La deforestación en Perú superó las 2000 mil hectáreas en 2020, la cifra más alta de las últimas dos décadas.
Contents
- 1 ¿Dónde hay mayor deforestación en el Perú?
- 2 ¿Cuál es el país más deforestado de América Latina?
- 3 ¿Qué cantidad de bosques hay en el Perú?
- 4 ¿Cuántas hectáreas de bosques naturales pierde al año el Perú a causa de las empresas informales?
- 5 ¿Qué es la deforestación y 3 causas?
- 6 ¿Cómo está la deforestación en la actualidad?
- 7 ¿Qué regiones políticas del Perú se ven afectadas por la deforestación en la actualidad?
¿Cómo se encuentra la deforestación en el Perú?
Avanza la pérdida forestal – Después del 2020, cuando empezó la pandemia del COVID-19 en Perú, el año 2022 es el que más deforestación registró en la región Amazonas. La oficial de justicia ambiental y climática en Oxfam Perú, Suyana Huamaní, explicó que la emergencia sanitaria generó el regreso de muchas personas a sus lugares de origen y con ello surgió de nuevo la necesidad del uso de la tierra como medio de vida.
El estudio puntualiza que el retorno a actividades como la agricultura y la extracción de madera incrementaron la presión sobre los bosques tropicales. Sin embargo, Mongabay Latam ha reportado que la pandemia también ocasionó la incursión de ilegales (taladores, cocaleros, mineros o narcotraficantes) sobre diversas zonas de la Amazonía peruana ante la nula presencia del Estado o la falta de resguardo de comuneros indígenas que cumplían con las restricciones de libre tránsito ordenadas por el Gobierno.
“En Amazonas se vio con más intensidad la minería ilegal, sobre todo en la parte norte. Ahí hubo un crecimiento importante y frente a ello las organizaciones indígenas de la zona denunciaron y pidieron interdicciones”, detalló Huamaní. El 2020, Perú tuvo la cifra récord de 203 272 hectáreas de bosques perdidos, y la región Amazonas alcanzó un pico de 11 540 hectáreas taladas.
- Al año siguiente, la deforestación decreció en esta región a 4329 hectáreas, pero para el 2022 repuntó hasta 5806 hectáreas.
- Es decir, las actividades de desbosque permanecieron y nuevamente han comenzado a despuntar.
- Mongabay Latam ha seguido de cerca el estado de los bosques de la región Amazonas en estos tres últimos años.
En enero de 2021, este medio reportó la forma en que taladores ecuatorianos estaban irrumpiendo en comunidades wampis de la cuenca del río Santiago para extraer topa o madera balsa. Para la fecha de publicación del reportaje, unas 50 hectáreas de topa ya habían sido depredadas, pues los ilegales venían entrando a territorio indígena peruano desde mediados del año anterior.
Hacia julio de 2022, Mongabay Latam informó que unos 20 000 pies tablares de especies forestales protegidas (cedro y caoba) eran sustraídas cada mes de comunidades wampis por madereros ilegales, o sea, el fenómeno delictivo había cambiado. Y para septiembre del año pasado, otro reportaje de este medio reveló que mineros ilegales operaban más de 60 dragas para la extracción de oro sobre siete comunidades nativas awajún ubicadas en las orillas del río Cenepa.
Todo ello tuvo lugar en la provincia de Condorcanqui, la más golpeada por la deforestación en la región Amazonas (2679 hectáreas: 46.14 %). Amplios sectores de deforestación como el de esta imagen se extienden al borde del río Comaina, un afluente del Cenepa, en Amazonas, Perú. Foto: comuneros.
¿Dónde hay mayor deforestación en el Perú?
Tala ilegal en Loreto y Ucayali: ¿cuál es el impacto en el bosque amazónico? Foto: SPDA
El director del Programa de Bosques y Servicios Ecosistémicos de la SPDA ofreció mayores detalles respecto a los factores que agravan esta problemática en ambas regiones.
La Amazonía, considerada como uno de los principales pulmones del mundo, ha sido una de las zonas más afectadas por la deforestación. Brasil, Bolivia, Perú y Colombia, son los países de Latinoamérica que han deforestado la mayor parte de este territorio, según datos de Global Forest Watch.
En el caso de Perú, sobre todo en los departamentos de Loreto y Ucayali, la tala ilegal y la deforestación se ha intensificado en los últimos años. El Ministerio del Ambiente (Minam) reveló que, durante el 2020, la tala ilegal aumentó en un 17 % y 23 %, respectivamente. José Luis Capella, director del Programa de Bosques y Servicios Ecosistémicos de la SPDA, explicó cómo la infraestructura vial mal construida o, pero aún, sin permiso de la autoridad, agrava más esta situación.
“Esto da acceso a que una gran cantidad de personas ingresen a estas áreas, que antes estaban más alejadas o se encontraban en estado de conservación. Además, la construcción de estas vías permiten el ingreso de maquinaría pesada, lo que genera más deforestación”, dijo en entrevista con la agencia de noticias La Factoría.
“Esta actividad genera un beneficio al poblador local porque constituye una fuente de ingresos y compite con las actividades ilícitas”, agregó. El especialista señaló también que, la pérdida de bosque amazónico a gran escala tendrá un impacto local, afectando la seguridad alimentaria de las personas que dependen directamente de su biodiversidad, pero también un impacto global, al perder la gran capacidad del bosque para retener el carbono. Mira el programa completo en este
: Tala ilegal en Loreto y Ucayali: ¿cuál es el impacto en el bosque amazónico?
¿Cómo afecta la deforestación en el Perú?
