Cuándo consultar al médico – Los dolores de cabeza ocasionales son frecuentes y, por lo general, no requieren atención médica. Sin embargo, consulta con el médico en los siguientes casos:
Habitualmente tienes dos o más dolores de cabeza por semana Tomas un analgésico para los dolores de cabeza la mayoría de los días Para aliviar los dolores de cabeza, necesitas una dosis mayor de analgésicos de venta libre que la dosis recomendada El patrón del dolor de cabeza cambia o los dolores de cabeza empeoran Los dolores de cabeza son incapacitantes
Busca atención médica si el dolor de cabeza tiene las siguientes características:
Es repentino e intenso Está acompañado de fiebre, rigidez en el cuello, desorientación, convulsiones, visión doble, debilidad, entumecimiento o dificultad para hablar Aparece después de una lesión en la cabeza Empeora a pesar de descansar y tomar analgésicos
Contents
- 1 ¿Qué tipo de dolor de cabeza es preocupante?
- 2 ¿Cuántos días se puede estar con dolor de cabeza?
- 3 ¿Cómo se puede sospechar de un tumor cerebral?
- 4 ¿Cómo te das cuenta que tienes un tumor?
- 5 ¿Cuánto es lo máximo que te puede doler la cabeza?
¿Cómo saber si mi dolor de cabeza es grave?
El dolor de cabeza se presenta súbitamente y es explosivo o violento. Este tipo de dolor de cabeza necesita atención médica de inmediato. Puede deberse a la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro. Llame al 911 o al número local de emergencia o vaya a la sala de emergencias más cercana.
¿Qué tipo de dolor de cabeza es preocupante?
1. Dolor acompañado de fiebre – Un dolor de cabeza acompañado de fiebre suele indicar que tienes algún tipo de infección, que podría ser una sinusitis común o algo más grave, como COVID-19 o una encefalitis (inflamación del cerebro). Si además tienes el cuello rígido, el médico podría sospechar un caso de meningitis.
A veces, la encefalitis y la meningitis también pueden causar confusión y dificultad para hablar. Ambas enfermedades pueden poner en peligro la vida si no se tratan de inmediato. “Las personas mayores tienen una mayor debilidad del sistema inmunitario, por lo que tienen un riesgo ligeramente mayor de sufrir algunas de estas infecciones”, afirma Carver.
Un estudio (en inglés) determinó que aproximadamente la mitad de los pacientes con COVID-19 reportan dolor de cabeza como síntoma,
¿Cuándo debo ir a urgencias por un dolor de cabeza?
Cuándo acudir a Emergencia por dolor de cabeza – INCN
- Si el dolor de cabeza es intenso, repentino y se incrementa al realizar movimiento o esfuerzo y va acompañado de fiebre, vómitos rápidos y trastorno de conciencia, puede ser síntoma de una enfermedad grave, por lo que se aconseja acudir de inmediato al hospital más cercano.
- Si el dolor de cabeza es intenso, repentino y se incrementa al realizar movimiento o esfuerzo y va acompañado de fiebre, vómitos rápidos y trastorno de conciencia, puede ser síntoma de una enfermedad grave, por lo que se aconseja acudir de inmediato al hospital más cercano.
- Así, lo aconseja la médico neuróloga del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, María Elena Novoa Mosquera, quien precisa que el dolor de cabeza o cefalea se ha convertido en uno de las primeras causas de atención en la Emergencia del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN).
- Al respecto, indicó que aunque el 90% de estos casos son benignos y pueden tratarse en consulta externa, el otro 10% puede estar relacionado a la aparición de enfermedades cerebrales y debemos prestarle atención.
- Precisó que las causas del dolor de cabeza son múltiples, la mayoría conocidas como cefaleas primarias: tensional y migraña, ocurren por una mala función del cerebro.
La de tipo tensional aparece por tensión de los músculos de la cara, el cuello y los hombros debido a posturas incorrectas, estrés y/o cansancio. En tanto, la migraña se caracteriza porque el dolor se presenta en la mitad del cráneo, aunque puede ser también bilateral y su origen es por inflamación del vaso sanguíneo o algunos nervios del cerebro.
- Cuando el dolor es intenso, repentino y aumenta con el movimiento o esfuerzo y viene seguido de fiebre, vómitos explosivos y trastorno de conciencia, es momento de acudir o llevar a la persona de inmediato al establecimiento de salud más cercano para que reciba atención médica.
- Recomendaciones
- Debido a que existen más de 300 tipos de cefalea, es necesario consultar con el médico especialista (neurólogo) para hacer un diagnóstico y descartar enfermedades graves.
- Los medicamentos para el dolor de cabeza siempre se deben tomar por indicación médica para no generar problemas de resistencia que podrían transformar el dolor leve a severo.
- Oficina de Comunicaciones 30 de octubre de 2019.
: Cuándo acudir a Emergencia por dolor de cabeza – INCN
¿Cómo es el dolor de un tumor en la cabeza?
Los síntomas pueden desarrollarse gradualmente o durante un tiempo muy corto, esto dependerá del tipo de tumor cerebral. Los tumores malignos y benignos pueden causar síntomas similares. Algunos de los síntomas dependen del lugar en el que se encuentra el tumor.
Dolores de cabeza
Los dolores de cabeza son un síntoma común de un tumor cerebral, pero no suele ser el único síntoma. Por lo general son sordos y constantes y en ocasiones punzantes. Es importante ver a un médico si los dolores de cabeza le despiertan por la noche, son peores por la mañana y si tiene náuseas.
Síntomas por el aumento de la presión
Un tumor puede aumentar la presión del cráneo (aumento de la presión intracraneal). Puede ser causado por la hinchazón alrededor del tumor, por el tumor en sí, o por un bloqueo del flujo de líquido cefalorraquídeo. Los síntomas más comunes del aumento de la presión son dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
Convulsiones
Las convulsiones son un síntoma común de los tumores cerebrales. Son más comunes en los tumores que se originan en el cerebro. Hay diferentes tipos de convulsiones, algunas pueden causar espasmos al relajar y contraer los músculos, puede perder la consciencia por algún tiempo o puede morderse la lengua o mejilla.
Cambios en la personalidad y el comportamiento
Puede tener cambios en su personalidad y comportamiento, o tener problemas con el pensamiento, el razonamiento o la memoria. A veces, los miembros de la familia o amigos, son los primeros en notar estos cambios.
Los síntomas y la posición del tumor
Algunos de los síntomas dependen de la posición del tumor: – El lóbulo frontal: cambios en la personalidad o el comportamiento, descoordinación al caminar o debilidad en un lado del cuerpo. – El lóbulo temporal: problemas con el habla o con la memoria.
- El lóbulo occipital: problemas con la vista.
- El cerebelo: falta de coordinación, visión doble o visión borrosa, inestabilidad o problemas con el habla.
- El tronco cerebral: mareos, inestabilidad, falta de coordinación al caminar, debilidad facial, visión doble, dificultad para hablar y para la deglución.
– La glándula pituitaria: diferentes síntomas relacionados con las hormonas, incluyendo periodos irregulares, infertilidad, aumento de peso, hipertensión, diabetes, cambios de humor. – El nervio que controla la audición y el equilibrio (nervio acústico): el neuroma acústico puede causar pérdida de audición en uno o ambos oídos.
