajas y botijuelas.
Se solicitó una bula para que los negros e indios pudieran comer carne en Cuaresma y cada sábado (Marte 1981:385). En 1542 el Rey ordenó que los pastos, montes y aguas fueran comunes para todos los vecinos y los hateros podían hacer corrales y asientos donde quisiesen.
Las negras llamadas ganadoras vendían mercadorías en la calle y los negros andaban tan ricos en oro y vestidos que según el arcediano Álvaro de Castro “son más libres que nosotros”. A partir del siglo XVII, el binomio hato-conuco garantizaba la subsistencia de la colonia. La tierra no tenía valor en sí sino por el ganado.
En conucos y hatos trabajaban blancos, negros y mulatos con un nivel de vida similar. Comían carnes de vaca o de puerco con plátano, yuca y otras raíces y ocasionalmente arroz y frijoles, cuya mayor sofisticación se alcanzaba con la preparación de un sancocho o de un arroz con pollo.
¿Qué enfermedades se llevaron los españoles de América a Europa?
Mapa de América. Imagen: Wikipedia, con licencia Creative Commons Durante los 100 años después de la llegada de Colón al Nuevo Mundo fallecieron más indígenas de los que nacieron. Los estudios actuales parecen señalar que no fueron tanto las armas las que marcaron la diferencia, sino las enfermedades infecciosas traídas por los conquistadores españoles.
- La viruela, el sarampión, la peste bubónica, la difteria, el tifus, la escarlatina, la varicela, la fiebre amarilla todas ellas eran enfermedades con las que los indígenas nunca habían tenido contacto y que, por lo tanto, no habían tenido posibilidad de desarrollar inmunidad contra ellas.
- Pero, ¿qué queremos decir cuando hablamos de desarrollar inmunidad? La respuesta inmunitaria es la forma en la que el cuerpo reconoce y se defiende contra bacterias, virus y todas esas sustancias que le parecen extrañas y dañinas.
El responsable de controlar esta respuesta es el sistema inmune y lo hace mediante varias estrategias. Algunas de estas estrategias son innatas y las tenemos desde que nacemos como, por ejemplo, el reflejo de la tos. Hay otras que se adquieren de forma pasiva como los anticuerpos que pasan de madres a hijos ya sea durante el embarazo o la lactancia.
Los anticuerpos son proteínas que circulan por la sangre en busca y captura de sustancias extrañas que dañan el organismo (antígenos). Sin embargo existe también la inmunidad adquirida, es decir el tipo de inmunidad la que se desarrolla a lo largo de la vida de una persona a medida que se va exponiendo a diversos patógenos.Como ya hemos comentado, la función básica de los anticuerpos es neutralizar todos los elementos externos como bacterias, parásitos o virus.
Además, cada una de estas proteínas es específica para un antígeno determinado. Anticuerpo Imagen: wikipedia, con licencia Creative Commons Esto implica que este tipo de inmunidad tiene la capacidad de reaccionar ante un gran número de sustancias extrañas al organismo, pudiendo reconocer moléculas microbianas y no microbianas e, incluso, distinguir entre agentes microbianos estrechamente emparentados.
Además, una vez producidos los anticuerpos permanecen circulando por la sangre durante meses, lo que genera una protección inmune durante largos períodos a un cierto tipo de antígeno. A este fenómeno se le llama memoria inmunológica y puede durar desde unos pocos días hasta toda la vida. Esta capacidad de memoria permite a nuestro cuerpo reaccionar en forma mucho más rápida y eficiente a exposiciones sucesivas frente a un mismo antígeno.
Entonces, ¿qué ocurrió durante la conquista de américa? Los colonos venían de España donde a lo largo de sus vidas habían tenido contacto con los agentes causantes de todas estas enfermedades que hemos comentado anteriormente. Esto implica que su sistema inmune había podido desarrollar defensas que les protegían de estas enfermedades y los mantenían sanos.