Ante el incremento excesivo de la tala de árboles durante los años 2020 y 2021, ocasionado por pobladores que vienen de distintos puntos del Perú a realizar actividades en minería informal para su beneficio, en alrededores del eje carretero de Madre de Dios – como Boca colorado, kotsimba, Manuani, la Pampa y otros – ha provocado fenómenos que en anteriores años no ocurrían.
Asimismo, es importante mencionar que la calidad del aire disminuye a causa de este tipo de actividades. Por ello, pobladores de las zonas afectadas manifiestan que la deforestación perjudica a la actividad agrícola, flora, fauna e incluso a ellos mismos. Por otra parte, la tala de árboles conlleva al cambio climático, por tanto, este tipo de actividades debería disminuir y ser controlada por las autoridades competentes.
PUEDES LEER: Carnívoro Pro Gamer: ¿qué se sirve en el primer restobar de Lima Norte inspirado en videojuegos? Es importante mencionar que se tiene que realizar operativos por la Policía Nacional del Perú para erradicar todo tipo de actividad que perjudica a nuestra naturaleza. Los escolares entrevistaron a ciudadanos de la zona sobre el tema. No hay conciencia ambiental. Cabe mencionar que el cambio climático y calentamiento global se debe a todas estas actividades ilícitas realizadas cada año, y esto ha ido avanzando con más fuerza dentro de nuestra región exterminando nuestra biodiversidad.
Escolares entrevistaron a ciudadanos de Madre de Dios sobre el tema. LEE TAMBIÉN: ¿Qué piensan los estudiantes sobre el regreso presencial a clases? Por ello, se hace un llamado a toda la población que conservemos nuestras áreas verdes y demostremos que Madre de Dios es la capital de la biodiversidad.
¿Qué porcentaje afecta la deforestación?
Setenta por ciento de los animales y plantas que habitan los bosques de la Tierra no pueden sobrevivir a la deforestación que destruye su medio.
¿Cuántos árboles se talan en Perú?
- Antes del 2020, la tasa más alta de deforestación se dio en 2014 con 177 566 ha.
- Desde el 2016, la deforestación tenía una leve tendencia a la baja, llegando a 148 426 ha de pérdida de bosque en el 2019.
A mediados del 2020, el Ministerio del Ambiente (Minam) reportó una reducción de la deforestación en los bosques amazónicos en más del 28 % con respecto al año anterior, durante el aislamiento social obligatorio como medida preventiva frente a la COVID-19.
Según el Programa Bosques, desde el 15 de marzo de 2020 (fecha en que se inició la emergencia nacional) hasta el 15 de mayo del mismo año, se identificó una deforestación acumulada de 7 119 ha de bosques, equivalente a 28.7 % menos de lo registrado en ese mismo periodo, durante el 2019 (9 981 hectáreas) según las Alertas Tempranas de Deforestación (ATD) reportadas.
A partir de ahí, parecía suponer que la deforestación, durante todo el 2020, seguiría la misma tendencia a la baja que se había visto en los últimos años, sin embargo, según Geobosques del Minam, la pérdida de bosques alcanzó una tasa de 203 272 ha, siendo la cifra más alta en los últimos 20 años, superando así a la del 2019 en 54 846 ha. Fuente: Geobosques / MINAM Entre el 2001 y 2020 se han perdido 2 636 585 ha, siendo los departamentos de Loreto, San Martín, Ucayali, Junín, Madre de Dios y Amazonas los que concentran más del 77 % de la pérdida de bosques del último año. Esta situación significa un duro golpe a los esfuerzos de las instituciones estatales, autoridades regionales, iniciativas de la cooperación internacional, y otros actores clave en la lucha contra la deforestación y el cumplimiento de los compromisos climáticos.
Sin embargo, a pesar de la situación crítica evidenciada para los bosques de la Amazonía peruana para el 2020, hasta el momento no se ha presentado algún plan de contingencia —por parte de la autoridad forestal, ni de autoridades regionales o locales— para que esta situación no se repita en lo que resta del 2021 y en los siguientes años.
Tomar medidas urgentes es imprescindible considerando que en el Perú, por ejemplo, se vienen desarrollando iniciativas de cooperación internacional como la Declaración Conjunta de Intención entre los países de Perú, Noruega, Alemania y Reino Unido, que tienen un financiamiento comprometido para el país por hasta 200 millones de dólares, de lograr reducir sus niveles de deforestación hacia el 2025 con un enfoque de pago por resultados.
Por esta razón, la conservación de bosques es primordial, también por su contribución al compromiso climático asumido por el país ante el Acuerdo de París; que tiene por objetivo la reducción del 40 % de emisiones de gases de efecto invernadero en Perú, y del cual la deforestación representa el principal emisor a nivel país.
Isabel Gonzales, coordinadora del programa Cambio Climático y Bosques de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) sostiene que “cuando se logra controlar la pérdida de los bosques y asegurar su conservación, se aseguran un conjunto de bienes y servicios ecosistémicos que ayudan a la mejora de la calidad de vida de las poblaciones locales, contribuyendo además en la lucha contra el cambio climático.
Se espera que en el breve plazo, las autoridades involucradas implementen un conjunto de medidas que permitan revertir estas cifras”. Las principales causas de la deforestación Es importante resaltar que, el 74 % de la deforestación viene ocurriendo en áreas menores a 5 ha; asimismo, en comparación al 2019, en 2020 la deforestación en parcelas menores a 1 ha incrementó en 8 puntos porcentuales; ello denota que la agricultura itinerante de subsistencia sigue siendo el principal driver de la deforestación en la Amazonía peruana.
