Contents
- 1 ¿Qué es el voto directo en Costa Rica?
- 2 ¿Qué es el voto popular en Argentina?
- 3 ¿Qué es el sufragio en Venezuela?
- 4 ¿Cuál es el objetivo de votar?
- 5 ¿Qué pasó en el año 1913 en Argentina?
- 6 ¿Como era antes el voto?
- 7 ¿Qué ha logrado el feminismo en Costa Rica?
¿Cómo se eligen los representantes en la Argentina?
Evolución del sistema electoral –
Tipos de sistemas electorales:
Mayoritario uninominal : Es electo el candidato más votado. Mayoritario plurinominal : Son electos todos los candidatos del partido más votado. Lista incompleta: El partido más votado gana dos tercios de las bancas, el segundo partido más votado gana el tercio de bancas restante. Proporcional : Las bancas son distribuidas proporcionalmente entre varios partidos según la cantidad de votos que obtengan. Balotaje : Es electo el candidato que obtiene más del 50% de los votos. Si ningún candidato llega al 50% de los votos, se hace una segunda vuelta entre los candidatos que obtuvieron más del 15% de los votos. Balotaje modificado: Es electo el candidato que obtiene más del 45 % de los votos, o que superando el 40 % de los votos tuviera una diferencia mayor a 10 puntos porcentuales con el segundo. Si no se alcanza los porcentajes, se hace una segunda vuelta entre los 2 candidatos más votados. Lista incompleta con balotaje: El partido que gana más del 50% de los votos gana dos bancas, el segundo partido más votado gana una banca. Si ningún partido llega al 50% de los votos, se hace una segunda vuelta entre los 2 partidos más votados. Colegio electoral : Sistema indirecto, se vota por electores que luego votan por un candidato. Nombrado por legislatura: El candidato es nombrado por las legislaturas provinciales.
¿Qué es el voto directo en Costa Rica?
Características del voto – El voto costarricense es universal, lo que quiere decir que todo ciudadano costarricense mayor de 18 años o naturalizado (12 meses después de haber obtenido la carta respectiva) puede votar con el único requisito de presentar su cédula de identidad ante la Junta Receptora.
La única situación en donde a un costarricense se le impediría ejercer el voto es si adquiere la mayoría de edad o la nacionalidad una vez que el padrón electoral está definido y no puede ser variado, lo cual sucede doce meses antes de las elecciones. Existe, sin embargo, la posibilidad de perder el derecho a votar por delitos muy específicos como traición a la patria, pero ya que nadie ha sido condenado por traición desde que existe la Constitución de 1949 nunca se ha aplicado y no existen registros de que alguien alguna vez haya perdido el derecho a votar por alguno de los pocos casos donde está estipulado así.
La legislación si establece que es prohibido ingresar a la junta de votación bajo los efectos del alcohol o las drogas o armado. Luis Guillermo Solís emitiendo el voto El voto es además secreto, Está prohibido, por ejemplo, llevar teléfonos celulares, cámaras u objetos de grabación o fotografía a la urna de votación para así impedir el que se grabe la forma en que se vota. Si un voto se hace público se anula.
Existe, no obstante, excepciones a esta norma particularmente cuando se trata de personas con discapacidad que son incapaces de ejercer el voto por razones físicas. Acá se da la posibilidad de que sea semipúblico o asistido; la persona puede ingresar acompañada a la urna, o bien totalmente público en cuyo caso indica a la mesa receptora por quien desea votar.
El voto es directo, es decir, todos los votos sufragados se cuentan para la elección directa de las autoridades políticas, sin mediación de votaciones de segundo grado o similares. El voto en Costa Rica también es obligatorio, como lo establece el artículo 93 de la Constitución: ARTÍCULO 93.- El sufragio es función cívica primordial y obligatoria y se ejerce ante las Juntas Electorales en votación directa y secreta, por los ciudadanos inscritos en el Registro Civil.
- No obstante en la práctica no se sanciona su no emisión y de hecho el abstencionismo es relativamente alto, normalmente oscilando en el 30%.
- El empadronamiento es automático, es decir, basta con ser ciudadano costarricense para quedar empadronado por defecto.
- En cuanto una persona recibe su cédula de identidad sea por alcanzar la mayoría de edad o un año después de la naturalización, el Registro Civil que depende del TSE inscribe a la persona en el padrón.
Aunque el empadronamiento es automático, a la persona se le designará su centro de votación según la dirección de residencia que dé a la hora de obtener la cédula. Por tanto, si cambia de residencia, sale del país o es condenada a prisión, deberá cambiar su domicilio electoral para poder votar.
¿Qué es el voto popular en Argentina?
¿Quiénes pueden votar? – a. ¿Quiénes están obligados a votar? Para las elecciones Paso todos los ciudadanos que tengan 18 años o más a la fecha de la elección, tienen el derecho y el deber cívico de votar. Es importante destacar que es optativo y no obligatorio el voto para los jóvenes mayores de 16 años y menores de 18 años y los mayores de 70 años.
Referencia: Código Electoral Nacional, Ley Nº 19.945, artículo 1. Ley Nº 26.571 de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral, artículo 23, Ley Nº 26774.b. ¿Quiénes están exentos de la obligación de votar? Los únicos ciudadanos que no están obligados a votar, pero si lo desean pueden hacerlo, son: – Los menores de 18 y mayores de 16 años.
– Los mayores de 70 años. – Los jueces y sus auxiliares que el día de la elección deban prestar servicios. – Los que el día de la elección se encuentren a más de 500 km de distancia del lugar donde deban votar y justifiquen que el alejamiento obedece a motivos razonables.
Los enfermos o imposibilitados por fuerza mayor, suficientemente comprobada, que les impida asistir al acto electoral. Quienes por razones de trabajo deban estar ocupados durante las horas del acto electoral, tienen derecho a obtener por parte de sus empleadores una licencia especial que les permita concurrir a emitir su voto y, eventualmente, desempeñar funciones en el comicio, sin que ello implique una deducción del salario ni recarga horaria posterior.
Referencia: Código Electoral Nacional, Ley Nº 19.945, artículos 8 y 12.c. Derechos y deberes del elector • Carácter del sufragio. El voto en Argentina tiene las siguientes características: es universal, igual, secreto libre y obligatorio.1. Universal. Esto significa que todos los ciudadanos argentinos, independientemente de su sexo, raza, religión, etc., son titulares del derecho al sufragio a partir de los 18 años de edad.
- En las Elecciones Primarias, los ciudadanos que aún no hayan cumplido los 18 años pero que los vayan a cumplir hasta el día de la elección nacional, inclusive, tienen también derecho a votar.
- Los procesados que se encuentren cumpliendo prisión preventiva, tienen derecho a emitir su voto en todos los actos eleccionarios que se celebren durante el lapso en que se encuentren detenidos.2.
Igual. Significa que el voto de todas las personas tiene el mismo valor. Este principio se expresa de la siguiente manera: “un ciudadano, un voto”.3. Secreto. El voto es emitido en ciertas condiciones que impiden conocer en qué sentido ha votado cada elector y nadie puede ser compelido antes o después del acto electoral a revelar su voto.4.
Libre. El elector no puede ser forzado de ninguna manera a votar por una fuerza o candidato.5. Obligatorio. Todos aquellos ciudadanos que se encuentren incluidos en el padrón electoral y que tengan entre 18 y 70 años de edad a la fecha de la elección, tienen el derecho y el deber cívico de votar. • Inmunidad del elector: Ninguna autoridad podrá enviar a prisión al ciudadano elector desde las 24 horas antes de la elección hasta la clausura del comicio, salvo en caso de delito o cuando existiera orden dada por un juez competente.
No se le estorbará en el tránsito a ningún ciudadano desde su domicilio hasta el lugar de votación. • Facilitación de la emisión del voto: Igualmente, ninguna autoridad obstaculizará la actividad de los partidos políticos reconocidos en lo que concierne a la instalación y funcionamiento de locales, suministro de información a los electores y facilitación de la emisión regular del voto, siempre que no contraríen las disposiciones de esta ley.
Licencia especial – Electores que deben trabajar. Todas aquellas personas que deben trabajar durante las horas en que se realiza la elección, pueden obtener una licencia especial de sus empleadores para poder concurrir a emitir su voto o para desempeñar funciones en el comicio, sin reducción salarial ni recarga de horario.
• Amparo del elector. El elector que se considere afectado en sus inmunidades, libertad o seguridad, o privado del ejercicio del sufragio podrá solicitar amparo por sí, o por intermedio de cualquier persona en su nombre, por escrito o verbalmente, denunciando el hecho al juez electoral o al magistrado más próximo o a cualquier funcionario nacional o provincial, quienes estarán obligados a adoptar urgentemente las medidas conducentes para hacer cesar el impedimento, si fuere ilegal o arbitrario.
- Retención indebida de documento cívico.
- El elector también puede pedir amparo al juez electoral para que le sea entregado su documento cívico retenido indebidamente por un tercero.
- Funciones de los electores.
- Todas las funciones que el Código Electoral Nacional atribuye a las autoridades de mesa son irrenunciables y serán compensadas en la forma que determina esta ley y su reglamentación.
Referencia: Código Electoral Nacional, Ley Nº 19.945, artículos 7 al 14. Ley Nº 26.571 de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral, artículo 23.
¿Cuándo se empezó a votar en Argentina?