¿Cómo saber si un dolor de cabeza es alarmante?
Su dolor de cabeza empeora durante un período de 24 horas. También tiene fiebre, rigidez en el cuello, náuseas y vómitos con su dolor de cabeza. Su dolor de cabeza se presenta con un traumatismo craneal. Su dolor de cabeza es intenso y solo en uno de los ojos, con enrojecimiento en dicho ojo.
¿Dónde se localiza el dolor de cabeza por estrés?
Una banda apretada o prensa en o alrededor de la cabeza. Generalizado (no solo en punto o en un lado) Peor en el cuero cabelludo, sienes o parte posterior del cuello y posiblemente en los hombros.
¿Cómo saber si es migraña o tensión alta?
Dolores de cabeza tensionales en comparación con las migrañas – Puede resultar difícil distinguir los dolores de cabeza tensionales de las migrañas. Además, si tienes dolores de cabeza tensionales ocasionales o frecuentes, también puedes tener migrañas.
¿Cómo se siente el dolor de cabeza por ansiedad?
Síntomas del dolor de cabeza por ansiedad Dolor sordo, que puede ser de intensidad leve o moderada. Sensación de presión por detrás de los ojos. Presión como si se tuviese una banda alrededor de la cabeza. Tensión muscular tanto en el cuello como en los hombros.
¿Cuándo preocuparse por punzadas en la cabeza?
Pinchazos en la cabeza: ¿Cuándo ir a urgencias? – Para corroborar que lo que te provoca los pinchazos en la cabeza es alguna de las causas que acabamos de mencionar, deberías pedir cita a un médico. A veces, solo explicando qué te pasa puede saber de qué patología se trata, mientras que en otras ocasiones será necesario realizar pruebas complementarias, como un electroencefalograma,
Presentas confusiones o te has desmayado. En 24 horas los pinchazos aumentan o se extienden más de 4 días. El dolor de cabeza que tienes no se puede comparar con uno que hayas tenido anteriormente. Tienes convulsiones, fiebre, náuseas o vómitos. Se presentan erupciones en la piel. Tienes rígida la nuca y te duele el cuello. Te cuesta articular palabras o realizar ciertos movimientos.
¿Cuántos días se puede estar con dolor de cabeza?
Síntomas del dolor de cabeza – Los dolores de cabeza pueden tener distintos síntomas. Estos factores contribuyen a describirlos: El momento. Esto es el momento del día en que se presenta un dolor de cabeza. A veces, el momento de un dolor de cabeza brinda una pista de su causa.
Por ejemplo, los dolores de cabeza que se producen más tarde en el día a menudo son tensionales. La frecuencia. Esto es cuán seguido sufre de dolor de cabeza. Por ejemplo, ocasionalmente, semanalmente o diariamente. Los desencadenantes. Estos son los factores que inician un dolor de cabeza. Estos pueden incluir la exposición al frío, luces parpadeantes, ruidos fuertes o alimentos específicos.
La duración. Esto es cuánto dura el dolor de cabeza. Puede ser de unos minutos hasta horas, o hasta días. Algunos dolores de cabeza comienzan y terminan repentinamente. Otros se producen y duran varias horas o días. La ubicación. Este es el lugar donde siente el dolor.
Parte superior de los ojos En la frente o las sienes En la nuca En un lado de la cabeza
La gravedad. Este es el nivel de dolor. Puede ir desde leve hasta severo e incapacitante. Incapacitante significa que tiene dificultad para moverse o hablar mientras dura el dolor de cabeza. Algunos dolores de cabeza comienzan siendo leves y se van intensificando gradualmente.
Pulsátil Punzante o agudo Sensación de presión Dolor sordo
Además del dolor de cabeza en sí, es posible que experimente síntomas relacionados con el dolor de cabeza que incluyen:
Náuseas y vómitos Mareos Visión borrosa Sensibilidad a la luz o a los sonidos Fiebre Dificultad para moverse o hablar Dolor que se incrementa con la actividad
Considere llevar un diario del dolor de cabeza donde llevar un registro de estos síntomas. Esto le ayudará a su médico a diagnosticar y tratar sus dolores de cabeza.
¿Cómo son los síntomas de cáncer en la cabeza?
Cánceres de cabeza y cuello Los cánceres que en su conjunto se conocen como cánceres de cabeza y cuello suelen tener su origen en las que recubren las superficies de la de la cabeza y el cuello (por ejemplo, las del interior de la boca, la garganta y la laringe).
A estos cánceres se les denomina de la cabeza y el cuello. Los cánceres de cabeza y cuello también se originan en las, los o los músculos o los nervios de la cabeza y el cuello, pero estos tipos de cáncer son mucho menos comunes que los carcinomas de células escamosas (, ). Los cánceres de cabeza y cuello se pueden formar en la: Cavidad oral: incluye los labios, los dos tercios frontales de la lengua, las encías, la mucosa en el interior de las mejillas y los labios, el piso (la parte inferior) de la boca debajo de la lengua, el (la parte superior ósea de la boca) y la zona pequeña de la encía detrás de las muelas del juicio.
Garganta (faringe): la faringe es un tubo hueco que mide cerca de 5 pulgadas de largo, que inicia detrás de la nariz y continúa al esófago. Tiene tres partes: la (la parte superior de la faringe, detrás de la nariz); la (la parte media de la faringe, incluso el paladar blando que es la parte posterior de la boca, la base de la lengua y las amígdalas) y la (la parte inferior de la faringe).
Laringe (órgano fonador): la laringe es un conducto corto formado por cartílago justo debajo de la faringe en el cuello. La laringe contiene las, También tiene un pedazo de tejido pequeño, llamado, que se mueve para cubrir la laringe y evitar que el alimento entre a las vías respiratorias. Senos paranasales y cavidad nasal: los senos paranasales son espacios huecos pequeños en los huesos de la cabeza que rodean la nariz.
La cavidad nasal es el espacio hueco en el interior de la nariz. Glándulas salivales: las glándulas salivales mayores se encuentran en el piso de la boca y cerca del maxilar (la mandíbula). Las glándulas salivales producen saliva. Las glándulas salivales menores se encuentran en todas las membranas mucosas de la boca y la garganta. Regiones en el cáncer de cabeza y de cuello. Ilustra el sitio de los senos paranasales, de la cavidad nasal, la cavidad oral, la lengua, las glándulas salivales, la laringe y la faringe (incluidas la nasofaringe, la orofaringe y la hipofaringe). En general, los cánceres que afectan las siguientes partes del cuerpo no se clasifican como cánceres de cabeza y cuello: encéfalo, ojos, esófago, glándula tiroidea, piel en la cabeza o el cuello Si un se disemina, casi siempre lo hace de forma local o se dirige a los del cuello.
A veces, se pueden encontrar células escamosas cancerosas en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuello cuando no hay indicios de cáncer en otras partes de la cabeza y el cuello, tal vez porque el tumor primario original es demasiado pequeño. Cuando esto sucede, el cáncer se denomina carcinoma de células escamosas metastásico de sitio primario desconocido (oculto).