Sin embargo, los indígenas americanos al vivir en un continente separado de Europa por un océano habían estado alejados de estas enfermedades. El contacto con los colonos puso también en contacto a los indígenas con los virus y bacterias y como sus organismos no estaban preparados para luchar contra estos antígenos muchos de ellos enfermaron y acabaron muriendo.
¿Quiere decir esto que sus organismos eran más débiles? ¡Por supuesto que no! Sencillamente su organismo no había podido desarrollar ningún tipo de inmunidad contra esas enfermedades porque esa población nunca había estado en contacto con esos los agentes infecciosos.
- Todos los indígenas que no murieron fueron aquellos capaces de generar una respuesta inmune de forma rápida y eficiente para acabar con la enfermedad.
- Y, ¿se habrían esas muertes su hubieran existido las vacunas? Efectivamente, la memoria inmunológica es la base de las vacunas.
- Cuando te vacunan se pone en contacto, de forma controlada, a nuestro cuerpo con un antígeno de una enfermedad determinada.
De este modo obligas al cuerpo a crear anticuerpos específicos para esa enfermedad. Esa lucha quedará en la memoria inmunológica de nuestro organismo así que si alguna vez volvemos a estar en contacto con ese mismo antígeno nuestro cuerpo lo reconocerá rápidamente y podrá volver a generar anticuerpos capaces de combatirlo.
- Anticuerpo (2016) Wikipedia Catástrofe demográfica en América tras la llegada de los Europeos (2016) Wikipedia Cervera, C.
- El mito del «Genocidio español»: las enfermedades acabaron con el 95% de la población (2015) ABC Firestein GS.
- Mechanisms of inflammation and tissue repair,
- In: Goldman L, Schafer AI, eds.
Goldman’s Cecil Medicine,24th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2012:chap 47. Flores, J. ¿Qué son los anticuerpos? (2016) Muy interesante García, G. ” La viruela y el sarampión fueron perfectos aliados en el éxito de conquista española de América ” (2012) Agencia SINC Goronzy JJ, Weyand CM.
¿Qué animal es originario de América?
Algunos ejemplos de animales endémicos de América son: El Águila Calva : Ha sido un símbolo nacional de Estados Unidos. También es un símbolo espiritual de los indios americanos. El Bisonte: Es un animal que simboliza las Grandes Llanuras.
¿Qué verduras trajeron los españoles a Perú?
¿Cuáles son los cultivos que trajeron los españoles? – Los españoles trajeron y aclimataron verduras y hortalizas: coles, chícharos, espinacas, rábanos, zanahorias, berenjenas, betabeles, pepinos, lechugas, alcachofas, acelgas, perejil y cilantro, y calabazas de variedades más pequeñas que las mexicanas.
¿Qué alimentos heredamos de los españoles?
En el marco del I Foro Gastronómico Dominicano 2015: Identificando la esencia y los matices de nuestros sabores – La cocina dominicana está conformada por varias tradiciones culinarias, una de las cuales viene de España. Si queremos emprender el difícil camino de comprender la cultura dominicana, incluyendo su culinaria, debemos comenzar por aceptar la realidad de que somos un pueblo inicialmente mezclado de indígena, español y africano (Dobal 1997:63).
El mestizaje fue un fenómeno generalizado en América, pero en la isla Española acusó rasgos más intensos. Indios, blancos y negros no se mezclaron y fusionaron por gusto, sino por necesidad y azar histórico. Cuando las tres etnias o culturas se encontraron en un proceso de aculturación, intercambio cultural y sincretismo crearon una cocina que no era española, ni indígena, ni africana, sino un producto nuevo con múltiples ingredientes.
La cocina criolla se conformó en el siglo XVII y se convirtió en cocina dominicana con la influencia francesa, el aporte de otras migraciones, el desarrollo del Estado-nación y los cambios producidos por la modernidad a partir del siglo XIX. Lo indígena, lo español y lo africano se hibridaron fuertemente por un largo y complejo proceso desde el momento en que las tres etnias confluyeron en la isla.
- El indígena y el negro se españolizaron y el español se indigenizó y se africanizó.