Ley 8871 (Ley Sáenz Peña) | |
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Tipo | Ley |
Idioma | español |
Creación | 13 de febrero de 1912 |
Promulgación | 10 de febrero de 1912 |
Ley Sáenz Peña es como se conoce a la Ley 8871, sancionada por el Congreso de la Nación Argentina el 10 de febrero de 1912, que estableció el voto secreto, obligatorio para los ciudadanos argentinos nativos y naturalizados, mayores de los 18 años de edad -aún cuando la mayoría de edad estaba establecida en ese momento en 22 años-, que estuvieran inscriptos en el padrón electoral que se confeccionaba con los datos provenientes del servicio militar obligatorio,
- Esta ley debe su nombre a su impulsor, el presidente Roque Sáenz Peña, miembro del ala modernista del Partido Autonomista Nacional,
- Fue coautor de la misma el político católico Indalecio Gómez,
- La ley no prohibió explícitamente el voto de la mujer – Julieta Lanteri logró que la justicia la autorizara a votar en 1911-, sin embargo, posteriormente se sancionó en la ciudad de Buenos Aires una ordenanza que definía el uso del padrón del servicio militar obligatorio como padrón electoral.
Con excepción de la provincia de San Juan donde en 1927 se sancionó una Constitución reconociendo el derecho a votar de hombres y mujeres, en ninguna otra parte del país se reconoció el derecho de votar y ser elegidas de las mujeres, hasta que se sancionó la Ley 13.010 en 1947.
- Otras personas que eran consideradas incapaces de ejercer el derecho fueron los dementes declarados en juicio y los sordomudos que no podían expresarse por escrito.
- Por su estado y condición se hallaban imposibilitados de votar los religiosos, los soldados y los detenidos por juez competente.
- Por causas de indignidad, no podían sufragar los reincidentes condenados por delitos contra la propiedad, durante cinco años después de cumplida la condena, los penados por falso testimonio y por delitos electorales, por el lapso de cinco años.
Las juntas escrutadoras de votos eran las encargadas del recuento de las votaciones, reuniéndose en la Cámara de Diputados de la Nación o en la Legislatura, constituyéndose dichas juntas en cada capital de provincia, integrada por el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones, el juez y fue en abril de 1912, en Santa Fe y Buenos Aires,
¿Qué es el sufragio en Venezuela?
Tipos de sufragio –
Sufragio universal : es un derecho a votar de todos los adultos, sin distinción de raza, sexo, creencia o posición social y económica. Sufragio restringido : también llamado censitario, solo podían votar las personas que aparecen en un censo o lista, normalmente en función de su riqueza, propiedades inmobiliarias o nivel de tributación. Sufragio masculino : voto de los hombres. Sufragio femenino : voto de las mujeres. Sufragio obligatorio : el derecho al voto convertido en la obligación de votar. Es una forma de poder expresar poder, adquisición social y control sobre el voto. Sufragio voluntario : es la forma que tiene una persona de expresarse a conciencia al momento de dar su voto. Sufragio igualdad: es un término que a menudo suele confundirse con Sufragio universal, Consiste en darle a cada ciudadano un solo voto, que tiene un valor de resultado igual al de cualquier otro elector, independientemente de sus ingresos, riqueza o estatus social.
Es práctica habitual en la mayoría de países, que el voto solamente pueden ejercerlo quienes son considerados nacionales o ciudadanos del país. Ello supone que, dependiendo de las condiciones en que pueda obtenerse la nacionalidad -con más o menos facilidad, en un número de años de residencia, restringida a la primera generación, con filiación, etc.
(véase Ius sanguinis, Ius soli como métodos de adquisición de nacionalidad)- causando que amplios sectores de los residentes de un país pueden estar privados del derecho al voto o tenerlo restringido. El derecho de ciudadanía universal reclama la superación de la nacionalidad como espacio restringido de derechos.
No obstante, en las últimas décadas se han producido avances en el reconocimiento del derecho al voto a extranjeros residentes, tales como el concepto de ciudadanía europea en el ámbito de la Unión Europea, o la firma de tratados internacionales bilaterales para reconocer recíprocamente el derecho al voto en las elecciones locales de los nacionales residentes en el otro Estado.
¿Quién logro el voto femenino en Costa Rica?
Bernarda Vásquez Méndez (Costa Rica 3 de febrero de 1918 – 6 de marzo de 2013). Es la primera mujer en emitir el voto en Costa Rica.
¿Cómo se pronuncia sufragio?
sufragio | |
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Pronunciación (AFI): |
¿Cuál es el objetivo de votar?
El voto en elecciones democráticas – En la política, se usa el voto para que los electores elijan a los miembros del gobierno u otros cargos públicos y representantes, Cada país establece sus propias normas y mecanismos sobre la forma en que se efectuarán las distintas elecciones,
El voto es una condición necesaria para que un sistema político sea democrático. Hay gobiernos autoritarios en los cuales las restricciones para la presentación de las candidaturas alcanzan un grado que impide considerarlos democráticos. Las elecciones no se celebran exclusivamente en sistemas políticos democráticos.
Hay sistemas autoritarios que, conscientes de su incapacidad de forjar legitimidad, se sienten tentados a recurrir a las elecciones, las cuales tienen un carácter plebiscitario y se desarrollan sin garantías de limpieza democrática que soslayen las violaciones sistemáticas, y generalmente virulentas, de las reglas de juego inherentes a las democracias.
- Las elecciones en una dictadura anulan, crean obstrucciones de gran calibre o son beligerantes con la conducta competitiva partidista.
- La confrontación partidista es reemplazada por la omnipresencia de un partido único, o bien, por amagos de diversidad con la presencia de candidatos supuestamente alternativos porque, al fin y al cabo, se entiende que este tipo de elecciones no afectarán, en ningún caso, a quienes detentan el monopolio del poder.
La transición política desde sistemas autoritarios hacia una democracia, tarde o temprano, deberá seguir la vía de unas elecciones libres con sufragio universal desde la constitución.
¿Qué pasó en el año 1913 en Argentina?
En la Argentina, en la primera década del siglo XX, se proclamaron nueve huelgas generales nacionales. En contraste con lo sucedido en el primer decenio, en la segunda década del siglo XX fueron declaradas apenas dos huelgas generales, en 1913 y 1919.
El paro nacional, como forma de lucha habitual del movimiento obrero, despareció del horizonte político de las organizaciones gremiales. El período comprendido entre el Centenario y la primera presidencia de Yrigoyen representa una fase de transición en varios sentidos. A nivel de la estructura económica, del régimen político y de la orientación ideológica del movimiento obrero.
En este artículo nos hemos propuesto analizar la olvidada huelga general de 1913, haciendo hincapié en las razones que la motivaron, las disputas dentro del movimiento obrero, sus alcances y consecuencias. In Argentina, in the first decade of the 20th century, nine national general strikes were declared.
In contrast to what happened in the first decade, in the second decade of the twentieth century only two general strikes were declared, in 1913 and 1919. The national strike, as a habitual form of struggle of the labor movement, disappeared from the political horizon of the union organizations. The period between the Centennial and the first Yrigoyen presidency represents a transitional phase in several ways.
At the level of the economic structure, the political regime and the ideological orientation of the labor movement. In this article we have proposed to analyze the forgotten general strike of 1913, emphasizing the reasons that motivated it, the disputes within the labor movement, its scope and consequences.
¿Por qué estoy inhabilitado para votar?
Descripción: Es la pena accesoria que conlleva a la suspensión temporal del elector o electora del goce del derecho activo y pasivo al sufragio.
¿Como era antes el voto?
Mediante el sistema de voto cantado el votante debía presentarse a la mesa electoral y pronunciar de viva voz el candidato de su preferencia, siendo anotado su voto en una planilla por la autoridad electoral.
¿Cuando las mujeres pudieron votar en Estados Unidos?
La Enmienda XIX a la Constitución de EE. UU. El derecho de la mujer a votar Aprobado por el Congreso el 4 de junio de 1919 y ratificado el 18 de agosto de 1920, la Enmienda XIX le garantiza a toda mujer americana el derecho a votar. Conseguir este hito demandó una lucha larga y difícil y la victoria tomó décadas de agitación y protesta.
- A comienzos de la mitad del siglo XIX, varias generaciones de mujeres a favor del sufragio dieron conferencias, escribieron, marcharon, presionaron y practicaron desobediencia civil para conseguir lo que varios americanos consideraban un cambio radical a la Constitución.
- Muy pocos a favor vivieron para ver la victoria en 1920.
: La Enmienda XIX a la Constitución de EE. UU. El derecho de la mujer a votar
¿Qué es el voto joven en Argentina?
El voto a partir de los 16 años significa que los jóvenes tienen uno de los principales derechos democráticos y que van a poder ejercerlo con com- promiso. Durante la última década, el gobierno junto con el poder legislativo avanzó y logró ampliar la efectiva titularidad de derechos por parte de los ciudadanos.
¿Cuál es la mayoría de edad en Venezuela?
-Es mayor de edad quien haya cumplido dieciocho (18) años. El mayor de edad es capaz. para todos los actos de la vida civil, con las excepciones establecidas por disposiciones especiales. Articulo 2º-Se modifica el artículo 33 (Título, ‘Del Domi- cilio’) de la siguiente forma: Artículo 33.
¿Quién tiene el derecho al voto en Venezuela?