Para obtener más información sobre este tipo de cáncer, consulte, Consumo de alcohol y tabaco (incluso la y el, a veces llamado “tabaco para mascar” o “tabaco en polvo”) son los dos más importantes para los cánceres de cabeza y cuello, sobre todo para el cáncer de cavidad oral, el cáncer de hipofaringe y el cáncer de laringe (–).
Las personas que consumen tanto tabaco como alcohol tienen un riesgo mayor de presentar estos cánceres que las personas que consumen solo uno o el otro (, ). La causa de la mayoría de los carcinomas de células escamosas de cabeza y cuello de la boca y la laringe son el consumo de tabaco y alcohol ().
La infección por tipos de (VPH) que causan cáncer, sobre todo el VPH de tipo 16, es un factor de riesgo de los cánceres de orofaringe que afectan las amígdalas o la base de la lengua (–). En los Estados Unidos, la incidencia de los cánceres de orofaringe a causa de la infección por el VPH está en aumento, mientras que la incidencia de los cánceres de orofaringe relacionados con otras causas está en descenso ().
La infección crónica por el VPH es responsable de casi el 75 % de todos los cánceres de orofaringe (, ). Aunque el VPH se puede detectar en otros cánceres de cabeza y cuello, solo causa cáncer en la orofaringe. No se entienden bien las razones de esto. Otros factores de riesgo especificos para cánceres de cabeza y cuello son los siguientes: Betel masticable (paan/buyo),
El consumo de betel masticable (paan/buyo), una costumbre en el sudeste asiático, tiene una fuerte relación con un aumento del riesgo de cánceres de la boca (, ). Exposición laboral. La exposición laboral al polvo de madera es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (, ).
Determinadas exposiciones industriales, incluso al amianto () y a las fibras sintéticas, se relacionaron con el cáncer de laringe, pero el aumento del riesgo sigue siendo polémico (). Las personas que trabajan en construcción, con metales, textiles, cerámica, madera o alimentos pueden tener un riesgo mayor de cáncer de laringe ().
La exposición laboral al polvo de madera, el polvo de níquel o el es un factor de riesgo de cánceres de senos paranasales y cavidad nasal (–). Exposición a la radiación. La radiación dirigida a la cabeza y el cuello, para afecciones que sean o no cancerosas, es un factor de riesgo de cáncer de glándulas salivales (–).
- Infección por el virus de Epstein-Barr.
- La infección por el es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe () y de cáncer de glándulas salivales (, ).
- Ascendencia.
- La ascendencia asiática, sobre todo la ascendencia china, es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (, ).
- Trastornos genéticos subyacentes.
Algunos trastornos genéticos, como la, aumentan el riesgo de presentar lesiones precancerosas y cánceres a una edad temprana (). Los síntomas del cáncer de cabeza y cuello son: un bulto en el cuello; una llaga en la boca o en la garganta que no sana y duele; dolor de garganta que no desaparece; dificultad para tragar; y cambio o ronquera en la voz.
Estos síntomas también los pueden causar otras afecciones menos graves. Es importante consultar con el médico o el dentista sobre cualquiera de estos síntomas. Los síntomas de cánceres en zonas específicas de la cabeza y el cuello son los siguientes: Cavidad oral. Una mancha blanca o roja en la encía, la lengua o la mucosa de la boca; un bulto o inflamación en el maxilar que hace que una prótesis dental no esté bien ajustada o se sienta incómoda; y sangrado o dolor poco común en la boca.
Garganta (faringe). Dolor al tragar; dolor en el cuello o la garganta que no desaparece; dolor o zumbido en los oídos; o dificultad para oír. Laringe (órgano fonador). Dificultad para respirar o hablar; dolor al tragar o dolor de oído. Senos paranasales y cavidad nasal.
Congestión de los senos paranasales que no se despeja; infección crónica de los senos paranasales (sinusitis) que no reacciona al tratamiento con antibióticos; sangrado por la nariz; dolores de cabeza frecuentes; inflamación u otro problema de ojos; dolor en los dientes superiores; o problemas con las prótesis dentales.
Glándulas salivales. Hinchazón debajo del mentón o alrededor del maxilar; adormecimiento o parálisis de los músculos en la cara; o dolor en la cara, el mentón o el cuello que no desaparece. Los cánceres de cabeza y cuello representan casi el 4 % de todos los cánceres en los Estados Unidos ().
- Estos cánceres se presentan con una frecuencia dos veces mayor en hombres que en mujeres ().
- Los cánceres de cabeza y cuello también se diagnostican con mayor frecuencia en personas con más de 50 años de edad que en personas más jóvenes.
- Los investigadores calcularon que más de 68 000 hombres y mujeres en los Estados Unidos recibirían un diagnóstico de cánceres de cabeza y cuello en 2021 ().
La mayoría recibirá un diagnóstico de cáncer de boca, cáncer de garganta o cáncer de laringe. El cáncer de seno paranasal y de cavidad nasal y el cáncer de glándulas salivales son mucho menos comunes. Las personas con riesgo de tener cánceres de cabeza y cuello, sobre todo quienes consumen tabaco, deben consultar con el médico sobre formas de abandonar el tabaco para disminuir el riesgo.
Al evitar la infección oral por el VPH, se disminuye el riesgo de los cánceres de cabeza y cuello relacionados con los VPH. En junio de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) otorgó la de la vacuna contra el VPH para la prevención del cáncer de orofaringe y de otros cánceres de cabeza y cuello causados por los tipos de VPH 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58 en personas de 9 a 45 años de edad.
Para obtener más información sobre estas vacunas, consulte la hoja informativa, Aunque no hay ninguna prueba de detección estándar o habitual para cánceres de cabeza y cuello, los dentistas pueden examinar la cavidad oral en busca de signos de cáncer durante una revisión habitual.
El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello puede incluir cirugía,,,, o una combinación de tratamientos. El plan de tratamiento para cada paciente depende de varios factores, incluso la ubicación del tumor, el estadio del cáncer, y la edad y la salud general de la persona. Los resultados de investigaciones indicaron que los pacientes con tumores de orofaringe por VPH tienen un pronóstico mucho mejor y una probabilidad mayor de curarse por completo que quienes tienen tumores no causados por el VPH que reciben el mismo tratamiento ().
Por eso, en en curso se investiga si los pacientes con cánceres por VPH pueden recibir regímenes de tratamiento menos intensivos, como inmunoterapia o radioterapia menos intensa. Para obtener más información sobre el tratamiento de distintos tipos de cáncer de cabeza y cuello, consulte los siguientes resúmenes de tratamiento en adultos de PDQ®: El paciente y el médico deben considerar las opciones de tratamiento con cuidado.
- Deben hablar de cada tipo de tratamiento y de cómo cada tratamiento puede cambiar el aspecto del paciente, su forma de hablar, de comer o de respirar, y cómo puede afectar su,
- La cirugía para los cánceres de cabeza y cuello puede afectar la capacidad del paciente para masticar, tragar o hablar.
- Es posible que el aspecto del paciente sea diferente después de la cirugía, y que la cara y el cuello estén hinchados.
La hinchazón suele mejorar con el tiempo. Sin embargo, si se extirpan los, el flujo de la linfa puede ser más lento en donde se extirparon, y la linfa se puede acumular en los tejidos (una afección llamada ). Esto causa más hinchazón que puede durar mucho tiempo.