- Hablar de cocina española en Santo Domingo colonial es enfatizar una parte del todo.
- Con solo mencionar los limones, naranjas, alcachofas, berenjenas, arroz, caña de azúcar, nueces, pimienta, aceite de oliva, hierbabuena, azafrán, orégano, judías verdes, lentejas, almendras, fideos, garbanzos como legados de la cocina árabe a la española resulta suficiente para ilustrar su influjo.
Colón partió de España hacia el Nuevo Mundo en agosto de 1492 en tres naves con bizcocho o galleta de barco, vino, aceite, vinagre, legumbres (judías, garbanzos, lentejas y habas), chacinas, carnes y pescados en salazón, frutos secos, ajos, cebollas, queso y miel.
La mayor parte de los navíos se destinaba al transporte de provisiones y de gente con permiso oficial. Desde Sevilla o Cádiz se controlaba el tráfico y se monopolizaba el aceite de oliva, el vino, la sal y los pescados salados. Los animales iban en la cubierta, tal como se observa en un grabado de 1493.
Según una relación de 1497, cada colono debía recibir media libra de carne, de tocino y de pescado durante seis meses, y cada labrador y cada mujer trece y casi siete quintales al año respectivamente. El vino, víveres, legumbres, aceite y vinagre había que comprarlos.
- Los casi sesenta quintales de cebada y otras mercaderías adicionales los pagaron el obispo y el Almirante.
- Al llegar a las islas Lucayas, los españoles fueron recibidos como hombres del cielo y les trajeron “de comer y beber”.
- A un indio que llevaba pan, hojas secas y un pedazo de tierra bermeja amasada, Colón le dio a comer pan y miel.
El Almirante y sus hombres vieron verdolagas y bledos, ñames parecidos a zanahorias, leguminosas llamadas faxones y fabas, jutías o “conejos de la India”, cangrejos y comieron camarones y peces como albures, salmones, lisas, sardinas, lenguados y uno que parecía un puerco.
- Comieron pan de yuca con sabor a castaña y ajes muy sabrosos.
- Colón veía ahumadas donde quiera que iba y los españoles descubrieron en tierra que los indios cocinaban sus alimentos en barbacoas, de donde procede la técnica barbecue.
- Conservó algunas frutas para llevarlas a los Reyes.
- Los indios le llevaron pan, pescado y una especia llamada ají que bebían con agua.
Desayunó ajes, camarones, jutías, pan de casabe, verduras y otras viandas. Encontró hermosa la higiene de un cacique quien después de comer se lavó las manos con hierbas. Colón regresó a la isla Española en 1493 con 1,200 hombres hambrientos y fundó la primera villa llamada La Isabela en la costa norte, donde a partir 1494 los alimentos europeos se adaptaron y se intercambiaron con los de la población aborigen.
- Un buen pescado del lugar suplió las carnes escasas y sirvió como alimento de enfermos.
- Se hicieron construcciones en piedra y en madera, y un canal del río regaba las hortalizas sembradas para ensaladas como melones, cocombros, calabazas y rábanos.
- Las cebollas, puerros y lechugas no crecieron mucho, excepto el perejil.
El intercambio de alimentos no se hizo esperar: “los indios nos traían víveres y nosotros les dábamos nuestras propias provisiones”. Como dijo Pedro Henríquez Ureña, los españoles aprendieron a comer la comida de los indios y a guisarla a su manera, a gustar sus bebidas y a utilizar sus cacharros, sus métodos de caza y de cultivo.
Sin embargo, los españoles no pudieron comer su comida típica, porque no se estableció un puente regular de acopio desde España. La convivencia pacífica y el intercambio dietético entre indios y españoles cesó cuando se hicieron las primeras incursiones al interior de la isla (Guerrero y Veloz 1988).
Los españoles se enfermaban y morían de hambre, pero los indios no podían suplir la comida demandada. Según Las Casas, un español comía en un día más que toda una familia indígena en un mes. Para que los españoles se marcharan de la isla, los indios dejaron de sembrar y destruyeron los conucos plantados.