Normativa Electoral > Leyes > Ley Orgánica de Procesos Electorales Ley Orgánica de Procesos Electorales TÍTULO III DEL REGISTRO ELECTORAL Capítulo I Disposiciones Generales Definición Artículo 27. El Registro Electoral es la base de datos que contendrá la inscripción de todos los ciudadanos y todas las ciudadanas que conforme a la Constitución de la República y a las leyes, puedan ejercer el derecho al sufragio. Principios Artículo 28. El Registro Electoral se regirá por los siguientes principios: 1.De carácter público. Todas las personas pueden acceder y obtener la información en él contenida, con las limitaciones que establezca la ley. A fin de garantizar el derecho a la privacidad e intimidad de cada persona, el acceso a los datos relacionados con la residencia será limitado y sólo podrá obtenerse a través de requerimientos de autoridades judiciales o administrativas.2.De carácter continuo. No es susceptible de interrupción por la realización de un proceso electoral. Todas las personas pueden inscribirse o actualizar sus datos en cualquier momento, así como solicitar la rectificación de los datos que estuvieren erróneos o afectasen su derecho al sufragio.3.Eficacia administrativa. Los procedimientos y trámites administrativos del Registro Electoral deben ser transparentes, oportunos, pertinentes, eficientes, eficaces y de fácil comprensión, con el fin de garantizar la inclusión de todos los ciudadanos y todas las ciudadanas.4.Automatización. Las inscripciones y actualizaciones del Registro Electoral se efectuarán de manera automatizada y contendrá la inscripción de todos los ciudadanos y las ciudadanas que conforme a la Constitución de la República y las leyes puedan ejercer el derecho al sufragio. Inscripción en el Registro Electoral Artículo 29. Podrán ser inscritos en el Registro Electoral: 1.Los venezolanos y venezolanas mayores de dieciocho años de edad.2.Los ciudadanos y las ciudadanas que cumplan los dieciocho años de edad en el lapso que comprende desde el corte del Registro Electoral y el día inclusive de la fecha de la elección, siempre y cuando dicha inscripción se efectúe antes del corte del Registro Electoral.3.Los extranjeros y las extranjeras mayores de dieciocho años de edad, con más de diez años de residencia en el país. A efectos de la inscripción en el Registro Electoral, el único documento requerido y válido es la cédula de identidad. El Registro Electoral incorporará automáticamente los datos provenientes del Registro Civil. Datos esenciales del Registro Electoral Artículo 30. El Registro Electoral contendrá los siguientes datos de cada elector y electora: 1.Nombres y Apellidos.2.Número de Cédula de Identidad.3.Fecha de Nacimiento.4.Nacionalidad.5.Huella dactilar.6.Sexo.7.Indicación de saber leer y escribir.8.Indicación de discapacidad.9.Centro de votación donde sufraga el elector o electora.10.Dirección de residencia, indicando entidad federal, municipio, parroquia y comuna.11.Otros que determine el Consejo Nacional Electoral. La declaración de residencia aportada por el elector o la electora se tendrá como cierta a todos los efectos electorales salvo prueba en contrario. El elector o la electora está obligado u obligada a actualizar los datos cuya variabilidad dependa de su voluntad. Capítulo II De la Organización del Registro Electoral Administración del Registro Electoral Artículo 31. La administración del Registro Electoral corresponde al Consejo Nacional Electoral, por órgano de la Comisión de Registro Civil y Electoral, y a través de la Oficina Nacional de Registro Electoral. Centros de inscripción y actualización Artículo 32. La inscripción y actualización de los electores y las electoras en el Registro Electoral se hará por ante los centros de inscripción y actualización del Registro Electoral. La Oficina Nacional del Registro Electoral propondrá a la Comisión de Registro Civil y Electoral, los lugares en los cuales funcionarán dichos centros. Los centros de inscripción y actualización del Registro Electoral estarán integrados por los agentes de inscripción y actualización, quienes serán capacitados o capacitadas por la Oficina Nacional de Registro Electoral. Ubicación de los centros de inscripción y actualización Artículo 33. El Consejo Nacional Electoral, por órgano de la Comisión de Registro Civil y Electoral, establecerá y administrará lo conducente a la ubicación de los lugares en los cuales funcionarán los centros de inscripción y actualización, con los siguientes criterios: 1.Facilidad de acceso para los electores y las electoras.2.Presencia en los sectores de difícil acceso y/o de mayor concentración poblacional.3.Garantía para todos los sectores de la población. Las organizaciones con fines políticos, comunidades organizadas, comunidades y organizaciones indígenas, podrán solicitar al Consejo Nacional Electoral la apertura de centros de inscripción y actualización. La ubicación de los lugares en los cuales funcionarán los centros de inscripción y actualización, y de los centros móviles, deberá ser hecha del conocimiento público mediante la publicación en cualquier medio de comunicación idóneo y eficaz, así como en el portal oficial de Internet del Consejo Nacional Electoral. Depuración del Registro Electoral Artículo 34. El proceso de depuración del Registro Electoral lo realizará la Comisión de Registro Civil y Electoral mediante oficio o por conocimiento de una denuncia. Una vez constatados los hechos, procederá a excluir, revertir o suspender según corresponda: 1.Los ciudadanos fallecidos y las ciudadanas fallecidas.2.Los declarados o declaradas por sentencia judicial definitivamente firme, ausentes o presuntamente muertos.3.Las personas que hayan perdido la nacionalidad venezolana.4.Las inscripciones repetidas, dejándose sólo la hecha en primer término.5.Las inscripciones hechas en fraude a la ley, debidamente comprobadas por la autoridad competente.6.Los electores y las electoras cuya cédula de identidad haya sido declarada por el órgano competente como inhabilitada, insubsistente o nula.7.Las migraciones en fraude a la ley, una vez comprobadas se revertirán al Centro Electoral de origen.8.La suspensión de las personas que hayan sido declaradas judicialmente entredichas o inhábiles políticamente. Capítulo III Registro Electoral Preliminar y Definitivo Registro Electoral Preliminar Artículo 35. A los efectos de la celebración de un proceso electoral, el Consejo Nacional Electoral tomará como Registro Electoral Preliminar, el corte de la data arrojada por el Registro Electoral publicado dentro de los treinta días siguientes a la convocatoria del proceso. Éste se publicará en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela o en el portal oficial de Internet del Consejo Nacional Electoral o en cualquier otro medio de información idóneo y eficaz, con las limitaciones que establezca la ley. Solicitud de incorporación Artículo 36. Cualquier elector o electora que haya sido excluido o excluida del Registro Electoral Preliminar, podrá interponer una solicitud de incorporación ante el órgano competente, dentro de los quince días siguientes a su publicación. Impugnación del Registro Electoral Preliminar Artículo 37. El Registro Electoral Preliminar podrá ser impugnado ante la Comisión de Registro Civil y Electoral o en la Oficina Regional Electoral de la entidad correspondiente, dentro de los quince días siguientes a su publicación, por las causales previstas en la presente Ley. Cuando la impugnación se formule ante la Oficina Regional Electoral ésta deberá remitirla a la Comisión de Registro Civil y Electoral en un lapso no mayor de veinticuatro horas. Procedimiento de impugnación contra Registro Electoral Preliminar Artículo 38. El procedimiento se iniciará mediante solicitud escrita que deberá contener: 1.Identificación de los interesados o las interesadas con expresión de sus nombres y apellidos, domicilio, nacionalidad y número de cédula de identidad.2.La dirección del lugar donde se harán las notificaciones pertinentes.3.Los hechos y razones objeto de depuración con la identificación de los nombres, apellidos y números de cédula de identidad, si es posible, de los inscritos e inscritas que se pretenden depurar.4.Referencia a los anexos que lo acompañan si tal es el caso.5.Las firmas del interesado o los interesados o de la interesada o las interesadas.6.Cualesquiera otra circunstancia que exija la Comisión de Registro Civil y Electoral mediante resolución. Recibida la impugnación, la Comisión de Registro Civil y Electoral procederá a verificar su admisibilidad dentro de los cinco días hábiles siguientes, en cuyo caso emitirá el acto correspondiente. Inadmisibilidad de la Impugnación Artículo 39. Son causales de inadmisibilidad de la impugnación: 1.La caducidad del plazo para ejercer la impugnación.2.No tener interés legítimo.3.No contener una dirección o forma alguna de contactar al interesado o interesada. Dentro de los cinco días hábiles siguientes a la emisión del auto de admisión, los interesados o las interesadas podrán promover pruebas. Vencido el lapso para presentar pruebas, la Comisión de Registro Civil y Electoral presentará al Consejo Nacional Electoral, dentro de los quince días hábiles siguientes, el informe correspondiente, que resolverá dentro de los quince días hábiles subsiguientes. Registro Electoral Definitivo Artículo 40. El Registro Electoral Preliminar depurado y actualizado constituye el Registro Electoral Definitivo. Este registro contendrá los electores y las electoras que tendrán derecho a sufragar en el proceso electoral convocado, y se publicará en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela o en el portal oficial de Internet del Consejo Nacional Electoral o en cualquier otro medio de información idóneo y eficaz, con las limitaciones que establezca la ley. Ejercicio del derecho al sufragio Artículo 41. Todos los venezolanos y todas las venezolanas debidamente inscritos e inscritas en el Registro Electoral podrán ejercer el derecho al sufragio siempre y cuando no estén sujetos a inhabilitación política, interdicción civil o que su cédula de identidad haya sido declarada inhabilitada, insubsistente o nula por el órgano competente en materia de identificación. Los extranjeros y las extranjeras debidamente inscritos e inscritas en el Registro Electoral, que hayan cumplido diez años o más de residencia en el país, no sujetos a interdicción civil o inhabilitación política, podrán ejercer su derecho al voto en los procesos electorales para elegir a los o las titulares de los cargos de elección popular a nivel regional o municipal.