- El linfedema de cabeza y cuello puede ser visible o interno.
- En la mayoría de los casos, se puede aliviar por completo, mejorar o disminuir si se trata de forma oportuna.
- Si no se trata el linfedema, los pacientes tendrán más riesgo de complicaciones, como la, o de una infección en los tejidos.
- Si la celulitis es grave y no se trata, es peligrosa y puede causar más dificultades para tragar o respirar.
Después de una (cirugía para extirpar la laringe) o de otra cirugía del cuello, el paciente puede sentir adormecimiento en algunas partes del cuello y la garganta porque se cortaron algunos nervios. Si se extirparon ganglios linfáticos en el cuello, puede que los hombros y el cuello se debiliten y se pongan rígidos.
Los pacientes que reciben radiación en la cabeza y el cuello pueden presentar efectos secundarios durante el tratamiento y poco tiempo después, incluso: enrojecimiento, irritación y llagas en la boca; sequedad de boca o saliva espesa; dificultad para tragar; cambios en el sentido del gusto; o náuseas.
La radiación también puede causar: pérdida del sentido del gusto, lo que a su vez disminuye el apetito y afecta la nutrición; y dolor de oído (causado por cerumen endurecido). Los pacientes también pueden notar un poco de hinchazón o flacidez de la piel debajo del mentón, y cambios en la textura de la piel.
- El maxilar se puede sentir rígido, y es posible que los pacientes no puedan abrir la boca tanto como lo hacían antes del tratamiento.
- Aunque en muchos pacientes los efectos secundarios mejorarán de forma lenta con el tiempo, otras personas tendrán de la cirugía o la radioterapia, incluso dificultad para tragar, afectación del habla y cambios en la piel ().
Los pacientes deben notificar cualquier efecto secundario al médico o enfermero y hablar sobre cómo tratarlo. El objetivo del tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello es controlar la enfermedad. Sin embargo, los médicos también se preocupan de conservar, en lo posible, la capacidad funcional de las zonas afectadas y de ayudar a que el paciente reanude sus actividades normales lo antes posible después del tratamiento.
La rehabilitación es una parte muy importante de este proceso. Los objetivos de la rehabilitación dependen de qué tan extendida esté la enfermedad y del tratamiento que recibió el paciente. Según la ubicación del cáncer y el tipo de tratamiento, la rehabilitación puede incluir, asesoramiento nutricional, terapia del habla o aprendizaje del cuidado de un estoma.
Un estoma es una abertura en la tráquea por la que respira el paciente después de una laringectomía, la cual es la cirugía para extirpar la laringe. La Biblioteca Nacional de Medicina tiene más información sobre la laringectomía en, En algunos casos, sobre todo en el cáncer de cavidad oral, el paciente puede necesitar y plástica para reconstruir huesos o tejidos.
Sin embargo, no siempre se puede realizar la cirugía reconstructiva debido a los daños que la cirugía original o la radioterapia causó al tejido restante. Si no es posible realizar la cirugía reconstructiva, un prostodoncista (especialista en prótesis dentales) tal vez pueda crear una prótesis (una pieza dental o facial artificial) para restaurar de forma satisfactoria la capacidad de tragar y hablar, así como el aspecto físico.
Los pacientes recibirán capacitación especial para usar el dispositivo. Los pacientes que tengan dificultades del habla después del tratamiento necesitarán terapia del habla. Por lo general, un foniatra (especialista en problemas para comunicarse y para tragar) visita al paciente en el hospital para planificar la terapia y enseñarle ejercicios para el habla u otros métodos para hablar.
La terapia del habla suele continuar después de que el paciente regresa a casa. Después de recibir tratamiento para cánceres de cabeza y cuello, puede ser difícil comer. Algunos pacientes reciben nutrientes de forma directa en una vena después de la cirugía o necesitan una sonda de alimentación hasta que puedan comer por sí mismos.
Una sonda es un tubo flexible de plástico que se pasa hasta el interior del estómago por la nariz o por una incisión en el abdomen. Un enfermero o un foniatra puede ayudar a los pacientes a aprender de nuevo a cómo tragar después de la cirugía. Recibir atención de seguimiento con regularidad después del tratamiento de cáncer de cabeza y cuello es muy importante para asegurarse de que el cáncer no vuelva y de que no se forme un segundo cáncer primario (nuevo).
- Los cánceres de cabeza y cuello que no están relacionados con una infección por el VPH tienen más probabilidades de recidivar (volver) después del tratamiento.
- Según el tipo de cáncer, las revisiones médicas pueden incluir exámenes del estoma (si se creó uno), y de la boca, el cuello y la garganta.
- Además, se pueden necesitar exámenes dentales con regularidad.
De vez en cuando, el médico puede realizar una revisión física completa, análisis de sangre, radiografías y exploraciones con (TC), (TEP) o (IRM). Es probable que el médico vigile el funcionamiento de la tiroides y la hipófisis, sobre todo si se usó radioterapia para la cabeza o el cuello.
- Además, el médico puede dar asesoramiento a los pacientes para que dejen de fumar.
- En las investigaciones, se demostró que si un paciente con cáncer de cabeza y cuello sigue fumando, esto disminuye la eficacia del tratamiento y aumenta la probabilidad de un,
- Para obtener más información, consulte,
- Las personas que recibieron tratamiento para cánceres de cabeza y cuello tienen una probabilidad mayor de presentar un cáncer nuevo, por lo general, en la cabeza, el cuello, el esófago o los pulmones (–).
La probabilidad de un segundo cáncer primario (nuevo) varía según el sitio del cáncer original, pero es mayor para las personas que consumen tabaco y alcohol (). Dado que los pacientes que fuman tienen un riesgo mayor de un segundo cáncer primario, los médicos recomiendan que dejen de hacerlo.
- Para obtener información sobre cómo dejar de fumar, llame al Servicio de Información de Cáncer del NCI al 1-800-422-6237 (1-800-4-CANCER) o visite,
- También puede llamar gratis al 1-800-784-8669 (1-800-QUIT-NOW) para conectar en forma directa con las líneas estatales en su localidad y pedir ayuda para dejar de fumar.
Obtenga ayuda para encontrar estudios clínicos de tratamiento de cáncer de cabeza y cuello Llame al Servicio de Información de Cáncer del NCI al 1-800-422-6237 para obtener información sobre los estudios clínicos de tratamiento de cáncer de cabeza y cuello.