- Los españoles comieron asados o cocidos culebras, lagartos, arañas, jutías y perritos indígenas.
- La adaptación de los españoles a los productos antillanos alteró la dieta indígena.
- El hambre, las dolencias y los conflictos políticos crearon una atmósfera explosiva en La Isabela.
- Colón enfrentó motines, reprimió a la población y ahorcó a varios españoles.
Para mayo 1494, cinco personas se alimentaban con un huevo de gallina y una caldera de garbanzos. El Almirante no dejaba que se pescara y traía los peces salados de España porque eran un negocio del Rey. En 1495 arribaron cuatro naos de España con trigo, cebada, legumbres, habas, garbanzos, bizcocho, azúcar, vino, aceite, vinagre, higos secos, tocino, ganado, gallinas, conejos vi- vos, arroz y pescado salado “de todas suertes” (Sauer 1993:138).
La población fue repartida entre los pueblos de indios que tenían alimentos, pero Bartolomé Colón no pudo terminar el fuerte de San Cristóbal por falta de comida. Dejó casabe y un perro para cazar jutías a doce hombres y se fue a La Vega para recibir un tributo en víveres y a Xaraguá donde le dieron pan de yuca, maíz, pescado, iguanas y una vajilla de platos, calderos y escudillas de madera.
Entre 1496-1498, el alcalde Ximeno de Roldán y centenas de hombres incendiaron La Isabela y mataron las vacas del Rey. Casi trescientos roldanistas se convirtieron en “caciques blancos” y se amancebaron con indias que les servían de camareras, lavanderas y cocineras, y obligaron o persuadieron a los indios a hacerles casas y buscarles comida.
A los españoles que llegaron en dos naves cargadas de alimentos de España, Roldán les ofreció en vez de hambre, abundancia, en vez de empuñar el azadón, tocar tetas de doncellas. Colón acordó con Roldán pagarle los trescientos cinquenta puercos grandes y pequeños que le habían quitado cuando se rebeló.
La ciudad de Santo Domingo se empezó a construir después que el cacique Agueybaná o Cayacoa sembró más ochenta mil montones de yuca entre Caucedo y Juan Dolio. Cristóbal Colón llegó a la villa a mediados de 1498 con el trigo, vino y carnes dañados, pero esta vez trajo agricultores asalariados para sembrar cereales y criar ganado.
- Elogió el pan de los indios como más sano que el de trigo y la abundancia de jutías que un indio con un perro podía cazar hasta 20 al día, así como las gallinas y los infinitos puercos reproducidos de ochos puercas que trajo de Canarias y cuyo sabor se debía a la abundancia de frutos que comían.
- A Colón se le destituyó como gobernador y se le expropiaron sus bienes, aunque la reina ordenó en 1501 que se le devolvieran sus raíces, semillas, pan, vino, caballos, ganado y cien ovejas traídas de Canarias por Bartolomé.
Pudo realizar un último viaje en un navío con doscientos quintales de bizcocho y otros bastimentos, y estuvo un mes en la ciudad de Santo Domingo. El gobernador Nicolás de Ovando llegó en abril de 1502 con dos mil quinientos hombres y algunas mujeres.
En agosto de ese año, la ciudad de Santo Domingo fue destruida por un huracán por lo que el gobernador la trasladó al oeste del río Ozama. Los recién llegados tuvieron que cambiar con los roldanistas ropa por alimento. En septiembre de 1502, los reyes enviaron cinco naos con setenta toneles de vino, tres mil seiscientos quintales de trigo y harina, mil doscientos quintales de cebada, caballos, yeguas y los esclavos negros que quisieren, aunque debían ser cristianos (Marte 1981:41).
Estaba vedada la importación de pan y harina. Ovando estableció un nuevo esquema colonizador, incentivó la producción de alimentos agropecuarios, reconstruyó la ciudad de Santo Domingo, levantó quince pueblos y activó la minería y el comercio. Los indios encomendados labraban las tierras y criaban ganado.