¿Qué quiere decir el artículo 62?
El artículo 62 constitucional establece: «Art.62. – Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas.
¿Cuál fue la primera mujer en votar en el mundo?
Este 3 de julio se cumplen 63 años de la primera vez que la mujer en México ejerció su derecho a votar Aunque en 1947, durante la Presidencia de Miguel Alemán Valdés, se permitió votar a las mujeres en procesos municipales, fue el 3 de julio de 1955, hace 63 años, que las mujeres en México sufragaron por primera vez en una elección federal, la de diputados a la XLIII Legislatura.
- Lo anterior ocurrió casi dos años después de que el entonces presidente Adolfo Ruiz Cortines cumpliera su promesa de campaña.
- Una vez superado el trámite legislativo, publicó en el Diario Oficial (17 de octubre de 1953) el nuevo Artículo 34 Constitucional, para que las mexicanas gozaran de la ciudadanía plena.
En ese tiempo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había llamado a los países miembros a reconocer los derechos políticos de las mujeres, puesto que no podía considerarse democrático a un país si más de la mitad de su población no participaba en la toma de decisiones.
El artículo 34 Constitucional de entonces decía: “Son ciudadanos de la República todos los hombres y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan además los siguientes requisitos: I. Haber cumplido 18 años siendo casados y 21 si no lo son; y II. Tener un modo honesto de vivir.” Cabe recordar que ese mismo proyecto había sido introducido 15 años antes (julio de 1938) por el general Lázaro Cárdenas del Río, durante su Presidencia; sin embargo, aun cuando la propuesta fue aceptada y enviada a las legislaciones locales para su posterior aprobación, no se hizo el cómputo final, por lo que nunca se le dio el trámite para ser promulgada.
Mujeres como Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, Juan Belén Gutiérrez de Mendoza, María Lavalle Urbina, Amalia González Caballero de Castillo Ledón y Adela Formoso de Obregón Santacilia, entre muchas otras, se distinguieron por su infatigable lucha para que se reconociera el derecho de la mujer mexicana a votar y ser electas.
¿Cuál fue la primera mujer en ejercer el derecho al voto?
Matilde Hidalgo | |
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Padres | Juan Manuel Hidalgo Pauta Carmen Navarro del Castillo |
Cónyuge | Fernando Procel |
Hijos | Fernando Lenin Procel Hidalgo Gonzalo Enrique Procel Hidalgo |
Educación |
¿Qué ha logrado el feminismo en Costa Rica?
La voz de las mujeres del bicentenario – En el marco del Bicentenario de la República, el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) impulsa la iniciativa “La voz de las mujeres del bicentenario: mirando al futuro”, mediante la cual un grupo representativo de mujeres destacadas en sus respectivos campos, desde su opinión y visión se refiere a la realidad de las mujeres en la Costa Rica actual, cómo espera que sea la vida para aquellas que habitarán el país en los próximos 100 años y cuál considera que debe ser el camino para lograrlo. ¿Cuál es la realidad actual de las mujeres en Costa Rica? Pregunta con muchas aristas y muchos flancos que cubrir si intentamos una respuesta consistente. Conviven diversas realidades, y cada una de ellas con sus propias características que ameritarían un acercamiento particular.
- Y además, inmersas en un escenario-país que también define nuestro estar en la sociedad.
- Pero a grandes rasgos, podríamos considerar que aún cuando hemos logrado un avance importante en cuanto a normativas atinentes a nuestros derechos, estamos muy lejos de gozarlos a plenitud.
- Y no es que no se hayan invertido recursos y esfuerzos para lograrlo.
Es que el mandato patriarcal es mucho más fuerte y está de tal manera enquistado, que la lucha en contra de su ordenamiento es permanente y los logros menguados. Vivimos un momento en el que muchas mujeres, cada una desde ámbito personal se abocan -junto con segmentos de la institucionalidad, claro ejemplo el INAMU, Instituto Nacional de la Mujer, ahora con rango ministerial-, así como diversos sectores de la sociedad, a trabajar en la desarticulación de ese mandato.
Pero es una lucha que requiere también del concierto de las fuerzas económicas. El país avanza dando pasos agigantados hacia una estructura económica signada por el neoliberalismo. En ese marco, nuestros derechos se ven duramente afectados. Ejemplo de ello, las jornadas laborales que se intentan implementar y que atentan contra nuestra facultad de ser parte de la fuerza productiva, de tener independencia económica, tan necesaria para consolidarnos como seres humanos plenos.
Desde la “habitación propia” enunciada por Virginia Woolf hasta la autonomía económica como sinónimo de libertad declarada por Simone de Beauvoir, se nos reitera la importancia de este factor como fundacional de una auténtica libertad. Por otro lado, tristemente enfrentamos la amenaza de las religiones, esas que de acuerdo a los enunciados de un verdadero cristianismo deberían ofrecer respuestas asertivas a la búsqueda e implementación de normativas que respeten la condición de la mujer con un sentido de igualdad y no, por el contrario, adecuar su mensaje al desnudo interés de concebirla como un mero objeto al servicio de los intereses y demandas patriarcales.
Resulta entonces necesidad ineludible repensar el modelo de país que queremos, y el lugar que ocupa la mujer en ese modelo, y a partir de esa reflexión, continuar nuestra lucha por sus derechos. Consideramos que el camino no es el de las teorías económicas excluyentes, que de por sí ya vienen en retirada o han sido fuertemente cuestionadas en los países en donde se han puesto en práctica, al no haber podido cumplir sus promesas ni ofrecido una respuesta coherente para alcanzar una sociedad equitativa.
Por ello, la protección y rescate de nuestro modelo de estado -que aún con sus falencias, ha resultado un motor para el avance del país, y que conlleva beneficios que han permitido, de manera significativa el progreso de la mujer- se transforma en un imperativo categórico.
¿Y qué espera a las mujeres dentro de cien años, y cuál sendero recorrer en este lapso? Menuda pregunta. Dependerá, en definitiva, del camino que elijamos. Vivimos tiempos cruciales. ¿Cuál podría ser la ruta para que el mundo ideal, casi diríamos la utopía, contemple alternativas ciertas para el desarrollo de las mujeres, libre de agresiones, que los espacios públicos sean sitios seguros, que tanto ellas como sus hijos puedan recorrer sendas de tranquilidad; sin tener que vivir a la defensiva, eludiendo peligros, enfrentando y superando agresiones de diversa índole, desde físicas hasta psicológicas, emocionales y económicas por donde en la actualidad transita y que ha transitado desde siempre? Es evidente que la lucha para alcanzar esa utopía debe continuar.
Consideramos que ese camino se inicia en la transformación del entorno. En la consolidación de una sociedad sensible. El primer paso es optar por un modelo de estado que conlleve la justicia económica en el marco del respeto a los Derechos Humanos. Es imprescindible para ello que la herramienta más poderosa con que se cuenta, la Educación, no esté permeada por los intereses políticos de turno, sino que se enfoque en las potencialidades del ser humano, en un marco de equidad, y no concebida como una fábrica de mano de obra calificada para satisfacer las necesidades de los grandes intereses económicos.
Pareciera que en el mundo se vislumbran transformaciones, que el modelo perverso está siendo cuestionado y se realizan miradas nuevas para el diseño de modelos económicos con una perspectiva humanista, y no desde el mandato al consumo desmesurado para unos pocos, la miseria para los muchos. Y esas transformaciones se harán realidades al pasar por el tamiz de una Educación pertinente.
Ojalá que como país no nos dejemos engañar con cuentas de colores y nos aboquemos a la instauración de una sociedad más justa. Solo así se podrá alcanzar la erradicación del machismo y sus perversas consecuencias. Solo así los mandatos patriarcales se podrán revertir y será posible vivir los frutos de un auténtico cambio de mentalidad.
- Este momento del siglo XXI -en el cual celebramos nuestro bicentenario como estado independiente-, es crucial.
- Podemos terminar de desmembrar el Estado Social de Derecho que nos heredaron nuestros visionarios antepasados y antepasadas, o rescatarlo y actualizarlo.
- Podemos seguir avanzando hacia un país en donde hombres y mujeres crezcan al unísono, en paridad, y que la mujer pueda finalmente gozar de los derechos que le corresponden; o bien volver a las cavernas.
Esperamos que el péndulo oscile hacia la luz. Queremos soñar con una sociedad en la cual la justicia social, la justicia económica, el resguardo de los Derechos Humanos, tanto para hombres como para mujeres, sea la norma, no la excepción. Que a partir de ese sueño construyamos realidades.
Que el ejercicio de estos derechos sea algo vivo, que no permanezcan como mero enunciado que se lee en actos oficiales, que sean una vivencia cotidiana y que cada ser humano tenga plena conciencia de la necesidad de preservarlos como a su propia vida. Una sociedad en donde no exista discriminación, en donde las mujeres finalmente puedan transitar sin el horrible peso del patriarcado oprimiéndolas.
En tanto, y mientras siga la vida acompañándonos, trabajaremos desde nuestro pequeño espacio para materializar la esperanza, alzando nuestra voz para que cada mujer sea dueña de su destino. Batallas femeninas Deshacer las líneas de fuego irlas limando volverlas viento Volverlas ni siquiera recuerdo ni siquiera memoria Pulverizarlas romper retenes desmembrar paredes comerse muros Deshacer las líneas de fuego que han delimitado claustros Una batalla injusta y necesaria Del poemario Violenta piel Arabella Salaverry (URUK editores 2013) Astrid Fischel Volio Desde hace varias décadas, Costa Rica, al igual que Argentina, Chile, Colombia, Brasil y Uruguay, se ha destacado en el plano internacional, por leyes y políticas orientadas al reconocimiento de los derechos y las necesidades de las mujeres. Es claro que nuestro país cuenta con un marco legal de avanzada en contra de la discriminación y a favor del acceso equitativo de las mujeres a los derechos ciudadanos.