Chow LQM. Head and neck cancer. New England Journal of Medicine 2020; 382(1):60–72. doi: Son E, Panwar A, Mosher CH, Lydiatt D. Cancers of the major salivary gland. Journal of Oncology Practice 2018; 14(2):99–108. Gandini S, Botteri E, Iodice S, et al.Tobacco smoking and cancer: a meta-analysis. International Journal of Cancer 2008; 122(1):155–164. Hashibe M, Boffetta P, Zaridze D, et al. Evidence for an important role of alcohol- and aldehyde-metabolizing genes in cancers of the upper aerodigestive tract. Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention 2006; 15(4):696–703. Hashibe M, Brennan P, Benhamou S, et al. Alcohol drinking in never users of tobacco, cigarette smoking in never drinkers, and the risk of head and neck cancer: pooled analysis in the International Head and Neck Cancer Epidemiology Consortium. Journal of the National Cancer Institute 2007; 99(10):777–789. Boffetta P, Hecht S, Gray N, Gupta P, Straif K. Smokeless tobacco and cancer. The Lancet Oncology 2008; 9(7):667–675. Mariano LC, Warnakulasuryia S, Straif K, Monteiro L. Secondhand smoke exposure and oral cancer risk: A systematic review and meta-analysis. Tobacco Control 2021:tobaccocontrol-2020-056393. doi: 10.1136/tobaccocontrol-2020-056393. Hashim D, Genden E, Posner M, Hashibe M, Boffetta P. Head and neck cancer prevention: From primary prevention to impact of clinicians on reducing burden. Annals of Oncology 2019; 30(5):744–756. Hashibe M, Brennan P, Chuang SC, et al. Interaction between tobacco and alcohol use and the risk of head and neck cancer: Pooled analysis in the International Head and Neck Cancer Epidemiology Consortium. Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention 2009; 18(2):541–550. Chaturvedi AK, Engels EA, Pfeiffer RM, et al. Human papillomavirus and rising oropharyngeal cancer incidence in the United States. Journal of Clinical Oncology 2011; 29(32)4294–4301. Adelstein DJ, Ridge JA, Gillison ML, et al. Head and neck squamous cell cancer and the human papillomavirus: Summary of a National Cancer Institute State of the Science Meeting, November 9–10, 2008, Washington, D.C. Head and Neck 2009; 31(11):1393–1422. Gillison ML, D’Souza G, Westra W, et al. Distinct risk factors profiles for human papillomavirus type 16-positive and human papillomavirus type-16 negative head and neck cancers. Journal of the National Cancer Institute 2008; 100(6):407–420. Saraiya M, Unger ER, Thompson TD, et al. US assessment of HPV types in cancers: Implications for current and 9-valent HPV vaccines. Journal of the National cancer Institute 2015; 107(6):djv086. doi: 10.1093/jnci/djv086. Senkomago V, Henley SJ, Thomas CC, et al. Human papillomavirus-attributable cancers – United States, 2012–2016. MMWR. Morbidity and Mortality Weekly Report 2019; 68(33):724–728. Ho PS, Ko YC, Yang YH, Shieh TY, Tsai CC. The incidence of oropharyngeal cancer in Taiwan: An endemic betel quid chewing area. Journal of Oral Pathology and Medicine 2002; 31(4):213–219. Goldenberg D, Lee J, Koch WM, et al. Habitual risk factors for head and neck cancer. Otolaryngology and Head and Neck Surgery 2004; 131(6):986–993. Yu MC, Yuan JM. Nasopharyngeal Cancer. In: Schottenfeld D, Fraumeni JF Jr., editors. Cancer Epidemiology and Prevention.3 rd ed. New York: Oxford University Press, 2006. Yu MC, Yuan JM. Epidemiology of nasopharyngeal carcinoma. Seminars in Cancer Biology 2002; 12(6):421–429. Olshan AF. Cancer of the Larynx. In: Schottenfeld D, Fraumeni JF Jr., editors. Cancer Epidemiology and Prevention.3 rd ed. New York: Oxford University Press, 2006. Boffetta P, Richiardi L, Berrino F, et al. Occupation and larynx and hypopharynx cancer: An international case–control study in France, Italy, Spain, and Switzerland. Cancer Causes and Control 2003; 14(3):203–212. Littman AJ, Vaughan TL. Cancers of the Nasal Cavity and Paranasal Sinuses. In: Schottenfeld D, Fraumeni JF Jr., editors. Cancer Epidemiology and Prevention.3 rd ed. New York: Oxford University Press, 2006. Luce D, Leclerc A, Bégin D, et al. Sinonasal cancer and occupational exposures: A pooled analysis of 12 case–control studies. Cancer Causes and Control 2002; 13(2):147–157. Luce D, Gérin M, Leclerc A, et al. Sinonasal cancer and occupational exposure to formaldehyde and other substances. International Journal of Cancer 1993; 53(2):224–231. Mayne ST, Morse DE, Winn DM. Cancers of the Oral Cavity and Pharynx. In: Schottenfeld D, Fraumeni JF Jr., editors. Cancer Epidemiology and Prevention.3 rd ed. New York: Oxford University Press, 2006. Preston-Martin S, Thomas DC, White SC, Cohen D. Prior exposure to medical and dental x-rays related to tumors of the parotid gland. Journal of the National Cancer Institute 1988; 80(12):943–949. Horn-Ross PL, Ljung BM, Morrow M. Environmental factors and the risk of salivary gland cancer. Epidemiology 1997; 8(4):414–429. Chien YC, Chen JY, Liu MY, et al. Serologic markers of Epstein-Barr virus infection and nasopharyngeal carcinoma in Taiwanese men. New England Journal of Medicine 2001; 345(26):1877–1882. Hamilton-Dutoit SJ, Therkildsen MH, Neilsen NH, et al. Undifferentiated carcinoma of the salivary gland in Greenlandic Eskimos: Demonstration of Epstein-Barr virus DNA by in situ nucleic acid hybridization. Human Pathology 1991; 22(8):811–815. Chan JK, Yip TT, Tsang WY, et al. Specific association of Epstein-Barr virus with lymphoepithelial carcinoma among tumors and tumorlike lesions of the salivary gland. Archives of Pathology and Laboratory Medicine 1994; 118(10):994–997. Beddok A, Krieger S, Castera L, Stoppa-Lyonnet D, Thariat J. Management of Fanconi anemia patients with head and neck carcinoma: Diagnosis and treatment adaptation. Oral Oncology 2020; 108:104816. Siegel RL, Miller KD, Fuchs HE, Jemal A. Cancer statistics, 2021. CA: A Cancer Journal for Clinicians 2021; 71(1):7–33. Ang KK, Harris J, Wheeler R, et al. Human papillomavirus and survival of patients with oropharyngeal cancer. New England Journal of Medicine 2010; 363(1):24–35. Strojan P, Hutcheson KA, Eisbruch A, et al. Treatment of late sequelae after radiotherapy for head and neck cancer. Cancer Treatment Reviews 2017;59:79–92. Do KA, Johnson MM, Doherty DA, et al. Second primary tumors in patients with upper aerodigestive tract cancers: Joint effects of smoking and alcohol (United States). Cancer Causes and Control 2003; 14(2):131–138. Argiris A, Brockstein BE, Haraf DJ, et al. Competing causes of death and second primary tumors in patients with locoregionally advanced head and neck cancer treated with chemoradiotherapy. Clinical Cancer Research 2004; 10(6)1956–1962. Chuang SC, Scelo G, Tonita JM, et al. Risk of second primary cancer among patients with head and neck cancers: A pooled analysis of 13 cancer registries. International Journal of Cancer 2008; 123(10):2390–2396.
Si desea copiar algo de este texto, vea sobre instrucciones de derechos de autor y permisos. En caso de reproducción digital permitida, por favor, dé crédito al Instituto Nacional del Cáncer como su creador, y enlace al producto original del NCI usando el título original del producto; por ejemplo, “Cánceres de cabeza y cuello publicada originalmente por el Instituto Nacional del Cáncer.” : Cánceres de cabeza y cuello
¿Cómo se puede sospechar de un tumor cerebral?