El juego, la bebida y la mala vida eran partes de la vida urbana. Tantos vagos y rufianes llegaron que Ovando ordenó detener su envío. En cada villa había mesones, ventas y tabernas. La taberna más famosa de la ciudad de Santo Domingo se llamaba Pie de Hierro y pertenecía a frei Alonso del Viso y a su esposa Cordobesa, quien vino con salario del Rey.
En 1526 se abrió una casa de prostitución para apartar a las familias decentes de la gente del mal vivir. Para explotar una mina en Puerto Plata, Ovando solicitó traer negros ladinos nacidos en España. No fueron los primeros negros que vinieron a la isla porque Colón había traído uno o dos en su Segundo Viaje y el propio Ovando vino con un cocinero negro y cuando llegó como gobernador muchos se habían fugado con los indios.
La isla se autoabastecía de ganado, caballos y yeguas. La carne de puerco y de res era más abundante que en España y accesible a toda la población. Cada encomendero mataba un puerco a la semana y el día en que se encontró el grano de oro más grande de la isla, el cual tenía la forma de una hogaza de pan, se hizo una fiesta y se asó un lechón o cochino y lo comieron en un plato de oro fino.
La situación en España era opuesta a la de la isla Española. Los precios de los cereales en Castilla y León eran altísimos, sobre todo en el mercado negro. Las familias iban de una villa en otra “muertas de hambre” (Arranz 1979:17). En 1511 había un encargado de la comida de indios y negros que ganaba doce mil maravedíes, se permitió que los colonos pagaran sus diezmos en productos y el obispo de La Concepción solicitó al Rey importar semillas y hacer experimentos con ellas en la isla.
- El Rey felicitó al Virrey por no permitir que se comiera carne en cuaresma y días prohibidos y se le ordenó dar a los indios de las minas carne y pescado dos veces al día y los días permitidos.
- La isla abastecía la comida a los conquistadores que iban a las islas y Tierra Firme.
- Como la población indígena desaparecía por trabajo excesivo y, según denunció Antonio Montesino, porque no les daban de comer, se ordenó en 1512 que los indios se alimentaran diariamente con casabe, ñame, ají y sardina y, los días de fiesta y cada domingo, con carne guisada, y los que trabajaban en las minas debían criar sus propios puercos.
En 1514 la élite colonial recibió la mayor cantidad de indios repartidos y aunque un pastelero y un pescador recibieron algunos, se produjo un levantamiento popular entre labradores, hortelanos y panaderos. El repartidor fue acusado de recibir como soborno terneras, gallinas, capones y vinos en posadas y alguien se quejó que sus criados no pagaron lo que comieron en su venta (Arranz 1991:493).
A partir de 1515 comenzó la construcción de ingenios de azúcar y la siembra de cañafístola, planta usada como purgante en Europa. El oro y los indios se agotaban y los españoles emigraban a Tierra Firme. Se usaba la concha del carey para hacer escudos y la carne de ganado mantenía precios bajos por lo que una vaca valía dos pesos y una oveja medio peso (Moya 1977:178).
El padre Las Casas aprovechó la regencia del cardenal Cisneros en España para exigir la evangelización pacífica y la libertad de los indios. En cada pueblo debía haber una carnicería, cincuenta vacas y seiscientos cerdos criados entre todos. Se concedieron privilegios a los labradores que pasasen a la isla para disfrutar la abundancia de frutos y ganados.
Para proteger a los indios del trabajo duro, se propuso introducir negros bozales de África. Los encomenderos se opusieron a la libertad de los indios porque supuestamente eran vagos dedicados al vino y a las cohobas y preferían comer en los montes arañas, raíces y pescados antes que los mantenimientos de los españoles.
Los indios que sobrevivieron se hispanizaron, se hicieron trabajadores domésticos y se dedicaron a sembrar y a criar ganado. Los negros esclavos procedían de culturas que tenían mayor dominio de la agricultura y la ganadería que ellos. Los ingenios de azúcar trabajaban con esclavos y con técnicos canarios y portugueses.