También son manifiestos los importantes logros alcanzados en el ámbito político. Sin embargo, es claro que las mujeres no disfrutamos de igualdad real en la práctica. La meta de los últimos gobiernos ha sido promover el adelanto de la mujer y su reconocimiento como actoras y gestoras de su propio desarrollo y el de sus respectivos países.
Sin embargo, ¿cómo explicamos la persistencia de obstáculos, exclusiones e invisibilidad de la mujer en distintos contextos de nuestra realidad cotidiana? ¿Está la explicación, en gran medida, en la continuación de códigos, si bien no genéticos, de profundo enraizamiento? El control psicológico pareciera ser uno de los factores más resistentes al cambio.
- Lo es también el solapado fantasma de la herencia recibida, de los mitos y complejos ancestrales.
- Por ejemplo, el siempre presente reclamo familiar y el consiguiente sentimiento de culpabilidad de madres que trabajan fuera de su hogar; la responsabilidad casi exclusiva de las labores domésticas y la de los cuidados; los esfuerzos permanentemente invertidos para detener el avance del tiempo, en una sociedad que valora la belleza y la juventud de las mujeres.
Bastante le ha costado a nuestra generación entender por género una red de creencias, de rasgos de personalidad, de actitudes, sentimientos, valores y actividades que diferencian a los hombres de las mujeres. Ciertamente la construcción de género es un fenómeno histórico, que se desarrolla de manera consciente e inconsciente en el marco de las estructuras formadoras y transmisoras.
- La adquisición de la conciencia del género implica también el aprendizaje de normas que definen obligaciones, lo que es prohibido y lo que se permite, de acuerdo con el sexo de quien es objeto de instrucción.
- En este proceso participa, en primer lugar, la familia, pero también, y de manera fundamental, el sistema educativo, las religiones y los medios de comunicación colectiva.
Estas instancias de transmisión ideológica se han encargado de conformar, diseminar y reproducir valores, creencias y actitudes que han influido poderosamente en el modo de pensar y actuar de la gente. La mayoría de los elementos que se entretejen para configurar la manera cómo vivimos provienen de las relaciones cotidianas con otras personas y del discurso que diseminan las instituciones sociales.
En muchos de estos discursos, campean los mitos, los cuales conducen a la devaluación de sentimientos y de experiencias. El mito altera y reacomoda la realidad, opacando y silenciando, muchas veces, la palabra y el accionar de las mujeres. Las instituciones de transmisión ideológica se empeñan en difundir imágenes del ser y del deber femenino de manera directa o velada, las cuales se enquistan en nuestras mentes y permean nuestras acciones.
Los estereotipos marcan y maltratan. La identidad de la mujer es el fruto de una construcción social, de larga historia. Si la conciencia y el subconsciente son los lugares donde se registran las más profundas distorsiones, debemos iniciar el proceso de cambio desde nosotras mismas y continuar con actitudes y propuestas proactivas orientadas a la modificación de estructuras sociales y patrones culturales.
La elucubración es necesaria: ¿Cuánto del discurso dominante me lo he creído yo, consciente o inconscientemente? ¿Mantengo el silencio ante bromas o comentarios sexistas? ¿Caracterizo con mi ejemplo, lo que debe o puede hacer una mujer? Lo cierto es que en los umbrales del siglo XXI persiste un mercado laboral altamente segmentado por sexo que denota condiciones desiguales de contratación y de salario.
También es una realidad el avance de la pauperización de la mujer, profundizado a raíz de la pandemia causada por el Covid-19, tristemente evidente en las condiciones de vida de hogares liderados por féminas, mujeres jóvenes y adultas mayores, los eslabones más débiles del ciclo perverso de la pobreza, la discriminación y la exclusión.
- Otro lamentable dato, no ausente de la ecuación, es la persistente agresión y violencia doméstica, siendo su principal víctima, la mujer.
- De lo que se trata es de cambiar nuestra perspectiva del deber ser así como de pernear las estructuras sociales a través de las instituciones socializadoras: centros educativos, medios de comunicación, familias e iglesias que cumplen una función clave en el mantenimiento o modificación de los conceptos culturales y de los valores.
También lo es el de asegurar un mayor impacto de leyes y normas que propicien y concreten acciones positivas, así como de generar mayores niveles de sensibilización del sector privado sobre el multiplicador efecto que tiene la contratación de una mujer a nivel de la familia y su comunidad.
Más allá de lo institucional público o privado, corresponde también a la mujer iniciar su propia trayectoria de superación de veladas ataduras. Se trata de sacar a la luz y remover desde el subconsciente, lo que ha definido ancestralmente, nuestra conducta. El reto es buscar los caminos que nos lleven a cancelar nuestras resistencias internas, con el fin de modificar nuestras conductas y reacciones desde el nivel más profundo.
Lo que se pretende es encontrar el camino hacia estadios más altos de desarrollo y permanecer protegidas ante nuevas oportunidades de caída. En otras palabras, se trata de superar vivencias y percepciones adquiridas desde nuestros primeros años de infancia con el fin de establecer el origen de procesos anímicos inconscientes que nos demeritan como personas.
- Porque lo cierto es que seguimos, en gran medida, reproduciendo el patrón ancestral creado por Homero.
- Muchas Penélope siguen tejiendo y a la espera del varón en el exclusivo ámbito doméstico.
- En otras palabras, la tradición sigue negando a muchas mujeres la libertad que ofrece su empoderamiento a través del conocimiento.
En última instancia, se trata de superar los estereotipos y traumas heredados por medio de la sustitución de actitudes y percepciones positivas. Tener presente que la liberación es quizás el concepto peor entendido, mal expresado e interpretado. Se trata de atacar necias letanías heredadas con las que se ha pretendido encerrar y nos hemos dejado encerrar las mujeres.
En este contexto, liberar es propiciar el cambio para permitir que toda mujer tenga la oportunidad de dar lo mejor de sí misma, dentro de la responsabilidad que significa vivir. Nuestra mirada al futuro Durante la próxima centuria, aspiramos a alcanzar la deseada equidad entre los sexos, así como el reconocimiento de la perspectiva de género como mecanismo de inclusión social y de práctica cotidiana de los derechos humanos.
Vislumbramos también una creciente toma de consciencia sobre las múltiples inteligencias y talentos que encierran las mujeres, lo cual ha de determinar su incorporación al mercado de trabajo en condiciones de verdadera igualdad. Pretendemos superar los discursos educativos estereotipados todavía ocultos, con el fin de propiciar su definitiva superación.
Proponemos, así mismo, la formulación y divulgación de conceptos y propuestas innovadoras desde el ámbito gubernamental y también privado, con el fin de fortalecer la identidad femenina y potenciar sus posibilidades de competencia en los ámbitos políticos, económicos, sociales, empresariales y académicos.
Buscamos profundizar el proceso de divulgación personalizada a mujeres en condiciones de vulnerabilidad, de sus derechos humanos y legales, así como facilitar su acceso a procesos de capacitación, acompañamiento técnico y a recursos financieros, elementos sustantivos para lograr su empoderamiento y autosuficiencia económica a través de la generación de ingreso sostenible.
- En pocas palabras, procuramos consolidar los mecanismos que aseguren la superación de estereotipos y traumas heredados, abriendo al mismo tiempo, nuevas oportunidades de bienestar físico, mental y emocional.
- Pasos claves en la ruta para la eliminación de la brecha de la desigualdad por género · Educar en igualdad de género desde la infancia para evitar la perpetuación de los estereotipos de género y fomentar la igualdad entre niños y niñas.
· Atender de manera especializada a la adolescencia temprana, etapa en la cual nuestros jóvenes consolidan sus expectativas de género. · Evitar que los roles históricamente asignados a los niños y a las niñas se perpetúen, erradicando, entre otros, mitos y distorsiones, tales como el llamado complejo de supermán en los niños o el conocido síndrome de princesa en las niñas.
- · Garantizar la eliminación de la censura social diferenciada respecto a ciertas conductas avaladas para el varón y recriminadas para las mujeres.
- · Prevenir la presunción de trasgresión y eventual castigo a quienes no se ajusten al comportamiento esperado del género asignado.
- · Garantizar la distribución equitativa de las tareas domésticas y de los cuidados de niños, adultos mayores y personas con discapacidad entre hombres y mujeres.
· Promover que se asuma como un acto de ética y de responsabilidad social el visibilizar, reprender y castigar las actitudes machistas y racistas. A manera de síntesis Uno de los principales retos que tenemos las mujeres para eliminar los prejuicios es nuestra dificultad, en todos los casos, de reconocer que éstos existen.
Expertos en neurociencia y ciencias del comportamiento de nivel mundial han comprobado que, de una u otra forma, todos reproducimos, de manera consciente o inconsciente, visiones estereotipadas debido a prejuicios inconscientes. Todos los tenemos. Lo importante es visibilizar nuestras suposiciones con el fin de desafiarlas, combatirlas y superarlas.