Tumor cerebral: Síntomas y signos – EN ESTA PÁGINA: encontrará más información sobre los cambios en el cuerpo y otras cosas que pueden indicar un problema que puede requerir atención médica. Use el menú para ver otras páginas. Las personas con un tumor cerebral pueden experimentar los siguientes síntomas o signos.
Un síntoma es algo que solo la persona que lo experimenta puede identificar y describir, como fatiga, náuseas o dolor. Un signo es algo que otras personas pueden identificar y medir, como fiebre, erupción cutánea o pulso elevado. Juntos, los signos y las síntomas pueden ayudar a describir un problema médico.
A veces, las personas con un tumor cerebral no manifiestan ninguno de los signos y síntomas mencionados a continuación. O bien la causa de estos síntomas puede ser otra afección médica diferente que no sea un tumor cerebral. Los síntomas de un tumor cerebral pueden ser generales o específicos.
Un síntoma general es causado por la presión del tumor en el cerebro o la médula espinal. Los síntomas específicos se producen cuando una parte específica del cerebro no funciona bien debido al tumor. A muchas personas con un tumor cerebral, se les diagnosticó cuando acudieron al médico después de experimentar un problema, como dolor de cabeza u otros cambios.
Los síntomas generales incluyen:
Dolores de cabeza, que pueden ser graves y empeorar con actividad o a primera hora de la mañana Convulsiones. Las personas pueden experimentar diferentes tipos de convulsiones. Ciertos fármacos pueden ayudar a prevenirlas o controlarlas. Las convulsiones motoras, son movimientos repentinos e involuntarios de los músculos de una persona. Los diferentes tipos de convulsiones y su aspecto se enumeran a continuación:
Mioclónicas
Contracciones, sacudidas, espasmos musculares únicos o múltiples
Tónico-clónicas (de gran mal)
Pérdida de la conciencia y del tono corporal, seguida de espasmos y relajación de los músculos que se denominan contracciones Pérdida del control de las funciones corporales, como pérdida de control de la vejiga Puede ser un período corto de 30 segundos sin respirar y la piel de una persona puede tornarse de un tono azul, púrpura, gris, blanco o verde Después de este tipo de convulsión, una persona puede tener sueño y experimentar dolor de cabeza, confusión, debilidad, entumecimiento y dolor en los músculos
Sensoriales
Cambio en la sensación, la visión, el olfato o el oído sin perder el conocimiento
Parciales complejas
Pueden causar una pérdida de la conciencia o una pérdida total o parcial del conocimiento Pueden asociarse a movimientos repetitivos y no intencionados, como contracciones
Cambios de personalidad o de memoria Náuseas o vómitos Fatiga Aletargamiento Problemas para dormir Problemas de memoria Cambios en la capacidad para caminar o realizar actividades cotidianas
Los síntomas que pueden ser específicos de la ubicación del tumor incluyen:
Presión o dolor de cabeza cerca del tumor. La pérdida del equilibrio y la dificultad con las habilidades motoras finas están relacionadas con un tumor en el cerebelo. Los cambios en el juicio, incluida la pérdida de iniciativa, la lentitud y la debilidad o parálisis muscular se asocian con un tumor en el lóbulo frontal del encéfalo. La pérdida total o parcial de la visión es causada por un tumor en el lóbulo occipital o en el lóbulo temporal del encéfalo. Los cambios en el habla, la audición, la memoria o el estado emocional, como la agresividad y los problemas para comprender o recuperar palabras, pueden desarrollarse a partir de un tumor en el lóbulo frontal y temporal del encéfalo. La percepción alterada del tacto o la presión, la debilidad del brazo o la pierna en 1 lado del cuerpo o la confusión con los lados izquierdo y derecho del cuerpo están relacionados con un tumor en el lóbulo frontal o parietal del encéfalo. La incapacidad para mirar hacia arriba puede deberse a un tumor de la glándula pineal. La lactancia, que es la secreción de la leche materna, la alteración de los períodos menstruales en las mujeres y el crecimiento de las manos y los pies en los adultos están relacionados con un tumor pituitario. La dificultad para tragar, la debilidad o entumecimiento facial o la visión doble son síntomas de un tumor en el tronco encefálico. Los cambios en la visión, incluida la pérdida de parte de la visión o la visión doble, pueden deberse a un tumor en el lóbulo temporal, el lóbulo occipital o el tronco encefálico.
Si le preocupa algún cambio que ha experimentado, por favor hable con su médico. Su médico le preguntará desde cuándo y con qué frecuencia ha experimentado el (los) síntoma(s), entre otras preguntas. Esto es para ayudar a detectar la causa del problema, lo que se denomina diagnóstico.
- Si se diagnostica un tumor cerebral, el alivio de los síntomas sigue siendo un aspecto importante de la atención y del tratamiento.
- Esto puede llamarse cuidados paliativos o atención médica de apoyo.
- Generalmente, el alivio de los síntomas comienza poco después del diagnóstico y continúa durante todo el tratamiento.
Asegúrese de hablar con su equipo de atención médica sobre los síntomas que experimenta, incluido cualquier síntoma nuevo o cambio en los síntomas. Obtenga más información sobre el tratamiento de los síntomas de un tumor cerebral en la sección Tipos de tratamiento,
¿Cómo te das cuenta que tienes un tumor?
¿Cuáles son algunos signos y síntomas generales del cáncer? – La mayoría de los signos y síntomas no son a causa de cáncer, sino podría que se deben a otras razones. Si usted presenta cualquiera de estos signos y señales tras algún tiempo persisten o empeoran, deberá acudir al médico para determinar la causa.
Si el cáncer no es la causa, un médico puede ayudar a determinar cuál es la causa y tratarla de ser necesario. Por ejemplo, los ganglios linfáticos son parte del sistema inmunológico del cuerpo, los cuales ayudan a atrapar la sustancias nocivas que podrían presentarse. Los ganglios linfáticos son diminutos y difíciles de ubicar, pero cuando hay infección, inflamación o cáncer podrían lucir de mayor tamaño.
Aquellos que se encuentran cercanos a la superficie del cuerpo podrían haberse los suficientemente desarrollado para poder ser palpados con los dedos, e incluso habrá quien manifieste alguna protuberancia por debajo de la piel y encima del tumor. Una razón por la que podrían haberse inflamado los ganglios se debe a que puede que el cáncer se haya quedao atrapado dentro de dicha región.
Cansancio o un agotamiento extremo que no mejora con el descanso. Pérdida o subida en el peso que consista de 10 o más libras y que no sea por alguna razón aparente. Problemas de la alimentación tal como el no tener hambre, problemas de deglución o para tragar alimento, dolor abdominal, náuseas y vómitos. Inflamación o protuberancias en cualquier parte del cuerpo. Endurecimiento o una masa en el seno o en cualquier parte del cuerpo Dolor, especialmente el que surge de forma nueva y sin razón aparente, y que no desaparece, sino que incluso podría empeorar. Cambios de la piel tal como alguna protuberancia que presente algún sangrado o cuya piel se vuelva de textura escamosa; algún lunar nuevo o un cambio en alguno de los lunares, ulceración que no se cura con facilidad, o una coloración amarillenta en la superficie de los ojos ( ictericia ). Tos o irritación de la garganta que no desaparece. Sangrado inusual o amoratamiento sin razón aparente. Cambios en los hábitos intestinales, tal como estreñimiento o diarrea que no desaparece, o algún cambio en el aspecto de las heces. Cambios en las hábitos vesicales, tal como sangre al orinar, o la necesidad de orinar de manera más frecuente o con menor frecuencia. Fiebre o noches con sudoraciones. Dolores de cabeza. Visón o problemas de audición. Cambios en la boca, como úlceras o llagas, sangrado, dolor y entumecimiento.