- Colón había traído las primeras cañas de Canarias, pero se importaba azúcar hasta que en 1514 se produjo para consumo interno.
- Cada villa colonial tenía sus hortelanos, venduteros, carniceros, pescadores, aguateros y pocilgueros (Moya 2008:103).
- En Santiago se comía queso, pasteles de harina, frutas de sartén y postres dulces fritos, como los buñuelos.
En 1529 se propuso un plan para la repoblación de la isla en el que se importarían cien negros libres de impuestos y los vecinos recibirían un pedazo de tierra, diez vacas, cincuenta ovejas, cuatro puercas, una yegua, dos novillos y seis gallinas. En 1530, el cacique Enriquillo y otros indios “gandules” al servicio de un ciguayo que atacaban villas y minas fueron perseguidos por cuadrillas de españoles, negros e indios pagadas con un impuesto a la carne y a otras granjerías.
- En 1540 había en la isla más de cuarenta ingenios azucareros atendidos por doscientos portugueses y canarios, mientras la Audiencia solicitaba que se importaran negros y harina libres de impuestos.
- El Rey había dado licencia para traer pan, vino y otros mantenimientos desde Canarias.
- Los barcos sacaban harina de Andalucía escondida en cajas y botijuelas.
Se solicitó una bula para que los negros e indios pudieran comer carne en Cuaresma y cada sábado (Marte 1981:385). En 1542 el Rey ordenó que los pastos, montes y aguas fueran comunes para todos los vecinos y los hateros podían hacer corrales y asientos donde quisiesen.
- Las negras llamadas ganadoras vendían mercadorías en la calle y los negros andaban tan ricos en oro y vestidos que según el arcediano Álvaro de Castro “son más libres que nosotros”.
- A partir del siglo XVII, el binomio hato-conuco garantizaba la subsistencia de la colonia.
- La tierra no tenía valor en sí sino por el ganado.
En conucos y hatos trabajaban blancos, negros y mulatos con un nivel de vida similar. Comían carnes de vaca o de puerco con plátano, yuca y otras raíces y ocasionalmente arroz y frijoles, cuya mayor sofisticación se alcanzaba con la preparación de un sancocho o de un arroz con pollo.
¿Qué aportes positivos trajeron los españoles a Perú?
APORTE CULTURAL POSITIVO DE LOS ESPAÑOLES
- · Incorporación del pensamiento, cultura y manera de ser propios de la civilización occidental: base de la cultura y la civilización hispanoamericana de hoy.
- · “Lo hispanoamericano”: síntesis de lo peninsular, lo indígena, lo africano y lo occidental
- · España introduce el hierro y la rueda
- · Traen animales, sobre todo el caballo; también vacas, bueyes, ovejas, puercos, y nuevas especies de perros
- · Traen trigo, cebada, vid, café, caña de azúcar, moreras, árboles de frutas, plantas cítricas
- · Nos transmiten los inventos chinos: brújula, papel, imprenta, seda, pólvora
- · Introducen el diseño de tablero alrededor de una plaza. Se trata del centro para actividades cívicas, militares y religiosas
- · Se debe considerar también lo cultural: el castellano y el portugués, la escritura con letras, el catolicismo, las nuevas filosofías y nuevas concepciones estéticas (artes plásticas, visuales, auditivas).
- En las colonias los vicios y defectos ibéricos tienden a intensificarse, multiplicarse y nacen otros.
Los barcos no solamente trajeron hombres, animales, plantas o productos; también trajeron instituciones, formas de ser, formas culturales. Con los conquistadores nos llegó cierto espíritu renacentista, pero también cosas de la Edad Media.
- Esto lo encontrados en lo político, lo económico, lo social y lo cultural.
- (A) LO POLÍTICO
- · Individualismo Ibérico – indiscipline – se mezcla con rivalidad precolombinas y crea el curso de una historia latinoamericana de violencia, anarquía y guerras civiles.