No obstante, uno de los drivers invisibilizados, que gatillan los procesos de ocupación desordenada y de cambio de uso, es la infraestructura vial no planificada, pues facilita el acceso a zonas aisladas, fomentando diferentes actividades como la agricultura migratoria, la tala ilegal, la minería ilegal e incluso el narcotráfico.
- Según el Serfor, los ejes viales terrestres y fluviales están relacionados de manera directa e indirecta al 62 % de la deforestación de la Amazonía.
- Es importante mejorar la gestión de la infraestructura vial con un enfoque de intervención temprana en el planeamiento y formulación de proyectos viales, pues así se podrá minimizar los impactos sobre los bosques.
Además, se debe fortalecer el sistema de supervisión y fiscalización de proyectos de infraestructura vial, así como promover el fortalecimiento de capacidades institucionales en los diferentes niveles de gobierno”, afirmó Isabel Gonzales. El impacto de grandes infraestructuras de transportes en el desarrollo regional y las poblaciones rurales es incierto, más aún cuando el sistema de inversión pública no contempla consideraciones socioambientales en fases tempranas del ciclo de proyectos para identificar las necesidades prioritarias de las poblaciones, los posibles usos de las infraestructuras por las economías ilegales, así como evitar o mitigar la ocupación desordenada del territorio y el cambio de uso de suelos, procesos usualmente inducidos por las carreteras en la Amazonía.
- Frenar el avance de la frontera agrícola en la Amazonía. Se cuenta con cerca de 10 millones de hectáreas deforestadas y aproximadamente una tercera parte se sub usa con fines agropecuarios; es decir mejorando la productividad en las áreas ya deforestadas, se evitaría seguir expandiendo la frontera agrícola. Para implementar ello, es importante el soporte de los sistemas de información geográfica, la implementación de programas de asistencia técnica y financiamiento coherente, que promuevan el desarrollo de actividades agropecuarias libres de deforestación.
- Asignar derechos sobre las tierras, ya que en la medida que no haya seguridad jurídica, las actividades ilegales se acrecientan, y con estas, el impacto sobre los bosques y las poblaciones que en estos habitan. En ese sentido, se requiere culminar los procesos de titulación y ampliación de comunidades que aún están pendientes, formalización de tierras agropecuarias, así como la asignación de otros derechos en superficies de bosques para su aprovechamiento sostenible, acorde a la realidad amazónica.
- Desarrollar/expandir programas de asistencia técnica e incentivos para el desarrollo del Manejo forestal comunitario y otras iniciativas que permitan asegurar el mantenimiento de bosques en pie. Implementar las Unidades Técnicas de Manejo Forestal Comunitario, a fin de que brinden esta asistencia técnica permanente a las comunidades nativas, a través de las cuales se promuevan modelos de aprovechamiento de bosques comunales que permitan la sostenibilidad y una mejora real de la calidad de vida de las comunidades. Es importante además ampliar el alcance de los incentivos por el buen manejo de bosques, como el de las Transferencias Directas Condicionadas, a fin de que se beneficien aquellos que vienen haciendo un manejo adecuado de los bosques.
- Reducir los principales motores/drivers de la deforestación que desencadenan los procesos de cambio de uso de las tierras. Ello implica trabajar desarrollando e implementando un enfoque de intervención temprana para el desarrollo de la infraestructura en la Amazonía, de modo de valorar y reducir anticipadamente estos impactos.
En el marco del proceso de segunda reforma agraria que viene siendo impulsado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), que tiene como centro fortalecer la agricultura familiar, desde DAR exhortamos a las autoridades y funcionarios del actual gobierno a trabajar conjuntamente, a fin de desarrollar una agricultura sostenible que beneficie a los pequeños productores para que puedan desarrollarse en armonía con los bosques, los cuales son fundamentales en la provisión de bienes y servicios esenciales para nuestro bienestar y seguridad alimentaria, así como en la lucha contra el cambio climático.
¿Cuáles son las causas de la deforestación en el Perú?
En la Amazonia peruana, los principales causas de la deforestación son la agricultura de menor escala, la minería comercial y la construcción de vías. La degradación de los bosques es causada principalmente por la tala ilegal.
¿Cuál es el país más deforestado de América Latina?
Brasil, Bolivia y Perú, los países con más índices de deforestación en selva Amazónica La deforestación es una de las mayores problemáticas ambientales en el mundo. Pese a que la tala de árboles ha generado un significativo aporte para las economías por la agricultura y el comercio de productos provenientes de la madera de los árboles, el impacto ambiental es irreparable, ya que los bosques y las selvas absorben un gran cantidad de dióxido de carbono (CO2₂), uno de los principales factores que contribuyen al calentamiento global.
- Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 420 millones de hectáreas de bosque se han perdido desde 1990 en el mundo.
- El Amazonas, considerado como uno de los principales pulmones del mundo, ha sido una de las zonas más afectadas.
- En los últimos dos años se han perdido más de 2,3 millones de hectáreas, según el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (Maap).
Los países de Latinoamérica que han deforestado la mayor parte de este territorio son: Brasil, Bolivia, Perú y Colombia, según datos de Global Forest Watch. En el resto del mundo los países que más han deforestado sus reservas naturales son Indonesia, en Asia, y la región del Congo, en África. De hecho, Brasil está haciendo esfuerzos por mostrar que ha intensificado la regulación de la actividad de tala en la Amazonía y ha prometido acabar con la práctica ilegal para el 2028, dos años antes que su objetivo previo. Pero científicos, diplomáticos y activistas dicen que esas promesas son vacías porque la deforestación se ha intensificado hasta sus peores niveles desde el 2008, en medio de la política del Gobierno en favor de una mayor actividad minera y agrícola en la Amazonía.