Los síntomas y los signos antes mencionados son los más comunes que se manifiestan con el cáncer, pero hay muchos otros que no se mencionan aquí. Si nota cualquier cambio importante en la forma en como su cuerpo responde o se siente, especialmente si perdura por mucho tiempo o empeora, debe informarlo a su médico.
Si no tiene nada que ver con el cáncer, su médico puede averiguar más sobre lo que está pasando y tratar este síntoma de ser necesario. Si se trata de cáncer, estará dándose la oportunidad de tratarlo de forma temprana, cuando el tratamiento resulta más eficaz. Algunas veces, resulta posible encontrar el cáncer antes de que usted presente síntomas.
La Sociedad Americana Contra El Cáncer y otras organizaciones de la salud recomiendan revisiones médicas para detectar cáncer y ciertas pruebas para las personas aun cuando no presenten síntomas. Esto es útil para la detección de ciertos tipos de cáncer.
Usted puede encontrar más información sobre la detección temprana en la sección de Recomendaciones para la detección temprana del cáncer de la Sociedad Americana Contra El Cáncer. Y recuerde que aun cuando usted se haga las pruebas recomendadas para la detección del cáncer, sigue siendo importante consultar con un médico si presenta cualquier síntoma o señal asociado con el cáncer.
Estos signos y síntomas podrían indicar ya sea cáncer u otra enfermedad que exija que sea sometido a tratamiento. National Cancer Institute. Symptoms of Cancer. Cancer.gov. https://www.cancer.gov/about-cancer/diagnosis-staging/symptoms. Updated May 16, 2019.
¿Qué son los señales de alarma?
Se define como signo de alarma aquel factor de riesgo que puede presentar un paciente con lumbalgia y que podría relacionarse con el desarrollo de alguna enfermedad grave.
¿Qué es la cefalea maligna?
Es un tipo de cefalea crónica que se produce en pacientes con cefaleas primarias (especialmente migraña) al consumir analgésicos en exceso por más de tres meses (5).
¿Qué es bueno para desinflamar los nervios de la cabeza?
Una cefalea tensional es el dolor o malestar en la cabeza, el cuero cabelludo o el cuello. Es un tipo común de dolor de cabeza. Puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adolescentes y adultos. Una cefalea tensional se produce cuando los músculos del cuello y del cuero cabelludo resultan tensos o se contraen.
- Las contracciones musculares pueden ser una respuesta al estrés, la depresión, un traumatismo craneal o la ansiedad.
- Las duchas o baños fríos o calientes pueden aliviar un dolor de cabeza para algunas personas.
- Usted posiblemente también quiera descansar en una habitación tranquila con un paño frío sobre la cabeza.
Aplicar un suave masaje en los músculos de su cabeza y cuello pueden proporcionar alivio. Si los dolores de cabeza se deben al estrés o la ansiedad, tal vez necesite aprender formas de relajarse. Los analgésicos de venta libre, como ácido acetilsalicílico ( aspirin ), ibuprofeno o paracetamol pueden aliviar el dolor.
Si va a participar en una actividad que se sabe que desencadenará un dolor de cabeza, tomar un analgésico previamente le puede ayudar. Evite fumar y consumir alcohol. Siga las instrucciones de su proveedor de atención médica acerca de la forma de tomar los medicamentos. Los dolores de cabeza de rebote son dolores de cabeza que continúan reapareciendo.
Pueden presentarse a raíz del uso excesivo de analgésicos. Si usted toma analgésicos más de 3 días a la semana de manera regular, puede presentar este tipo de dolores de cabeza. Tenga en cuenta que el ácido acetilsalicílico ( aspirin ) y el ibuprofeno (Advil, Motrin) pueden irritar el estómago.
- Si toma paracetamol (Tylenol), NO tome más de un total de 4,000 mg (4 gramos) de concentración regular o 3,000 mg (3 gramos) de concentración extrafuerte al día para evitar daño al hígado.
- Conocer los factores desencadenantes del dolor de cabeza puede ayudarle a evitar situaciones que los provoquen.
- Llevar un diario de los dolores de cabeza puede ser útil.
Cuando le dé un dolor de cabeza, anote lo siguiente:
El día y la hora que empezó el dolorLo que comió y bebió en las últimas 24 horasCuánto durmióQué estaba haciendo y dónde estaba inmediatamente antes de que el dolor comenzaraCuánto tiempo duró el dolor de cabeza y qué lo alivió
Revise su diario con su proveedor para identificar factores desencadenantes o un patrón para los dolores de cabeza. Esto puede ayudarle a usted y a su proveedor a crear un plan de tratamiento. Conocer los desencadenantes puede ayudarle a evitarlos. Los cambios de estilo de vida que pueden ayudar incluyen:
Utilizar una almohada diferente o cambiar las posiciones al dormir.Adoptar una buena postura al leer, trabajar o realizar otras actividades.Ejercitar y estirar la espalda, el cuello y los hombros con frecuencia al escribir, trabajar en computadoras o hacer otro trabajo similar.Hacer ejercicio más vigoroso. Este es un ejercicio que hace que su corazón palpite rápidamente. (Consulte con su proveedor acerca de qué tipo de ejercicio es el mejor para usted).Hacerse revisar los ojos. Si tiene anteojos, úselos.Aprender y practicar el manejo del estrés. Algunas personas descubren que los ejercicios de relajación o meditación les sirven.
Si su proveedor le receta medicamentos para prevenir los dolores de cabeza o ayudar con el estrés, siga las instrucciones al pie de la letra sobre la forma de tomarlos. Coméntele a su proveedor respecto a cualquier tipo de efectos secundarios. Llame al número local de emergencias (como 911 en los Estados Unidos) si:
Está experimentando “el peor dolor de cabeza de la vida”.Presenta problemas del habla, la visión, el movimiento o pérdida del equilibrio, especialmente si no ha tenido estos síntomas con un dolor de cabeza antes.Presenta fiebre con el dolor de cabeza.El dolor de cabeza comienza de manera repentina.
Programe una cita o llame a su proveedor si:
El patrón del dolor de cabeza o el dolor cambian.Los tratamientos que alguna vez funcionaron ya no sirven.Presenta efectos secundarios por los medicamentos.Está embarazada o podría quedar embarazada, dado que algunos medicamentos no deben tomarse en este estado.Necesita tomar analgésicos más de 3 días a la semana.Los dolores de cabeza son más intensos al estar acostado.