Todos y todas debemos asumir el compromiso de erradicar la discriminación milenaria haciendo valedera la justicia de género por tantos años esperada. Se trata de la igualdad y equidad total entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida. La única manera de combatir exitosamente la pobreza y la desigualdad imperante es transformando las relaciones de género, lo cual conlleva modificar los marcos jurídicos, repensar los valores sociales y revalorar para transformar las percepciones visibles y ocultas que las determinan. Las mujeres en la ciencia y tecnología (áreas STEM) han tenido históricamente un panorama difícil. Realmente esto no está muy lejos de la realidad de la mujer en cualquier aspecto en cualquier sociedad. Desde falta de apoyo, falta de financiamiento, desacreditación profesional, acoso laboral y sexual, falta de modelos o ejemplos a seguir, etc.
Las mujeres en STEM aun así han logrado avanzar. Vemos en Costa Rica mujeres en posiciones importantes como jerarcas que ocupan carteras del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, mujeres con altos puestos en empresas como la NASA y excelentes mujeres profesionales en la academia y en la industria.
¿Han tenido suerte estas mujeres? ¿Les ha sido fácil llegar a esos puestos? No, no han tenido suerte ni les ha sido fácil, es producto de un gran esfuerzo no sólo individual como excelencia académica y desarrollo de habilidades particulares, sino también colectivo, de su círculo más cercano, que las ha apoyado en otras áreas como por ejemplo la familiar.
¿Qué se espera de las mujeres en los próximos 100 años? ¿Cuál es el camino para lograrlo? Se espera mucho de las mujeres en STEM. Durante la pandemia de COVID-19 se ha visto un retroceso global en este avance debido al tiempo dedicado al cuido de hijos o hijas, a asuntos familiares, a apoyar estudiantes, a la imposibilidad de realizar muchos trabajos cotidianos que no se pueden o podían realizar debido a los lineamientos para tratar de controlar la transmisión del virus.
No es un misterio que la salud mental de todos y todas se ha visto profundamente afectada. Pero ahora nos toca salir de esta pandemia, que calza con el momento de celebración del bicentenario costarricense, con más fuerza, con mayor empeño. Lo lograremos con sororidad, con apoyo de nuestro círculo cercano, viendo siempre a nuestras heroínas que son nuestro ejemplo a seguir, fomentando programas desde la educación preescolar para que las niñas vean que hay mujeres en esos roles importantes, programas para cambiar un estado de mente en nuestra sociedad que no se les diga a las niñas que tal vez un área en específica “no sea para ellas”. Las deudas de la historia con las mujeres no son de ahora, son de siglos. De hecho, las primeras feministas que surgieron en los siglos XVII y XVIII, en el período de la Ilustración en Europa, iniciaron sus actividades haciendo una crítica a la naciente democracia y a su discurso sobre los derechos inalienables por su promesa incumplida de otorgar igual valor a todas las personas.
Según estas feministas de hace más de doscientos años, las reglas de la democracia solo estaban produciendo resultados desiguales y abiertamente discriminatorios contra las mujeres. Es por eso que las feministas inician desde ese momento una prolongada lucha por avanzar una amplia agenda de transformación social.
Si bien los cambios ocurridos en la condición de las mujeres, como resultado de las luchas feministas, se encuentran entre los hitos más importantes de la modernidad, los resultados están llenos de contradicciones. Es decir, se produjeron importantes avances como el derecho al sufragio, el reconocimiento de las mujeres como ciudadanas, el reconocimiento de su capacidad jurídica, su derecho a administrar bienes, su derecho a la propiedad, así como su ingreso masivo a la fuerza laboral remunerada, a los sistemas educativos y a las diferentes disciplinas científicas.
En años más recientes se han logrado otros avances como el reconocimiento constitucional de la igualdad de hombres y mujeres ante la ley, y el establecimiento de leyes, políticas y programas para el adelanto de las mujeres en diferentes terrenos como el político, el económico, el social y el cultural.
Se ha avanzado también en el reconocimiento de su derecho a vivir una vida libre de violencia, al control de su sexualidad y de su propio cuerpo. Sin embargo, muchos de los logros del feminismo no se han aplicado en toda su extensión o han sido aprovechados, sobre todo, por las mujeres de clase media y alta, blancas o mestizas y de las zonas urbanas.
Para las otras, las pobres, las indígenas, las afrodescendientes, las campesinas, la democracia y la justicia no llegaron ni antes ni ahora. Es decir, como resultado de la acción feminista se generaron políticas de igualdad, pero las condiciones de desigualdad económica, social, territorial, racial, etc., restringen la amplitud y contenido de esas importantes reformas y, muchas veces, dejan las políticas de igualdad en el papel.
Lo anterior porque se produjeron cambios y reformas de mucha importancia, pero sin tocar el núcleo duro de la desigualdad. De esta forma, las estructuras sexistas, clasistas, racistas, heteronormativas que todavía prevalecen ponen serios impedimentos para que los resultados de las largas luchas feministas puedan ser trasladados a las realidades concretas de las mujeres, en particular a las realidades de las mujeres más pobres y de los sectores más excluidos económica y culturalmente.
Por otra parte, a pesar de los avances en el terreno del reconocimiento formal de derechos, persisten la división sexual del trabajo, el recargo en las mujeres de todas las tareas de cuidado y reproducción de la vida, y la violencia misógina. La redistribución equitativa de las responsabilidades y recursos entre mujeres y hombres, así como la construcción de un mundo libre de violencia son parte de las grandes revoluciones que no se han dado.
En ese sentido, no importa cuánto se avance en la agenda de transformación social propuesta por el feminismo, siempre se van acumulando las deudas. El tiempo de la igualdad de género siempre se va quedando rezagado, y muchísimas mujeres y niñas, de este país y del mundo, se quedan fuera de los logros.
En las vísperas del Bicentenario Costa Rica ya era una de las sociedades más desiguales de América Latina en términos de distribución del ingreso. La desigualdad social y económica siempre trae malos augurios para las mujeres. En los años previos al Bicentenario ya se estaba experimentando un aumento de las brechas entre mujeres y hombres en áreas como la pobreza, los ingresos, el desempleo, el acceso a trabajos de calidad y la violencia.
La llegada del Bicentenario nos encontró en medio de la pandemia del coronavirus, la peor crisis de los últimos 100 años. Esta crisis ha transformado nuestras formas de imaginar el mundo y de vivir en el mundo. Por eso, esta no es una crisis sanitaria, como le han llamado algunas personas.
- La pandemia del coronavirus ha generado una crisis civilizatoria al trastocar las relaciones sociales, las relaciones entre los géneros, las formas de organización de la producción, el papel de los estados, y hasta el lugar de los humanos en la historia y en la naturaleza.
- La pandemia ha actuado como una especie de revelador de verdades, dejando al descubierto todas las opresiones y desigualdades preexistentes en nuestros países.
Ha dejado al descubierto las desigualdades económicas, raciales, de género, la sobredependencia de las cadenas globales de producción, el abandono de la producción local, las grandes desigualdades territoriales, el descuido de los sistemas públicos de salud, la precarización del trabajo y la erosión de los derechos laborales.
Asimismo, la pandemia ha servido para exacerbar todos los problemas sociales y para aumentar las deudas con las mujeres y con otros grupos históricamente excluidos. Es decir, si antes había desigualdad, esta se profundizó. Si antes había diferencias entre hombres y mujeres en términos de acceso a recursos, empleo, distribución de las tareas de cuidado y reproducción de la vida, violencia, etc., esto no solo ha quedado al descubierto, sino que se ha incrementado.
En ese sentido, la crisis provocada por la pandemia ha traído cuatro golpes devastadores para las mujeres. Primero, los sectores de la economía que fueron golpeados más temprano y más fuerte, fueron los sectores con mayor presencia de mujeres: restaurantes, tiendas, servicios de belleza, así como el sector informal que es el que concentra la mayor cantidad de mujeres en Costa Rica y América Latina.
- Se produjo entonces una expulsión muy fuerte de mujeres del sector laboral remunerado.
- También se dio una pérdida de trabajos en algunos sectores exportadores como textiles, producción de frutas o de flores que también contratan a muchas mujeres.
- En estos lugares, la suspensión o reducción de las jornadas laborales afectó mucho más a las mujeres debido al mito muy extendido de que ellas son trabajadoras secundarias que no sostienen a sus familias.
Por esas razones, la tasa de desempleo de las mujeres se disparó, llegando a estar cerca del 30% en el 2020, y prácticamente duplicó a la de los hombres. El segundo golpe fue el cierre de los centros de cuidado de niños, niñas, de personas adultas mayores y, por supuesto, de las escuelas y colegios.
Esto no solo multiplicó el trabajo de las mujeres en los hogares, sino que las recargó con otras funciones que generalmente cumplen instituciones públicas o privadas, como las guarderías, los centros de atención a personas adultas mayores y, por supuesto los centros educativos. Este golpe condujo a una re-domesticación de las mujeres y al fortalecimiento de discursos conservadores que exaltan los roles tradicionales de género.
El tercer golpe tiene que ver con el retroceso en términos de derechos sexuales y reproductivos. Debido a las condiciones de pandemia, se produjo una distorsión en el sistema de salud y tanto los hospitales como los centros de atención primaria tuvieron que priorizar la prevención de la propagación del virus o directamente la atención de las personas contagiadas, lo que aumentó las dificultades para el acceso a una atención oportuna y de calidad en salud sexual y reproductiva.
Por otra parte, el temor al contagio y las medidas de confinamiento también dificultaron el acceso de las mujeres a los métodos anticonceptivos e incluso a la atención prenatal. Hay también reportes de un incremento de la violencia obstétrica debido a la sobrecarga del sistema de salud, al miedo a las embarazadas infectadas y a la tensión generada por la pandemia en el personal de salud.