En Bolivia se perdieron más de 300.000 hectáreas de bosque tropical del Amazonas entre 2020 y 2021, la cuarta cifra más alta de deforestación en el mundo, y entre 2002 y 2020 se talaron 3,02 millones de hectáreas de bosque primario húmedo, disminuyendo 7,4% del área total de esa zona. En Perú se han deforestado más de 2,16 millones de hectáreas de bosque primario húmedo en los últimos 20 años, lo que representa la disminución de 3,1% del área total.
En Colombia se deforestaron 174.103 hectáreas en 2021, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales. “En 20 años se ha perdido más de tres millones de hectáreas de bosque. Las zonas más afectadas se ubican en el bioma amazónico, aportando más de 58% de esta deforestación histórica, mientras que los departamentos más afectados son: Caquetá, Putumayo, Meta y Guaviare”, destaca Juan Sebastián Moyano, director ambiental de Saving the Amazon.
Las industrias que más deforestan son el sector minero y el sector agropecuario extensivo, pese a que la mayoría de estas actividades son ilegales. De acuerdo con el Ideam, los cultivos ilícitos también han sido una de las principales causas de la deforestación en el país. Hasta 2020 se registraron 12.939 hectáreas deforestadas para cultivar coca.
Un bosque puede tardar décadas en generar todo un núcleo biótico, toma mucho tiempo cuando no hay una intervención humana para la recuperación. El impacto ambiental y social que genera la deforestación es incalculable, pues no solo se impide que estos ecosistemas ayuden a absorber los gases de CO2, sino que además se dañan los hábitats de las especies que viven allí, vulnerando su supervivencia, se alteran los ciclos del agua y se produce erosión del suelo.
- Sin embargo, se ha buscado reforestar las áreas más afectadas para tratar de solventar y disminuir el impacto ambiental.
- Al respecto, la ONU creó un acuerdo en 2014 para terminar con la deforestación en 2030, aunque no ha se ha cumplido al pie de la letra, pues en 2020 se registró un gran aumento a nivel mundial de esta práctica.
La pérdida de bosques tropicales primarios se incrementó 12% en ese año pese a que la economía mundial se contrajo en medio de la pandemia. : Brasil, Bolivia y Perú, los países con más índices de deforestación en selva Amazónica
¿Qué cantidad de bosques hay en el Perú?
Los bosques albergan biodiversidad, alimentos, medicinas naturales, culturas ancestrales, además de regular el clima.
¿Qué regiones políticas del Perú se ven afectadas por la deforestación?
Balance hasta medio año: se perdieron 15 000 hectáreas de bosques – Las zonas que de forma particular han sido más deforestadas se ubican en la selva central, en Huánuco, Ucayali y Pasco; también la zona nororiental amazónica de Loreto, San Martín y Amazonas; y un sector de la Reserva Comunal Haimiki (Perú), ubicado en el límite entre Perú y Colombia. Deforestación en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul. Fuente: MAAP/Planet. Foto de portada: Degradación y deforestación en contraste con el resto del bosque en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata/Mininter. PRINT
¿Cuál es la principal causa de la deforestación?
¿Cuáles son las consecuencias de la deforestación? –
Los incendios provocados La tala de árboles sin control
La deforestación causa unos daños terribles en los ecosistemas, además de una gran pérdida de biodiversidad y aridez del terreno. Se evita la fijación de dióxido de carbono (CO2) por lo que se contribuye al cambio climático. Las regiones que sufren la deforestación tienden a generar una erosión del suelo para convertirse, finalmente, en tierras no productivas. Siguiente: Lluvias y COVID-19
¿Que se pierde con la deforestación?
Esta historia fue publicada originalmente el 5 de septiembre de 2010 y ha sido actualizada el 17 de marzo de 2023. Tan solo en los últimos 13 años, la deforestación ha arrasado 43 millones de hectáreas en todo el mundo, acabando con bosques y selvas de forma masiva y causando un inmenso daño a la calidad de los suelos.
- Los bosques todavía cubren alrededor del 30 por ciento de las regiones del mundo, pero franjas del tamaño de Panamá se pierden indefectiblemente cada año.
- Son las cifras del último informe Frentes de deforestación; causas y respuestas en un mundo cambiante que publicó la ONG WWF en 2021, que analiza 24 lugares que tienen una concentración significativa de puntos críticos de deforestación y donde grandes áreas de bosque remanente están amenazadas.
Según esta organización, España provoca la deforestación de 32 900 hectáreas de selva cada año y la Unión Europea es responsable del 16 por ciento de la deforestación tropical importada, es decir, aquella que provoca la tala de árboles fuera de nuestras fronteras.
A este ritmo, las selvas tropicales y los bosques pluviales podrían desaparecer completamente dentro de 100 años si continúa el ritmo actual de deforestación. Según un estudio de 2023 que ha usado datos por satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) el cambio climático, la degradación de los bosques y la deforestación están provocando que que mucho del carbono almacenado se libere de nuevo a la atmósfera, sobre todo en las zonas tropicales húmedas.
“Quedan solamente ocho años para alcanzar las metas globales de detener y revertir la deforestación antes de 2030. A pesar de las claras señales, ninguno de los indicadores globales va por buen camino para alcanzar las metas para 2030 de detener la pérdida y degradación de bosques y restaurar 350 millones de hectáreas de paisajes forestales”, avisaba en octubre de 2022 Forest Declaration Assessment, una organización civil para evaluar la consecución de los objetivos forestales globales, en su informe Evaluación de la Declaración sobre los Bosques,
- A fin de estar en curso para detener la deforestación completamente antes de 2030, se necesita una reducción anual de 10 por ciento.