- · Heredamos las luchas entre los centros y las provincias, característico de lo que pasaba en la Península
- · Las administraciones de pronto se llenan de ineptos, corrompidos por:
- – nepotismo
- – influencia
- – degeneración del compadrazgo
- · Militarismo y clericalismo como dos fuerzas.
- (B) LO ECONOMICO
- · Implantación del latifundio (disfrazada hoy en día con nombres como hacienda, estancia, rancho)
- · El conservatismo rural y el estilo de vida del campo es de herencia de la Edad Media europea. También:
- – el sistema económico – el código del honor
- – la filosofía escolástica – el fanatismo religioso (la Inquisición )
- · Medievales son también: la encomienda, el adelantado, el servicio militar obligatorio y los privilegios de la nobleza (pero en América estas instituciones se transforman)
· El fisiocratismo hizo que la economía no desarrollara en nuevas fuentes de ingresos o construcción de industrias. Lo mismo pasó con la obsesión por la minería, · El individualismo trae como consecuencia nuestra dependencia en la “empresa privada” y esto también ha causado que los ciudadanos no colaboren con los gobiernos.
- Más bien, esperan que los gobiernos solucionen todo.
- Pero esto esta cambiando gracias a organizaciones populares y a las ONGs.
- · Con los españoles llega el desprecio a la actividad manual y el desprecio a la actividad mercantil, pero este último se transforma y muchos sectores privilegiados basan su riquezas en la actividad comercial.
( C) LO SOCIAL · Los primeros españoles que llegaron a las Américas eran de distintos orígenes sociales. en su mayoría su propósito era enriquecerse y vivir como ricos aristócratas
- · Llegan muchos frailes, monjes, curas y laicos de diferentes clases sociales, profesiones y oficios
- (México, fines del XVII 180 conventos de frailes y 85 de monjas)
- · También soldados, prófugos de la justicia y un número inmenso de abogados.
- · El gustro por el boato lo han heredado muchos hispanoamericanos, quienes tratan de vivir por encima de sus posibilidades.
- · Heredamos el donjuanismo y el doble estándar con relación a las mujeres (primero indígenas y luego mestizas). Se dio amancebamiento, matrimonios de edades diferentes, matrimonios por conveniencia y propósito, el concubinato encubierto
- · Pocos fueron los matrimonios entre nobles españoles e indígenas à no fue un problema de rango sino de raza.
- · Los plebeyos sí se casaron con indígenas y mestizas porque las mujeres españolas eran muy pocas.
- · La tradición familiar da como resultado instituciones que han sido negativas en la historia de América Latina: el nepotismo, el patriarcado, el favoritismo, el compadrazgo y el servilismo.
- · Otras herencias sociales: ausencia de responsabilidad cívica y de sentido filantrópico
- · El nepotismo y el servilismo a veces llevan a las personas a elegir o hablar bien de quienes en verdad no lo merecen.
· Hay un mito según el cual América Latina no es racista ni tiene prejuicios. eso es falto, Podemos decir que hay tolerancia pero eso no quiere decir que no haya racismo. Eso puede comprobarse en Guatemala, por ejemplo, o en Perú. (D ) LO CULTURAL · Humanismo, materialismo e idealismo; educación aristocrática, especulativa (y no democrática / experimental) · Nos exportan el interés en la retórica.
- · El escolasticismo impidió la comprensión de lo particular y lo concreto, la ciencia experimental y naturalista.
- · Voluntad anticientífica promovida por la contrarreforma.
- · Autoritarismo y tradicionalismo.
- · El escolasticismo negó la posibilidad de alternativas, de ideas diferentes.
- · La fe imperó sobre la razón; el alma, sobre el cuerpo.
- · Los sabios coloniales a veces eran de una sabiduría confusa.
- · Los intelectuales manejan información de segunda mano y no tuvieron el coraje de evaluar, criticar, examinar metódicamente hechos sociales o fenómenos naturales.
: APORTE CULTURAL POSITIVO DE LOS ESPAÑOLES