El cuarto golpe es el aumento de todas las formas de violencia que se sufren en el contexto del hogar y de las relaciones familiares, pero también en el espacio público. La emergencia provocada por el Covid-19 fracturó los lazos existentes en las comunidades y las familias, aisló a muchas mujeres, las dejó encerradas con sus agresores y redujo los limitados recursos de apoyo disponibles.
- Por eso, la pandemia también generó muchas oportunidades para el incremento de la violencia doméstica y sexual, los asesinatos y las desapariciones de mujeres y niñas.
- También se generaron las condiciones para el incremento de otras formas de violencia como el ciber-acoso y la violencia sexual callejera para aquellas que por sus condiciones de vida o laborales no podían darse el lujo de confinarse.
El incremento de la violencia puede verse claramente en el hecho de que en el año 2020 los homicidios de hombres decrecieron un 3% en el país, pero los de mujeres aumentaron un 38%. Estos golpes no solo han expulsado a las mujeres de sus trabajos remunerados, sino que están evitando que muchas de ellas puedan buscar y encontrar nuevos trabajos.
Lo anterior puede limitar las perspectivas de vida de muchas mujeres, incluso de algunas con mayor educación y condenarlas a la dependencia económica y a una reducción de ingresos para toda la vida. En ese sentido, algunos importantes avances que se habían dado en términos de autonomía económica de las mujeres han quedado anulados por la pandemia.
El incremento de la pobreza y la desigualdad también hace que los avances, muy modestos, que se habían conseguido en el país en atención de las mujeres en condiciones de pobreza enfrenten serios retrocesos. Estos golpes han tenido efectos inmediatos y también tendrán efectos de largo plazo.
La independencia, la libertad, el bienestar y la integridad de las mujeres son las víctimas silenciosas de la pandemia. En el caso de Costa Rica, la pandemia ha retrocedido en 30 años los logros en la participación laboral remunerada de las mujeres. De hecho, en términos históricos, esta es la primera crisis mundial que está tan entrelazada con la temática de los cuidados de hijos, hijas y otras personas dependientes.
Por esa razón esta crisis amenaza con echar atrás algunos de los logros y avances más importantes del movimiento feminista del siglo XX, aquellos que tienen que ver justamente con crear mejores condiciones para alejar a las mujeres de los destinos atados a lo doméstico.
Sin embargo, los gobiernos del mundo, incluyendo el de nuestro país, no tomaron ninguna medida específica para proteger a las mujeres bajo las nuevas circunstancias de riesgo y afectación creadas por la pandemia. Tampoco se desarrolló un abordaje estatal que considerara el impacto diferenciado por género de la emergencia, lo que incrementó las deudas con las mujeres.
Incluso las medidas específicas implementadas al inicio de la pandemia de manera temporal, como la entrega del Bono Proteger, no parecen haber tenido un impacto significativo en el descalabro que provocó y sigue provocando la emergencia en las mujeres, sobre todo las más vulnerables.
Frente a esta realidad, la mirada hacia el futuro tiene que enfocarse en reparar las desigualdades históricas y las nuevas que han surgido. La democracia, si quieren seguirse llamando democracia, no puede seguir acumulando deudas con las mujeres. Después de 200 años de vida republicana es evidente que el sistema de desigualdad tiene una enorme capacidad de adaptación y que puede seguir adelante imponiendo una sobrecarga y un extractivismo brutal del tiempo, la energía vital y la fuerza de trabajo de las mujeres.
El movimiento feminista sigue siendo un instrumento político fundamental en este proceso y debe enfocarse en plantear propuestas tanto en el terreno de lo macro como lo micro-social. En términos de lo macro-social, hay que seguir demandando estados de bienestar, así como una reforma fiscal progresiva que permita tener recursos frescos para invertir en las mujeres y las niñas.
Si no hay una verdadera inversión de recursos, no importa cuántas nuevas normas o políticas se emitan. La experiencia histórica ya ha demostrado que amplios grupos de mujeres se quedan fuera de los beneficios de las leyes y políticas cuando no hay justicia redistributiva y una voluntad clara de reparar las desigualdades.
Otros factores estructurales que también alimentan la opresión de las mujeres son el racismo, la heteronormatividad, los fundamentalismos religiosos, el autoritarismo en las esferas públicas y privadas y, por supuesto, las relaciones de poder jerárquicas que naturalizan las normas tradicionales de género.
- Estas normas tradicionales de género terminan construyendo masculinidades violentas y controladoras, y feminidades sumisas.
- Esto también hay que combatirlo enérgicamente desde los diferentes campos de acción.
- Es necesario entonces plantear alternativas para incrementar el bienestar, la justicia, el acceso a oportunidades y recursos, lo que ayudaría a reconstruir el tejido social, a recuperar un sentido de empatía y solidaridad, y a eliminar la precariedad de la vida.
También en el terreno de lo micro son necesarias las propuestas que nos alejen del individualismo extremo, del “sálvese quien pueda” y que nos lleven, más bien, a valorar nuestra interdependencia con las otras personas y entre nosotras, los animales no humanos y la naturaleza.
Es necesario recuperar las prácticas ancestrales de solidaridad comunitaria, la revalorización de los trabajos de cuidado, la defensa de la integridad corporal y la reconstrucción del sentido de empatía. Como puede apreciarse, el proyecto de transformación social para saldar las deudas con las mujeres es de muy amplio espectro y puede parecer una tarea casi imposible.
Sin embargo, hay que recordar que cualquier proceso de cambio social empieza hoy si hay voluntad y fuerza colectiva para hacerlo. Hay que continuar trabajando en la vida cotidiana, en el aquí y en el ahora, pero con la mirada puesta en la utopía. La utopía de reparar las desigualdades, desmercantilizar la vida, descolonizar y despatriarcalizar. Hablar de las mujeres es visibilizar a quienes conformamos la mitad de la población. Es reconocer lo mucho que hemos aportado a la economía, la política, la cultura, el deporte y en muchos otros ámbitos. Pero, además, es darnos cuenta de las grandes desigualdades que vivimos las mujeres; brecha salarial y educativa, acoso, inseguridad y violencia, esta última muchas veces silenciosa, normalizada y sistemática, que nos minimiza, nos golpea y nos mata.
- También es hablar lo desiguales que son las condiciones y oportunidades para nosotras.
- Cuantos obstáculos, estigmas y señalamientos tenemos que afrontar para alcanzar nuestras metas y aspiraciones como seres humanos.
- Es también hablar de los grandes retos que tenemos como país para alcanzar una verdadera equidad en la sociedad.
Si a esas brechas, desigualdades, obstáculos, estigmas y retos, le aplicamos el enfoque de la interseccionalidad, nos asombraríamos aún más por cómo nos golpea en mayor proporción. Porque no es lo mismo lo que vive una mujer con discapacidad, que una mujer indígena, o una mujer de la Gran Área Metropolitana, que una mujer de la zona rural, o una mujer joven, que una mujer mayor.
Y podríamos seguir profundizando en la interseccionalidad si, además, alguna de estas mujeres, vive en situación de pobreza extrema, está desempleada o no tiene escolaridad, o porque no, tiene todas las situaciones. Aunque suene extremo y fatídico, esa es la realidad actual de nosotras las mujeres, es lo que día tras día nos pasa por el cuerpo y poner el tema sobre la mesa, aunque incomode, es necesario, porque nos permite no solo aterrizar y tener claridad, sino también, nos da la oportunidad de pensar en transformar y ver hacia un futuro más justo, inclusivo y equitativo.
Espero que, en los próximos 100 años, las mujeres tengamos una real equidad e igualdad en condiciones y oportunidades. Espero que podamos erradicar esas enormes brechas que no nos permite avanzar en una sociedad que realmente ha sido injusta, machista y patriarcal con nosotras.
- Que las niñas puedan crecer en ambientes seguros y sanos, sin que sean juzgadas y estigmatizadas.
- Que podamos decidir con total libertad que deseamos estudiar o en que deseamos trabajar.
- Que podamos expresarnos y caminar por la calle sin temor.
- Que no seamos invisibilizadas, ninguneadas, violentadas y asesinadas.
Que normalicemos ver a las mujeres en espacios que se nos han negado históricamente. Puede que parezca utópico, pero si desde cada metro cuadrado trabajamos para erradicar esas brechas, realmente lograremos transformar la sociedad y la realidad de las mujeres.
- El Estado debe tener un rol protagónico en esa transformación.
- Generar políticas públicas con enfoque de género, que busquen brindar las condiciones y oportunidades para que las mujeres nos desarrollemos en todos los ámbitos, abrir espacios de diálogo, así como mecanismos de denuncia más efectivos y ágiles, es esencial.
La sociedad también debe tener una participación activa en esa transformación, deconstruyendo esos patrones machistas y patriarcales. Para ello, es necesario que visibilicemos y denunciemos los actos de violencia, pero que también acompañemos las luchas de las mujeres desde la empatía. Nos tomó de sorpresa, la propuesta de extender la mirada hacia los próximos 100 años, ya que aún no terminamos de entender los cambios que trajo la Pandemia y surgen voces de mujeres, identificando los avances que hubo en los 100 años anteriores. Ciertamente al recordar la independencia de 1821, en esa historia de los libros escolares no aparecían mujeres.