- No obstante, las tasas de deforestación en todo el mundo se redujeron solo de manera modesta en 2021, en un 6,3 por ciento, en comparación con la línea base de 2018-20″, continuaba la organización en el resumen ejecutivo del informe,
El estudio del que informa la ESA, publicado en marzo de 2023 en la revista Nature y dirigido por la Universidad de Bristol (Reino Unido) y el Instituto para la Investigación Espacial de Brasil (INPE) mostró como los bosques degradados y el crecimiento de bosques secundarios en áreas previamente deforestadas están quitando al año al menos 107 millones de toneladas de carbono de la atmósfera a lo largo de los Trópicos.
- Los motivos de la tala indiscriminada son muchos, pero la mayoría están relacionados con el dinero o la necesidad de los granjeros de mantener a sus familias.
- El inductor subyacente de la deforestación es la agricultura.
- Los agricultores talan los bosques con el fin de obtener más espacio para sus cultivos o para el pastoreo de ganado.
A menudo, ingentes cantidades de pequeños agricultores despejan hectáreas de terreno arbolado, para alimentar a sus familias, mediante tala y fuego en un proceso denominado «agricultura de roza y quema». El estudio de WWF identifica la agricultura comercial como una de las principales causas de deforestación y se encuentra detrás de esta pérdida de bosques alrededor del mundo, con áreas boscosas despejadas con el fin de crear espacio para el ganado y los cultivos.
Según las regiones, en América Latina destaca la ganadería y la agricultura a gran escala, principalmente de soja para mantener las cifras del ganado en la industria alimentaria; en Asia, las plantaciones para pulpa de papel y palma; y en África, la principal responsable de la deforestación es la agricultura de subsistencia.
Otro estudio publicado en 2020 denunciaba que la deforestación del Amazonas alcanzó niveles históricos debido al consumo de carne, La causa principal de este aumento de la explotación de los bosques se encuentra en el incremento del consumo de carne a nivel mundial, que conlleva una expansión de la ganadería extensiva, con el consecuente aumento de cultivo de soja y pastos para la ganadería.
Una gran proporción de las importaciones de soja de la UE provienen del Cerrado brasileño, que alberga el 5% de la biodiversidad mundial, y donde la tierra se ha transformado rápidamente para la producción de ganado y soja, lo que ha provocado la pérdida de un tercio, un 32,8 por ciento, de su superficie de bosque entre 2004 y 2017″, denuncia WWF,
“La deforestación desenfrenada en los trópicos y subtrópicos puede parecer un mundo lejano, pero la creciente demanda europea de productos como soja, carne de ganado, cacao y aceite de palma está echando “leña al fuego”. La Unión Europea puede, y debe, dejar de ser parte del problema”.
Las operaciones madereras comerciales, que proporcionan productos de pulpa de papel y madera al mercado mundial, también participan en la tala de innumerables bosques cada año. Los leñadores, incluso de forma furtiva, también construyen carreteras para acceder a bosques cada vez más remotos, lo que conlleva un incremento de la deforestación.
Los bosques y selvas también caen víctimas del crecimiento urbano constante. No toda la deforestación es consecuencia de la intencionalidad. Alguna es causa de factores humanos y naturales como los incendios forestales y el pastoreo intensivo, que puede inhibir el crecimiento de nuevos brotes de árboles.
La deforestación tiene muchos efectos negativos para el medio ambiente, El impacto más dramático es la pérdida del hábitat de millones de especies. Setenta por ciento de los animales y plantas habitan los bosques de la Tierra y muchos no pueden sobrevivir la deforestación que destruye su medio. La deforestación es también un factor coadyuvante del cambio climático.
Los suelos de los bosques son húmedos, pero sin la protección de la cubierta arbórea, se secan rápidamente. Los árboles también ayudan a perpetuar el ciclo hidrológico devolviendo el vapor de agua a la atmósfera. Sin árboles que desempeñen ese papel, muchas selvas y bosques pueden convertirse rápidamente en áridos desiertos de tierra yerma.
La eliminación de la capa vegetal arrebata a los bosques y selvas de sus palios naturales, que bloquean los rayos solares durante el día y mantienen el calor durante la noche. Este trastorno contribuye a la aparición de cambios de temperatura más extremos que pueden ser nocivos para las plantas y animales.
Los árboles desempeñan un papel crucial en la absorción de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Tener menos bosques significa emitir más cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera y una mayor velocidad y gravedad del cambio climático.
La solución más rápida a la deforestación es, sencillamente, interrumpir la tala de árboles. Aunque el ritmo de deforestación se ha ralentizado un poco en los últimos años, las realidades financieras actuales hacen de esta solución una alternativa poco probable. La solución más viable sería gestionar los recursos vegetales cuidadosamente mediante la eliminación de los despejes agrícolas para asegurar que los entornos forestales permanecen intactos.
La tala que se realice debe hacerse de forma balanceada mediante la plantación de suficiente árboles jóvenes que sustituyan a los más viejos en todos los bosques y selvas. El número de nuevas plantaciones de árboles aumenta cada año, pero el total todavía equivale a una ínfima parte del área forestal del planeta.
¿Dónde afecta más la deforestación?