Dolor de cabeza de tipo tensional – cuidados personales; Dolor de cabeza por contracciones musculares – cuidados personales; Dolor de cabeza – benigno – cuidados personales; Dolor de cabeza – tensión – cuidados personales; Dolores de cabeza crónicos – tensión – cuidados personales; Dolor de cabeza por rebote – tensión – cuidados personales Garza I, Whealy MA, Robertson CE, Smith JH.
- Headache and other craniofacial pain.
- In: Daroff RB, Jankovic J, Mazziotta JC, Pomeroy SL, eds.
- Bradley’s and Daroff’s Neurology in Clinical Practice,8th ed.
- Philadelphia, PA: Elsevier; 2022:chap 102.
- Jensen RH.
- Tension-type headache – the normal and most prevalent headache.
- Headache,2018;58(2):339-345.
PMID: 28295304 pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28295304/, Rozental JM. Tension-type headache, chronic tension-type headache, and other chronic headache types. In: Benzon HT, Raja SN, Liu SS, Fishman SM, Cohen SP, eds. Essentials of Pain Medicine,4th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:chap 20.
- Versión en inglés revisada por: Joseph V.
- Campellone, MD, Department of Neurology, Cooper Medical School at Rowan University, Camden, NJ.
- Review provided by VeriMed Healthcare Network.
- Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M.
- Editorial team.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
¿Cuál es la mejor medicina para el dolor de cabeza?
Medicamentos de efecto inmediato – Hay muchos medicamentos disponibles, con y sin receta médica, para reducir el dolor de cabeza, entre ellos:
Analgésicos. Los analgésicos simples disponibles sin receta médica suelen ser la primera línea de tratamiento para reducir el dolor de cabeza. Estos incluyen aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y naproxeno sódico (Aleve). Combinación de medicamentos. La aspirina o el acetaminofén (Tylenol, otros) o ambos con frecuencia se combinan con cafeína o un fármaco sedante en un solo medicamento. Los medicamentos combinados pueden ser más eficaces que los analgésicos de un solo ingrediente. Muchos medicamentos combinados están disponibles sin receta médica. Triptanos y narcóticos. Para las personas que padecen migrañas y dolores de cabeza de tipo tensional ocasionales, un triptano puede aliviar de forma eficaz ambos dolores de cabeza. Los opioides, o narcóticos, se usan en muy pocas ocasiones debido a sus efectos secundarios y la posibilidad de generar dependencia.
¿Por qué siento que me late la cabeza?
Terapia cognitivo conductual – Los dolores de cabeza persistentes y las migrañas pueden desencadenar estrés, ansiedad, depresión o una combinación. Esto, a su vez, puede causar más dolores de cabeza. Las personas que experimentan este ciclo dolor-estrés pueden beneficiarse de la terapia cognitivo-conductual (TCC).
La TCC es una forma de psicoterapia que se enfoca en identificar pensamientos poco útiles que una persona puede tener en respuesta a eventos estresantes. La TCC puede enseñar a las personas estrategias para interrumpir el ciclo dolor-estrés, reduciendo el sufrimiento psicológico relacionado con el dolor de cabeza.
Según un artículo de 2017 en The Journal of Headache and Pain, el estrés es el desencadenante más común de los dolores de cabeza tipo migraña. Una encuesta multinacional de 2016 mostró una relación entre los dolores de cabeza tipo migraña y las afecciones de salud mental, como la ansiedad y la depresión.
Respiración diafragmática: Esta técnica de respiración profunda puede ayudar a reducir los niveles de hormonas del estrés en el cuerpo. Imágenes guiadas: Este tipo de meditación implica traer escenas pacíficas a la mente. Meditación de conciencia plena: Esto implica dirigir la atención hacia los sentimientos y sensaciones que están sucediendo en el momento actual.
Las personas deben consultar al médico si experimentan 14 o más dolores de cabeza al mes. Los siguientes tipos de dolor de cabeza también requieren atención médica:
dolor de cabeza repentino y gravedolores de cabeza que duran más de unas cuantas horasdolores de cabeza constantes que están siempre en el mismo lugardolores de cabeza que se vuelven más severos al cambiar la posición del cuerpo
A veces, otros síntomas acompañan la presión y el dolor en la cabeza. Las personas deben buscar atención médica si experimentan alguno de los siguientes:
rigidez del cuellodebilidad en un lado del cuerpoproblemas al hablardificultad para caminarfiebre, sudores nocturnos o ambosdolor en los ojos o en los oídosnáuseas, vómitos o amboscambios de la visiónconvulsionespérdida de conciencia
Varias afecciones pueden causar una sensación de tensión u opresión en la cabeza. Las causas más comunes son dolor de cabeza, migraña o infección. La mayoría de las afecciones que causan presión en la cabeza desaparecen por sí solas o responden a analgésicos de venta libre.
- Sin embargo, la presión persistente en la cabeza puede indicar una afección médica subyacente grave.
- Las personas deben buscar atención médica inmediata si experimentan un dolor de cabeza repentino y grave acompañado de rigidez en el cuello, dificultad para hablar u otros síntomas que podrían ser graves.
Lee el artículo en inglés, Traducción al español por HolaDoctor. Edición en español el 9 de abril de 2022. Versión original escrita el 2 de octubre de 2019. Última revisión médica realizada el 2 de octubre de 2019,
¿Cuánto es lo máximo que te puede doler la cabeza?
Dolores de cabeza tensionales ocasionales – Los dolores de cabeza tensionales ocasionales pueden durar de 30 minutos a una semana. Los dolores de cabeza tensionales ocasionales o frecuentes se producen menos de 15 días por mes, durante al menos tres meses. Los dolores de cabeza tensionales ocasionales o frecuentes pueden convertirse en crónicos.
¿Cómo saber si es migraña o tensión alta?
En muchas ocasiones sabemos que nos duele la cabeza, pero no logramos identificar si se trata de migraña o un dolor de cabeza tensional. Los especialistas insisten en que todas las personas sepan como diferenciarlas, ya que el tratamiento y la causa en cada caso será diferente.
La principal diferencia entre una migraña y el dolor de cabeza por tensión se encuentra en que en el primero de ellos el dolor se restringe a un lado de la cabeza y empeora a medida que pasan las horas. Quienes padecen migraña manifiestan dolor detrás de los ojos y en la zona trasera de la cabeza, además de sensibilidad a la luz, ruidos, náuseas y vómitos.
El dolor de cabeza tensional se siente en ambos lados de la cabeza, es decir, nota como una presión en la frente y en cuello.
¿Cuándo preocuparse por punzadas en la cabeza?
Pinchazos en la cabeza: ¿Cuándo ir a urgencias? – Para corroborar que lo que te provoca los pinchazos en la cabeza es alguna de las causas que acabamos de mencionar, deberías pedir cita a un médico. A veces, solo explicando qué te pasa puede saber de qué patología se trata, mientras que en otras ocasiones será necesario realizar pruebas complementarias, como un electroencefalograma,
Presentas confusiones o te has desmayado. En 24 horas los pinchazos aumentan o se extienden más de 4 días. El dolor de cabeza que tienes no se puede comparar con uno que hayas tenido anteriormente. Tienes convulsiones, fiebre, náuseas o vómitos. Se presentan erupciones en la piel. Tienes rígida la nuca y te duele el cuello. Te cuesta articular palabras o realizar ciertos movimientos.