Atrás, casi sin escribirse: la resistencia, las luchas contra los imperios europeos español, francés, inglés, holandés que asediaron y marcaron un rumbo distinto a los pueblos originarios surgiendo Latinoamérica, con regiones y países. “Ellas” llegan, más como relatos artísticos de matronas y esclavas, o en servidumbre.
O en relatos que de viva voz se trasladaron de generación en generación. La distancia de aquel ayer, a este hoy, 100 años después, es grande, gigante, el voto, la escolaridad, la jefatura femenina, mujeres en pantalones haciendo ciencia, política o en el arte de soñar y hacer soñar.
Mujeres integradas al trabajo productivo y de servicios. Cuándo aún no es claro el ayer, ¿cuál es el hoy? La niña de hoy ¿tendrá bisnietos y hasta tataranietos, en qué mundo vivirá? La pandemia dejó el teletrabajo para algunas, el trabajo directo se mantuvo para muchas, se precarizaron las condiciones de trabajo, las relaciones laborales cambiaron.
La realidad es que la pandemia trajo mayor exclusión. De pronto aun en la comunidad había riesgo de indigencia para una y los hijos, y en el tema de salud de la mujer, del cáncer de seno o la menopausia, se pasó al miedo a perder la vida, la desarticulación familiar y el desempleo.
Miles de mujeres jefas de hogar o en jefatura compartida, trabajadoras, del trabajo en casa, pasaron a inventar un trabajo informal; se pasó a repensar las nuevas formas del mercado laboral, de la comunidad, del estudio, del qué quiero ser y cuál es la próxima meta. Se deterioró la aplicación del marco del derecho laboral y resurgió la lucha por las 8 horas, el salario mínimo, el seguro social, las nuevas jornadas.
La informalidad creció y se deterioraron los derechos laborales. Las fronteras cerradas, la falta de acceso a las pruebas COVID, la tardanza en la vacunación también marcó nuevos retos. La forma de demandar, de hacer vida comunitaria o sindical, de llegar a consensos y empoderamientos, de movilizarse, de comunicarse cambió.
De pronto, aun con poca escolaridad, se requirió pasar a usar plataformas mundiales de comunicación. El estado aprovechó para avanzar en el proyecto “Ciudadanía digital” aumentado la brecha de exclusión para las excluidas y aumentando la inclusión para las personas incluidas. Muchas luchas por la inclusión, igualdad, toma decisión, entraron en impase.
A mejores condiciones de vida más fácil asumir el cambio que deja la pandemia; a mayor exclusión se suman nuevas exclusiones y nuevos retos. Investigadores nos dicen que en 2021 ha sido más fácil para los hombres integrarse al mercado de trabajo y más difícil para las mujeres.
Ya no es sólo una afectación a las mujeres en los sectores excluidos, sino un efecto más general. En cuanto a la migración, aparece la frase que demanda acción de políticas públicas: “la migración tiene rostro de mujer”; ellas son más que los hombres que migran, son grandes grupos moviéndose por empleo, por oportunidades o en desplazamiento.
Ya la pregunta sobre por qué migran no es la esencial, sino ¿qué hacen?, ¿cuál es su presente y futuro? ¿Qué hacer y a que apostar? Más que nunca es necesario preguntarse ¿hemos logrado una agenda de mujeres inclusiva que responsada a las necesidades de los grupos con oportunidades y que levante las luchas de las grandes mayorías de mujeres? ¿Cuál es el camino para ser dueña de mi destino y de mi vida? ¿Cómo el código del trabajo se cumple para las mujeres? Si, se puede seguir creciendo en normas y está bien, pero hay que cuidar que no crezca el vacío de la ejecución.
¿Cómo se logra que el mercado formal también sea una opción para miles de miles de mujeres excluidas? El sistema educativo ha respondido a la integración de las mujeres en carreras que responden al mercado global. ¿Pero cómo responde al modelo país de comunidades con recursos y dinámicas locales? Todo pareciera ser que el destino único es graduase para estar en una transnacional en el territorio que la empresa global defina y este puede ser el deseo de una “tica en el Mundo”, o de una migrante, pero ¿y si se invierte la tendencia de décadas en que vemos a miles de mujeres que apenas terminaron la primaria, otras que no terminan la secundaria y un gran porcentaje que solo conocerá las universidades con cursos de acción social?, ¿y si se transforma la desarticulación del sistema educativo para transformarlo en eslabones uniendo universidades, con la educación secundaria y primaria en un sólido sistema formativo que permita a las mujeres escoger o el mundo global o el mundo local?, ¿y si las mujeres cuentan con conocimientos que les permita ser trasformadoras de la realidad en la que escogen vivir? Es necesario incrementar el seguimiento a los parámetros con los que se mide cuantas mujeres dejan el trabajo no especializado y cuantas rompen la cadena de heredar a sus hijas otro trabajo no especializado.
¿Y si se forma una sociedad donde el trabajo proveedor se integra a dinámicas familiares compartidas al margen género? Ciencia y arte de la mano comunicando y transformando. Pareciera que el modelo actual dirige a mayor participación en el mercado laboral, con menos vida personal y familiar.
¿Pero esto es desarrollo? En el modelo actual las mujeres siempre llevan la parte de menos libertad de elección. Entonces hay que hablar del modelo inclusivo de desarrollo para mujeres plenas, no solo las profesionales, sino también para las grandes mayorías de mujeres, dándose la mano en una agenda única de país.
A razón de la ciudadanía digital y su instrumento, el gobierno digital, la brecha tecnológica crece por falta de conocimiento, acceso a tecnología inteligente; es más rápida la transformación empresarial digital que la adaptación al cambio digital por parte de los habitantes de los territorios.
- Esto requiere política pública no excluyente.
- Por otro lado, aún hay un trecho que caminar para que la maternidad sea una elección.
- Los indicadores aún son muy diferentes para sectores medios y altos en relación con la maternidad de las mujeres adolescentes y jóvenes de los sectores excluidos.
- Este tema debería ser una aspiración importante en que la sociedad avance desde la política pública y empresarial, comunitaria, informativa a la “maternidad compartida” con la sociedad, con la pareja o familia, la comunidad.
A lo mejor en esta crisis económica de la próxima década algo podrían aportar los emprendimientos, que permitan facilitar el diálogo que hacen los hogares en cuanto al cuidado, el sistema educativo para beneficio de las personas menores de edad en sus diferentes fases de infancia y adolescencia.
- Creemos que debería ser creciente la contraloría social desde la agenda de las mujeres, hacia los nudos de esclavitud moderna y la creación de programas como los ODS que permitan atender esos flagelos modernos que violentan la vida de generaciones completas.
- Los ODM y los ODS, suman cuarenta años de enfoque; sin embargo, los retos en las comunidades excluidas son gigantescos.
Es por ello que, a riesgo de parecer prosaica en la mirada de 100 años, hemos ahondado en el hoy y algunos ejes de trabajo para las próximas 2 décadas. La aspiración podría ser desaparecer las brechas para las minorías. Lograr un país equitativo para las mujeres.
¿Cómo se elige a los representantes?
Propuestas de Sartori – Giovanni Sartori propone diferenciar tres perspectivas de la representación: una jurídica, otra sociológica y otra política. En cambio, la representación sociológica se refiere a la idea de identidad: el representante es aquel en el cual se ve reflejado el representado.
El representante reúne ciertas características con la que se sienten identificados un determinado grupo o colectivo representado. La representación política sería una categoría sui generis de representación, en la que se presentan elementos propios de la representación jurídica, y elementos característicos de la representación sociológica.
El representante político resulta elegido por el pueblo, mediante elecciones libres y periódicas, tal y como sostiene la teoría electoral de la representación, Igualmente, la teoría de la representación como responsabilidad hace alusión al control que los representados realizan sobre el representante, de forma periódica, en las elecciones.
Para continuar la caracterización de la representación política, Sartori menciona otras teorías secundarias que hacen hincapié en aspectos como la “sintonía” entre representantes y representados (representación como idem sentire ), en el consentimiento del representado con respecto a las decisiones del representante, o en la participación del representado en las decisiones del representante.
En la democracia representativa, la pérdida de confianza se materializa en las siguientes elecciones, cuando los votantes castigan a los políticos que no cumplieron con sus promesas electorales, eligiendo a otro candidato o partido político para que ocupe su lugar.
¿Cómo se eligen los miembros de la Cámara de Representantes?
Los Representantes a la Cámara son elegidos por periodos de cuatro años a través del derecho al voto que tiene el pueblo en ejercicio de la ciudadanía, con la posibilidad de ser reelegidos en los siguientes periodos. Su funcionamiento tiene sede en la capital de la República.
¿Cómo se elige a los representantes del pueblo?
Los ciudadanos eligen a sus representantes mediante elecciones con un sufragio universal, libre y secreto cada cuatro años. Los partidos políticos juegan un papel clave en estas elecciones. Los representantes de todos los ciudadanos son los miembros de las Cortes Generales es decir, los Diputados y Senadores.
Dan legitimidad democrática a los otros poderes e instituciones: Ejecutivo, Judicial y Tribunal Constitucional y proponen el nombramiento de sus miembros. Controlan las actuaciones del Gobierno y la Administración. Aprueban los presupuestos generales, es decir, gastos que puede realizar el Gobierno. Sobre todo aprueban las leyes que deben cumplir todas las instituciones y los ciudadanos. Las leyes reflejan las políticas públicas, establecen los derechos y las obligaciones de todos.
¿Quién elige a sus representantes?
Soberanía y representación popular En las democracias el pueblo expresa su voluntad mediante elecciones, en las que elige a sus representantes para que éstos tomen decisiones en su nombre.