Los árboles como víctimas – Las causas de la deforestación son tan antiguas como la propia actividad humana, especialmente desde la extensión de la agricultura. Algunas zonas del planeta ya sufrieron fases de destrucción del arbolado hace siglos, debido principalmente al cambio del uso del suelo para hacerlo cultivable, a la tala masiva con el fin de obtener madera (como combustible y material de construcción de viviendas o flotas de barcos, entre otros usos) y al desarrollo industrial intenso unido al crecimiento demográfico. Pero también influyen los aspectos demográficos: el abandono de las zonas rurales y la tendencia a la concentración de la población en las ciudades. Según la ONU, a mediados de siglo vivirá en ellas el 90% de la población global, Enrique Segovia menciona el caso de España: “Es un país que ha tenido una deforestación impresionante durante siglos y ahora está recuperando mucha masa forestal, en parte porque se plantan nuevos bosques y en parte porque los que quedan no se destruyen al despoblar el mundo rural”.
No obstante, este fenómeno también implica una consecuencia adversa: la falta de mantenimiento y limpieza de las masas forestales que durante milenios han asegurado las poblaciones campesinas, lo que se traduce en un mayor riesgo de incendios devastadores (que además emiten grandes cantidades de, GEI).
En este sentido, WWF también advierte de que la deforestación degrada el terreno y lo hace mucho más vulnerable a catástrofes naturales como las inundaciones que arrastran la capa de tierra fértil. La deforestación más dañina para el medioambiente global se localiza en las zonas tropicales y subtropicales del globo terráqueo. La deforestación del Amazonas afecta a toda la población mundial, como la pérdida de cualquier bosque, dada la gravedad de sus consecuencias y el efecto en cadena. Los datos hablan por sí solos: casi un tercio de la superficie terrestre actual está arbolada, casi la mitad de las especies habitan en ella, las masas forestales nutren el 75% de las fuentes de agua dulce y más de 1.000 millones de personas viven en esos hábitats.48:42 Audio Su condición de sumideros de CO2 es especialmente relevante, ya que se trata del principal gas responsable del,
¿Cómo se mide la tasa de deforestación?
¿Cómo se mide la deforestación? Existen distintos insumos y métodos para mapear y detectar cambios en la cobertura forestal. Particularmente, estos se apoyan en la utilización de algoritmos de clasificación automatizados que, a partir del uso de imágenes de satélite, detectan cambios de cobertura en un periodo determinado.
Para realizar una estimación más exacta de la deforestación en México, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) ha desarrollado el Sistema Satelital de Monitoreo Forestal (SAMOF), que es uno de los tres componentes que conforman el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal (SNMF), junto con el Inventario Nacional Forestal y de Suelos (INFyS) y el Sistema de Monitoreo Reporte y Verificación (SMRV). Particularmente, el SAMOF está diseñado para generar información geoespacial de la cobertura del suelo y del cambio en la cobertura del suelo para la estimación de las tasas de deforestación y degradación de conformidad con lo estipulado en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable. |
Enfoque metodológico del SAMOF La elaboración de los productos geoespaciales del sistema SAMOF, consiste en realizar un mapa de cobertura del suelo (MCS) de muy alta calidad, a partir del procesamiento y análisis de imágenes del sensor OLI del satélite Landsat 8 tomadas durante el año 2016.
El MCS 2016 es la referencia sobre el cual se adicionan o sustraen las capas de polígonos de cambios, identificados mediante el uso de algoritmos para el procesamiento de imágenes de satélite. De esta manera se obtienen mapas de cambio de cobertura de Suelo (MCCS) que, posteriormente, se utilizan para actualizar los MCS de los años previos y posteriores al año base 2016.
Los periodos elegidos para la elaboración de los MCCS fueron 2000-2003, 2003-2011, 2011-2014, 2014-2016 y 2016-2018. Para conocer la exactitud de la información contenida en los MCS y MCCS de Quintana Roo, se realiza un proceso de evaluación de la información contenida en los mapas mediante muestras aleatorias. Por ejemplo, en el caso del MCS del año base 2016 de Quintana Roo, se evaluaron 1,497 puntos como se muestra en el siguiente mapa, siguiendo las recomendaciones y metodología descrita por Olofsson et al., (2014) disponible en este vínculo,
¿Cómo está la deforestación en la actualidad?
La deforestación continúa, pero a una tasa inferior. Se estima que desde 1990 se han perdido 420 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo lost worldwide a causa de la deforestación, pero la tasa de pérdida de bosques ha disminuido considerablemente.
¿Cuántas hectáreas de bosques naturales pierde al año el Perú a causa de las empresas informales?
Un año marcado por la pandemia del COVID-19 – Las regiones donde se ha identificado un mayor incremento de deforestación durante el 2020 han sido Ucayali, con un aumento del 23 %; Loreto, con 17 % más y Madre de Dios, con un incremento del 11 % con respecto al año 2019, indicó el Ministerio del Ambiente a las consultas hechas por Mongabay Latam. Cultivos de hoja de coca registrados durante el patrullaje por el caserío de Parinari. Foto: fuentes locales. Ucayali ha sido la región con mayor deforestación en Perú en el 2020. Las cifras del portal de Geobosques indican 47 267 hectáreas perdidas en la región.
- En este departamento, además, se han identificado 45 posibles pistas de aterrizaje clandestinas durante el 2020 y nueve más en lo que va del 2021, según informes del Gobierno Regional de Ucayali.
- Esta es una muestra de lo que significa el avance del narcotráfico en esta región.
- También lo es el asesinato de líderes indígenas registrados durante el 2020 en la zona de frontera entre las regiones de Ucayali, Huánuco y Pasco.
“Todo lo que se ha visto en la zona de frontera entre Ucayali y Huánuco vinculado a los defensores ambientales y la presión por cultivos ilegales de hoja de coca. Es un problema vinculado a la seguridad”, precisa Quijandría. Los principales motores de la deforestación en Madre de Dios están vinculados a la ampliación de la frontera agrícola y la construcción de trochas y caminos forestales. Foto: Dina Tsouluhas. César Ipenza, abogado especializado en temas ambientales, menciona que con el aislamiento y la inmovilización decretada por el COVID-19 se creía que las actividades ilegales iban a reducirse, sin embargo, eso no sucedió.
- Las actividades ilegales se han incrementado en el país.
- Si se ve tala y minería, ha sido un año tremendo”.
- Ipenza además considera que la pobreza ha llevado a mucha gente ha migrar a zonas lejanas para dedicarse al cultivo de hoja de coca, al transporte de insumos y de droga.
- Los valles de los ríos Pichis y del Palcazú, que antes habían sido zonas liberadas de narcotráfico, han vuelto a tener presencia”, agrega.
Por otro lado, Ipenza señala que aunque Ucayali ha tenido una mayor deforestación, considerando la cantidad de hectáreas perdidas, si se toma en cuenta el porcentaje de territorio amazónico: Huánuco es la región que ocupa el primer lugar. Según Geobosques, esta región perdió 17 911 hectáreas de cobertura boscosa el año pasado, con un acumulado de 351 792 entre 2001 y 2020. El primer asesinato a un líder indígena en 2020 ocurrió en la comunidad nativa Unipacuyacu. Foto: Christian Ugarte / Mongabay Latam. Ha sido en Huánuco donde ocurrió el primer asesinato de un líder indígena apenas un mes después de decretada la cuarentena.
- El 12 de abril asesinaron a Arbildo Meléndez, jefe de la comunidad nativa Unipacuyacu, del pueblo indígena kakataibo, que se enfrentaba a quienes habían invadido su territorio y al avance de los cultivos ilegales de coca en las tierras comunales.
- En los meses siguientes cuatro indígenas kakataibo fueron asesinados en el territorio comprendido entre Ucayali y Huánuco.
En todos los casos las muertes estuvieron relacionadas con la presencia del narcotráfico. “Era lo que se esperaba ante la ausencia del estado”, dice el Procurador Público del Ministerio del Ambiente Julio Guzmán en referencia a las más de 200 000 hectáreas perdidas en 2020. La minería ilegal es otra de las causas de deforestación en la Amazonía peruana. Foto: Vico Méndez Guzmán señala que si bien se debe analizar qué ha sucedido con cada uno de los delitos ambientales en el territorio amazónico, también menciona que “hubo un aumento de los delitos relacionados con los bosques”.
- El procurador explica que por lo menos se ha presentado un 25 % más de delitos ambientales asociados a la tala ilegal, pero también “las mafias vinculadas al narcotráfico han seguido operando”.
- Las razones detrás de la deforestación han sido diversas en cada región —señala el Ministerio del Ambiente— en Ucayali se ha identificado el incremento de cultivos ilegales de coca en algunas provincias como en Coronel Portillo, específicamente en Calleria y Masisea.
En Loreto, en la parte limítrofe con San Martin, al igual que en la zona de Caballococha, también existe mucha influencia de cultivos ilícitos de hoja de coca. Los delitos de tala ilegal aumentaron durante el año 2020. Foto: Hugo Alejos. De acuerdo con el informe anual de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), Perú alcanzó un récord histórico de 88 200 hectáreas de cultivos ilegales de coca en 2020, una cifra que supera en 16 000 hectáreas lo reportado en 2019.
- El informe también señala que la pandemia del COVID-19 presentó obstáculos para el gobierno en sus esfuerzos por proporcionar medios de vida alternativos para quienes habían dejado de cultivar coca, construir infraestructura de transporte en áreas alejadas y brindar seguridad en zonas rurales.
- Hubo una pausa de meses en los esfuerzos de erradicación en 2020 debido a las restricciones de la cuarentena de COVID-19 en el país”, señala el reporte.
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¿Cómo podemos evitar la deforestación en el Perú?
Frenar la deforestación es posible si una serie de medidas simples son adoptadas: concentrar el desarrollo agropecuario en los casi 10 millónes de hectáreas ya deforestadas y subutilizadas, elevando la productividad, terminar la titulación de tierras ya deforestadas, impulsar el manejo forestal sostenible de bosques
¿Qué es la deforestación y 3 causas?
Las causas de la deforestación – La explotación maderera, la transformación de los bosques en terrenos para el cultivo o la ganadería son las principales causas de disminución de la Amazonia. La explotación forestal constituye la más antigua de las causas de deforestación.
- El corte a ras y « el corte selectivo » son nefastos, generan despilfarro y arrancan a la selva su equilibrio natural.
- Solo 30% de la madera cortada es comercializada después del proceso de transformación.
- El ganado es la causa directa de la deforestación.
- De todas maneras la agricultura intensiva, empujando hacia el bosque los otros cultivos, es un factor principal de deforestación.
El cultivo dominante es la soja, que se desarrolla principalmente en detrimento del Cerrado. En Brasil, los cambios de uso de suelos, como por ejemplo la conversión del bosque en campos de soja o pastos, constituye 2/3 de las emisiones CO2 del país.
¿Cómo está la deforestación en la actualidad?
La deforestación continúa, pero a una tasa inferior. Se estima que desde 1990 se han perdido 420 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo lost worldwide a causa de la deforestación, pero la tasa de pérdida de bosques ha disminuido considerablemente.
¿Cómo es la deforestación en la actualidad?
Tan solo en los últimos 13 años, la deforestación ha arrasado 43 millones de hectáreas en todo el mundo, acabando con bosques y selvas de forma masiva y causando un inmenso daño a la calidad de los suelos.
¿Cómo se encuentra la deforestación?
Fecha: 11 junio 2019 Autor: Lorin Hancock
La deforestación y la degradación forestal son temas urgentes relacionados con los bosques de nuestro planeta: cerca del 47% de los bosques del mundo enfrenta un alto riesgo de deforestación o degradación para el año 2030. Si bien ambas dañan la salud de los bosques, existe una diferencia entre la deforestación y la degradación forestal.
Cuando un bosque se degrada significa que aún existe pero ya no funciona bien. Se convierte en una versión reducida de lo que solía ser y su salud disminuye hasta que ya no puede sustentar a las personas y la vida silvestre. Por ejemplo, filtrando el aire que respiramos y el agua que bebemos, o proporcionando alimento y refugio a los animales.
- La degradación de los bosques, en términos de masa de tierra, es un problema aún más grave que la deforestación: aproximadamente 6.5 millones de millas cuadradas de bosques tienen un alto riesgo de degradarse en los próximos 10 años.
- Hay algunos factores principales que detonan la degradación de los bosques.
Uno de ellos es el cambio climático: las temperaturas más altas y los impredecibles patrones climáticos aumentan el riesgo y la gravedad de los incendios forestales, la infestación de plagas y las enfermedades. Pero la principal causa de la degradación de los bosques es la tala insostenible e ilegal.
- Es una industria multimillonaria basada en la creciente demanda de madera, productos de papel y combustible baratos.
- Cuando no se realiza responsablemente, los madereros destruyen parte del bosque para crear caminos, extraen la mayor cantidad posible de árboles de alto valor y arrastran la madera para venderla.
En un bosque degradado debido a la tala ilegal e insostenible existen claros, una telaraña de caminos, vegetación devastada y maleza, al igual que trincheras excavadas en el suelo del bosque. La degradación de los bosques es también el preámbulo de la deforestación. Deforestación en el Cerrado, Brasil, uno de los ecosistemas tropicales más antiguos y diversos del mundo y uno de los más amenazados del planeta. Un millón de hectáreas de bosque se pierden en el Cerrado cada año, dando paso a las plantaciones de soya para la producción de alimentos para consumo humano y animal, así como biocombustibles.
Aún hay esperanza para detener la degradación de los bosques. WWF está trabajando en todo el mundo para establecer una respuesta coordinada y de cero tolerancia ante la tala insostenible e ilegal. Trabajamos a nivel internacional para fortalecer y hacer cumplir las leyes, así como en Estados Unidos para evitar que los productos provenientes de madera ilegal entren al país.
WWF también ayuda a algunas de las empresas más grandes del mundo a invertir y exigir madera que se genera, procesa, transporta y comercializa de manera legal y responsable, lo cual hace que todo el mercado se enfoque en mejores prácticas. La buena noticia es que los consumidores también pueden poner de su parte comprando productos de madera y papel certificados por el Forest Stewardship Council (FSC).
¿Qué regiones políticas del Perú se ven afectadas por la deforestación en la actualidad?
Con casi 70 millones de hectáreas de selva, la Amazonía peruana cubre más de la mitad del territorio nacional. La región se extiende de norte a sur en los departamentos de Loreto, Amazonas, San Martín, Ucayali y Madre de Dios. Otros diez departamentos se intersecan con la región amazónica: Cajamarca, Huancavelica, La Libertad, Pasco, Piura, Puno, Ayacucho, Junín, Cuzco y Huánuco.
Por su riqueza en recursos naturales, la Amazonía peruana está sufriendo el saqueo a una velocidad acelerada. En 2020, Perú alcanzó los más altos niveles de deforestación en la historia del país, con un total de 203.272 hectáreas arrasadas, casi 40 por ciento más que en 2019. Antes de este aumento, entre 2017 y 2019, el país exhibió tasas de deforestación constantes de unas 150.000 hectáreas por año, equivalentes a una pérdida de cobertura arbórea anual del 19 por ciento.
Hoy en día, Perú se ubica en el quinto lugar con la mayor tasa de deforestación del mundo y el tercero mayor en la Amazonía, detrás de Brasil y Bolivia, En total, Perú ha perdido más de 26.000 kilómetros cuadrados de selva desde 2001, un área mayor que la extensión de El Salvador.
Las zonas más afectadas por la deforestación se encuentran en la cuenca del Amazonas y se concentran en las comunidades indígenas de los departamentos de Ucayali, Pasco, Junín y Huánuco, centro del país; en Loreto, al norte; y en Madre de Dios, al sur de Perú. Los elevados índices de deforestación tienen muchas causas, la menor de las cuales no es la cuasicrónica crisis política y el vacío de poder que padece Perú en la actualidad.
El caos político ha socavado las medidas contra la deforestación y los delitos ambientales, relegándolos en la agenda. VEA TAMBIÉN: Cubrimiento sobre delitos ambientales Asimismo, la pandemia ha sido otro factor clave en los números récord de deforestación, pues la contingencia desvió la atención del gobierno de la protección ambiental, lo cual propició el desenfreno de los delitos ambientales. “La Covid-19 obligó a la gente a salir de las zonas urbanas y adentrarse en la selva”, comenta el exministro de interior, Carlos Basombrío.
Sin embargo, la cruda verdad es que la destrucción ecológica de la Amazonía hace parte de una guerra de mayor envergadura que viene de décadas atrás. Países como Perú tienen dificultades para balancear la necesidad de fomentar el crecimiento económico con la necesidad de proteger los frágiles ecosistemas responsables de dicho crecimiento.
“Allí, muchos se han ocupado en actividades que causan deforestación, como la agricultura o la minería”, agrega Basombrío.